Fifth Harmony: Camino a la Fama y el Amor

Montaña Rusa

Es increíble como mi vida va de mal en peor desde que el tal Aaron llego a mi vida. Primero se roba la atención de mis amigas y ahora se lleva a Camila con él a la cárcel. ¡Esto es mal que el colmo!

—Lo voy a matar, lo voy a matar, lo voy a matar—susurraba con las uñas enteradas en el volante. Dirigiéndome a la dirección que Aaon había dicho.

—Ally ya para nos estas asustado—la mire por el rabillo del ojo. Normani estaba muy asustada. Rodé los ojos ante su dramatismo como si yo fuera la que en este tipo de situaciones estuviera a punto de morir al borde de la histeria.

— ¿ya vieron lo que twitteo Camila? — ojala y por la reacción de Dinah no sea tan malo.

 

NOTA MENTAL: CONSIDERAR MEJOR ANTES DE JUGARLE BROMAS A TUS AMIGOS. TERMINARAS EN LA CARCEL.

— ¡Que! Acaso está loca—grite sin despegar los ojos del volante— ese maldito Aaron, le voy a arrancar los ojos en cuento lo vea.

— ¡cuidado loca! — advirtió Normani apuntando hacia adelante.

Un auto venia en nuestra dirección (en otras palabras me desvié hacia el lado contrario de la calle) — ¡ah! — reduje la velocidad de golpe, maniobre hacia la derecha y apreté el acelerador.

El conductor al que casi choco me insulto de manera muy grosera y saco su dedo del medio justo cuando paso a mi lado. Sentí como mi corazón subía desde mis pies hasta su cavidad de nuevo.

  No soy mala conduciendo pero nunca fui tan buena conduciendo. Incluso todavía me considero una principiante a esta edad. Entonces reí y reí.

De verdad lo hice.

―Sabes tengo un amigo que sabe de estos… casos especiales. Si quieres te doy su número Normani— ahora ellas hablaban entre si mientras yo era aquella amiga lunática.

—Lo considerare gracias por la propuesta DJ— dijo ella entre risas.

Pare de reír y pulverice a Normani con la mirada e hice lo mismo para Dinah a través del retrovisor. Ellas se miraron cómplices una a las otras y después terminaron escribiendo cosas en su teléfono y yo me concentre en el camino cuando me di cuenta que ya estábamos a una esquina de la dirección que nos habían dado.

Estacione en frente de la entrada principal pues espero no duremos mucho tiempo aquí. —ya llegamos amigas. —avise mientras abría la puerta del auto y ellas bajaban también.

La entrada de la estación estaba limpia y se sentía vacía. Sabía que algún día Camila se metería en graves problemas pero nunca al punto de tener que ser yo precisamente que tener que sacarla de la cárcel.

Un escalofrió me recorrió la espalda cuando dije — entremos.

(Lauren)

—No—agrande mis ojos ante su confesión— ¿Cómo puede ser que te creíste enamorarte de tu prima y hasta la besaste, que estabas dispuesto hacer todo por ella y le pediste que se casaran? —sentí mi boca caer y caer más y más a lo tan tranquilo que asentía a mis asombro— perdóname por decirte esto pero eso es muy enfermo.

—Ah no te molestes en decírmelo me di cuenta de lo que parecía justo en el mismo instante en que la bese en aquella fiesta que hice en mi casa, además de la tremenda cachetada que muy bien merecida recibí, la paliza de su ahora novio y aparte de que no sentí nada, absolutamente nada cuando la bese me fue suficiente— explico riéndose al recordar todas las locuras que por lo que veo son divertidas para él.