Fifth Harmony: Camino a la Fama y el Amor

Sueños y Venganza

Mi Corazón y mi cabeza estaban en un duelo por mi decisión. ¿Hago YOLO? ¿Estaría bien hacer YOLO? Como últimamente me he vuelto fiel a este dicho (con ultima me refiero ahora) tome su mano con una sonrisa, que él me devolvió con una de lado.

—¿Está lejos? ¿Es lindo? ¿Hay comida? —estaba ansiosa, quería saber a qué otro lugar hermosos me llevaría si no había más que este.

—Solo te diré que te encantara Camila

Asentí enérgica y me encamine con el tomando las parte de atrás del árbol. Seguimos en línea recta hasta adentrarnos a una especie de bosque profundo. Olía delicioso y los animalitos aun nos seguían brincando de aquí y por allá. Escuche agua caer a lo lejos, a media que caminábamos el suelo se hacía más rocoso húmedo, el sonido del agua caer se hacía más y más fuerte.

Niall se colocó detrás de mí-cubriré tus ojos es un sorpresa- me aviso y tapo mis ojos con sus grandes manos.

—Con cuidado, a tu izquierda no pises esa roca— me guio unos pasos y alejo sus manos de mis ojos.

—Niall esto es... ¡asombroso! —esa no era la palabra que estaba buscado pero estaba anonadada, esto superaba las leyes de lo hermoso, era una especie de gruta: flores silvestres se asomaban en el suelo, todo estaba húmedo y olía deliciosamente (a naturaleza obvio) lo más hermoso era la cascada que caía frente a mis ojos con su agua cristalina cayendo hasta formar una laguna en el fondo. Me encanta.

 — ¿Quieres entrar? —wow ya se estaba quitando su t-shirt

Este chico siempre me anda metiendo en decisiones difíciles. Primero me pidió que viniera con él y acepte, ahora quiere que entre con él al agua y no sé qué hacer.

Que me den. Pero yo me entro con él.

Me quedo perfecto hasta rimo.    

Mientras Niall se quitaba sus jeans aproveche y me deshice del vestido lo más rápido que pude quedando en ropa interior, entrando los más silencioso posible al agua. Abrí mis ojos para una visión más clara de hacia dónde nadar, pero como soy tan estúpida y olvide que el agua si es cristalina desde arriba pero todo lo contrario abajo. Y como soy Camila abrí la boca y me lleve un tremendo jalón de agua a la boca.

Obviamente mi plan fallo y subí como una loca histérica tosiendo agua, aire y la poca saliva que me quedaba, seguro estaba roja de la vergüenza y con mis pulmones sin aire con y los ojitos saliéndose su lugar.

Mientras yo moría Niall se estaba partiendo de la risa en el suelo.

—Es-e-ta bien y-ya me calmo— decía este pero solo le daba más risa y volvía a lo mismo.

Yo me hundía más y más en la salsa de tomate que tenía en la cara hasta que se me contagio la pegajosa risa del chico este y termine riendo a carcajadas también. Pero deje de escucharla y me pareció rarísimo.

¿Abra muerto con su propia risa? Es posible.

Me voltee para ver qué pasaba pero ya no estaba donde hace unos momentos estaba muriendo de un ataque de risa, nade un poco hacia la cascada, creo que se estaba escondiendo de mí.

Pues juguemos.

Obligue a mis 5 sentidos quedarse quietos y atender a lo que quería, logre estar tan calmada y quieta que solo el sonido de la cascada se escuchaba al igual que los pajaritos. Como el tenia ventaja (ya que estaba desde un punto seguro donde no podía verlo) salí del agua al punto de partida y me puse dando la espada a la laguna, lleve mis manos hasta mi espalda y coloque mis manos en mi sujetador, lentamente.

Conté 15 segundos rezando para que este apareciera y no fuera tan pervertido y me hiciera quitarme todo ni en un millón de años señores.

— ¿Así quieres jugar? —susurro en mi odio haciéndome sobresaltar, poniéndome todos los pelos de punta.

Estaba agitado y su respiración era pesada.

—Me obligaste hacerlo Mr. Irlandés— reí nerviosa

Si, nerviosa.

Abroche mi sujetador y gire para verlo a los ojos, estos se habían vuelto un poco más oscuros de lo que en realidad eran.

—Eres hermosa —susurro pasando sus manos por toda mi espalda.

— ¿Tú crees? — esto se estaba poniendo un poco... Caluroso o solo soy yo. Es hora de bajar la temperatura solo unos centímetros.

—No creo que sea necesario preguntar— Niall había cerrado los ojos pero seguía hablado, me dio oportunidad de girarlo poco a poco hasta quedar yo de espaldas al agua.

—Sabes Horan —susurre en su oído

— ¿Sí? —es increíble lo que una mujer puede hacer solo con su voz. Estaba totalmente descompuesto.

—Tengo el privilegio de decirte que... ¡Gane!

Y me tire de espaldas al agua.

Gracias, gracias. Sé que soy la mejor.

Tenía que ver su cara, necesitaba ver su cara. Nade a la superficie y ahí estaba el, rojo de la furia por ser engañado por una chica. Este era el mejor premio.

Estalle a carcajadas, ruidosas y llenas de alegría y satisfacción.

—Bien acepto que me ganaste— dijo acercándose con las manos a ambos lados de la cabeza-pero quiero la revancha-.

—Pues eso lo veo bastante difícil Horan, es un buen perdedor y acepta que te gano una chica.

—Entonces ahí otro problema— dijo tomándome de la cintura y atrayéndome hacia el- yo nunca pierdo, hermosa-.

Cerró los ojos y empezó a acercarse lentamente hacia mí, nuestras narices se rozaron y... Y

(Dinah)

Que extraño, Camila no es de las que duermen tanto así que me tome la libertad de despertarla.

O solo quería ver si seguía respirando.

—Yo gane... Te gane... ¿Qué haces? — ¿qué rayos estaba soñando esta niña? Sí cabeza esta donde deberían ir los pies, movía su cuerpo como un ángel de nieve...

—Camila... Camila— tenía el sueño pesado la loca esta. Mis llamados angelicales no servían con este diablito.

Opte por el plan B: la trompeta.

Sí, mi trompeta.

Corrí a mi litera en busca de ella, encontré a mi bebe y le di un beso. Suena raro pero es mi bebe.

Volví a la litera de Camila, y sople profundamente tocando la típica melodía de los campamentos.

—¡Que sexy! —grito totalmente sobresaltada golpeándose la cabeza con el techo, se cayó al piso.

Las chicas vinieron casi al tiempo en que ella cayó al piso. Lauren y Normani de unieron a mi concierto de risas mientras Ally nos regañaba por no ayudar a una aturdida Camila.

—Eso es por no dejarme mi pedazo de pizza —dije entre risas, dulce venganza.

—Solo tenías que obligarme a comprarte una, hubiera preferido mil veces eso—ella aún seguía quejándose por el golpe

—Créeme que esto es mejor de lo que crees— le di un beso en la mejilla y salí a la cocina.

Buena manera de comenzar el día.