18. Real

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Día 1 sin Lana

No está tan mal, pensé que sentiría un gran vacío, pero lo único que pasó es que he visto películas románticas todo el día con mis hermanas, ellas lucen felices, y yo no entiendo cómo es que se emocionan tanto por vampiros que brillan, patético, aunque cada que veo ese brillo me recuerda al absurdamente caro collar que Lana quería.

—Tengo que ir a comprar algo al mercado ese de las piedras raras.

—No me digas que vas a comprar algo para la chica Barbie.

—Su nombre es Astrid y no, sólo quiero una cosa.

—Bien, vamos contigo.

Llevo media hora viendo la maldita bolita y no veo ni un mísero rayo de luz.

Día 2 sin Lana

—Bien, dinos ¿qué pasa? No haz salido de nuestra habitación en dos días.

—Quiero pasar tiempo con mis hermanas eso es todo.

—Sí, claro.

Después de una de las tantas versiones de Cenicienta (que sólo logra recordarme al disfraz de Lana) le toca a Eli elegir la película, no debí dejarla, pone la película de un paseo para recordar. Al llegar al final los tres estamos llorando, aunque por razones diferentes.

—Lana está enamorada de mí.

—Eso ya lo sabemos, pero ¿por qué lo dices cómo si fuera la peor noticia?

—Porque se dió cuenta que jamás la voy a querer y ahora ya no me habla.

Por primera vez en la historia mis dos hermanas se quedan calladas, asienten como si comprendieran, y no volvieron a intentar sacarme de su cuarto.

Día 5 sin Lana

Ya estoy mejorando, al fin salí del cuarto de mis hermanas y regresé a mi rutina de vacaciones, pero cuando intento ponerme a jugar me matan a cada rato, así que me desconecto y voy por un libro.

Día 15 sin Lana

Ya leí cada maldito libro que me recuerda a ella, sueño con Lana siendo una cazadora de sombras y casándose con Marco, quien resultó ser un luxen.

Al final del día termino haciendo el juego de Peeta, para saber qué es real y qué cosa no.

—Kyle, ¿La amas real o no?— ya también hablo en tercera persona.

—Real— que idiota soy.

Día 19 sin Lana

Hoy la recupero, le llevaré el collar, ella me enseñará dónde está el rayo y seremos felices por siempre, bueno dejé un poco vagos algunos asuntos, pero en escencia eso pasará.

—¡Sara! Necesito tu ayuda— me tomó como medio minuto convencerla.

—Tienes suerte de que aún conserve mi amistad con Lana así no sospecharía. Me dijo que al parecer la familia de su novio está en la ciudad y que va a ir a tomar un café con su novio y su suegra, lo siento pero tendrás que esperar a mañana.

—Va a salir con esa señora, eso no está bien, tengo que ir.

Mi hermana me da instrucciones muy apresuradas sobre cómo llegar al café y básicamente salgo volando.

Isa

Como la veoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora