8. Sea bueno con ellos

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Alex y yo hacemos nuestro mejor intento de no arrojarnos por la ventana en física, es una clase tan aburrida y difícil, quizás no deba ser así, pero el maestro se esfuerza en que sea imposible de pasar, estoy consciente que el maestro es un hombre demasiado inteligente pero también es arrogante y un idiota, definitivamente necesita una novia.

Llevamos más de media clase batallando con un problema, el maestro ni se digna en contestar preguntas, estoy seguro que vendrá en el examen.

Se escuchan unos tacones y alguien toca la puerta, gracias a Dios alguien viene a distraer a el profesor. Bueno, en realidad me distrajo más a mí, era Lana en un impresionante traje, seguro le tocó exponer. Se ve linda pero siento pena por ella, el maestro no es conocido por su amabilidad, y él en específico detesta la carrera de comunicación, es de la idea que sólo valen la pena las carreras de ingeniería por ser más difíciles.

—Buenas tardes profesor, disculpe me envió la doctora Harriet a que le entregue este manuscrito que solicitó de la biblioteca— lo dice con una sonrisa que a mí amenaza con derretirme, lástima que el maestro luce inconforme, y con su respuesta se lo hace saber.

—Lo solicité hace 40 minutos, que poca eficiencia, no puedo esperar menos de una administradora como la doctora Harriet, y dime señorita ahora las de comunicación son las chicas de entrega de correspondencia, o algo así, porque de ser así lo apruebo, al fin las pondrán a hacer algo de provecho, además de que la vista será buena— el tono en que lo dijo hasta a mí me enojó.

—Básicamente me llamó bonita así que lo tomaré como un cumplido, gracias. Y disculpe la tardanza, pero no es un manuscrito nada fácil de encontrar, quizás si lo hubiera solicitado con más tiempo, como es el protocolo en la biblioteca, se lo hubieran​ entregado a la hora que lo necesita, ahora si me permite pasaré a entregarlo— su cara es de perfecta obediencia, pero el brillo de sus ojos dice que algo esconde, es gracioso cómo todos la seguimos con la mirada hasta que llega al escritorio del profesor. Le entrega las hojas y da media vuelta, decidida a salir del salón, casi llega a la puerta cuando el maestro prácticamente grita.

—¿Qué significa ésto? No se le entiende nada, no tienen nada de sentido común, obviamente lo quiero en español— Lana gira con una sonrisa inocente.

—Está en Latín profesor, se buscó y únicamente se encuentra el original, tal parece que no hay una traducción disponible, por eso la doctora Harriet me envió, creyó que yo le sería útil puesto que soy la única traductora que ella conoce, verá, eso hacen las administradoras, saben qué tareas pedir y a quiénes pedirlo. Pero ninguna de las dos recordó que los ingenieros son todo poderosos y nunca necesitan ayuda, estoy segura que usted lo traducirá sin problemas.

—Señorita no juegue con mi inteligencia, usted no habla latín.

—Por supuesto que no, no sólamente latín, también inglés y francés, pero olvídelo las de comunicación somos meramente decorativas como usted amablemente dijo.

—Déjese de tonterías la enviaron a ayudarme, debe cumplir con su deber— Lana soltó una pequeña risa pero se compuso inmediatamente.

—Señor la doctora me pidió el favor de ayudarla, es una persona a la que respeto y no dude en venir, pero si me voy o no, en nada me va a afectar.

—Bien, lo lamento no quise ofenderla, usted gana ¿puede ayudarme?

—Por supuesto, con una condición— volteo a vernos y juro que se detuvo más de la cuenta en mí—. Sea bueno con ellos.

—¿Qué?— Lana ignoró su pregunta y continuo hablando.

—Ya me han dado su correo y yo saqué una copia del manuscrito, quisimos traerle primero el original por si quería conservarlo. Por mi parte iré a trabajar en la traducción y cuando esté lista se la enviaré— el gesto del maestro cambió totalmente, otro en la fila de admiradores de Lana, en la cual aclaro soy el primero. La observó por un rato más y finalmente dijo.

—Gracias. Una última cosa, ¿Eres una de las candidatas a reina no?— claramente esa pregunta sí desarmó a Lana, porque por primera vez titubeó.

—Ssi.

—Eso pensé, esta mañana fue la noticia en la dirección, en caso que no sepa me da gusto informarle que la dirección recibió varios reportes, por lo cual no tuvieron más remedio que quitar las desastrosas fotos en la página, cuando guste puede subir la publicidad y fotos autorizadas por usted.

—Amm muchas gracias pero no estoy interesada en subir publicidad, ni siquiera creo concursar.

—Es una pena porque yo votaré por usted.

—Yo también— mi voz sonó más fuerte de lo que esperaba, todos la oyeron e igual que yo, levantaron la mano en señal de su apoyo. Lana se sonrojó y nos regaló otra sonrisa.

—Gracias, ya me tengo que retirar, hasta luego— y después de eso se fue muy rápido, intentado que no la detuvieran de nuevo.

El maestro guardó las hojas con sumo cuidado en su portafolio, esa fue nuestra señal de que el receso había terminado por lo que debíamos regresar al problema. Antes de que pudiera poner mi cara de aburrimiento de nuevo, el maestro se levantó con marcadores en la mano y se dirigió al pizarrón. Le tomó diez minutos explicar el problema, y prometió mañana traer hojas con ejemplos resueltos y otros tantos que debíamos responder para puntos extra.

No sé en qué universo paralelo me fui a meter, pero esta realidad me gusta más. Estoy seguro que ninguno de los presentes va a olvidar nunca la frase de Lana: sea bueno con ellos.

Isa

Como la veoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora