- No eres el único que ha dejado sus esperanzas en el pasado, también yo... *Bueno, aún tengo una pequeña*.-Piensa Amber-Después de que mi padre desapareció así, sin despedirse en una noche y sin volver. Perdí todo, estoy sola, bueno no tanto... Con la compañía de mi hermano y mi madre. A pesar de que de que mi hermano es fastidioso y jodidamente alto, igual que mi padre, ha estado ahí cuando lo necesito. Me ha demostrado su cariño de hermano, y eso lo aprecio. Igual que mi madre, a pesar de que ya no tiene la compañía de su querido esposo desaparecido y tomado casi por muerto, ha estado ahí luchando como cabeza de hogar siendo madre y padre a la vez. Sin embargo, me siento sola, ¿entiendes? sí, tú sí entiendes la soledad, perfectamente de hecho. Supongo que me entiendes sin duda. Pero, no entenderás que mi padre era como mi mejor amigo, me regañaba, me molestaba, me regalaba lo que yo quisiera, me daba sorpresas, me ayudaba con mis locuras de adolescente. Me daba consejos respecto a las hombres, los novios, el estudio... ¡todo! y de un día para otro, solo se va sin dejar rastro. En los primeros días me sentía horriblemente, como si me arrancaran poco a poco el corazón. Lloraba, me iba mal en el colegio, le alegaba a mi madre. Hasta después de un coneado tiempo, entendí que él no volvería, mi padre no volvería.
- Qué triste.- Le dice el hombre- Sí, muy triste, pero ya después de un tiempo determinado, uno se va olvidando de las cosas. Aunque te seré sincera, siempre tendré ese hueco en mi corazón en el que solo podrá rellenar mi padre...
- También tuve una hija, se llamab...
- Escuchas eso?-interrumpe Amber- No, espera... Sí, las pisoteadas de arriba?
- Sí, sí! esas. ¿Miramos?-. ¡Ay Amber! Siempre te haré la misma pregunta, ¡¿ESTÁS LOCA, IGUAL QUE YO?!- Le responde gritando el hombre hacia Amber.
- ¡Sí! Jodidamente estoy loca. ¡IGUAL QUE TÚ! Ahora, déjame iré a investigar, no me detengas, loco.
Amber sube, sin escuchar las advertencias del hombre, y sale a "investigar". Cuando el hombre desde abajo en el refugio, escucha un grito de "¡AUXILIO!" Sale inmediatamente del lugar, pero llega tarde. Amber ya no estaba, ni su capricho, ni sus gritos.
- Ahora qué hago, ahora qué hago, ahora qué hago, ahora qué hago, ¡¡AHORA QUÉ HAGO!! Mi hija, mi hija, mi hija está en las garras de la bestia. Todo por su capricho, ¡MI HIJA! Definitivamente, sí estaba loca, igual que yo. Tendré que salir a buscarla, no la perderé de nuevo. Pero, y si muero intentándolo? No, no perderé nada. Iré a buscarla... Pero... ¿Qué tal que sea una broma de la caprichosa? Entonces, en ese caso no saldré. Pero cuando pequeña, ella no me hacía esa clase de bromas.
Y el hombre, el padre de Amber, se mantuvo así por una duración de 10 minutos, en un debate contra y a favor de él.
Por el otro lado, Amber no estaba fingiendo, ni haciendo ninguna broma. Ella había visto a la bestia con sus propios ojos. Amber en sí, no debió haber salido del lugar, ya que al parecer según el hombre, para la bestia Amber es como una bandeja paisa, combinado con un delicioso postre de fresas con crema. Según el hombre. No fue así.
Amber al salir del lugar había un oso, muy hambriento, quiso atacar y poder saciar su hambre. Pero no lo logró. Alguien obstruye la deliciosa comida. La bestia, casualmente pasaba por el lugar muy meticulosamente para ver qué sucedía en su territorio. Cuando ve que un oso hambriento y al atacar a Amber actuó rápidamente haciendo que el oso se fuera y no volviera. Aunque, al escuchar los ruidos del hombre, se asustó, se llevó a Amber, y mientras pasaban los minutos, no volvió.
A lo lejos, bien a lo lejos, casi llegando a las afueras del bosque, la bestia tenía un refugio. Claro, un refugio más grande y fuerte. Donde llevó a Amber consigo. En el refugio, Amber tuvo el atrevimiento darle sus más honorables agradecimientos a la bestia, donde la bestia también le correspondió dándole un "no hay de qué". Pasaron la noche, y la bestia le ofreció comida a Amber. Adivinen qué era. Sí, carne de venado. Amber estaba algo cansada de comer lo mismo todos los días. Pero era mejor comer algo, a no comer nada.
AL DÍA SIGUIENTE...
- Dime, ¿por qué estás sola en este tenebroso bosque? Acaso no has escuchado las increíbles historias de las personas acerca del bosque y de mi? Dime. No le temes a que esas historias de terror se hagan realidad?-. Le pregunta la bestia a Amber.- ¿La verdad? No. Desde la primera vez que te vi, supe que no eras tan malo. Vi la bondad en ti. Si, no te mentiré tuve miedo de las historias de terror. Hasta de pronto sean reales, ¿por qué no? El punto es que me encantaría conocerte, dejame conocer la bondad que verdaderamente hay en ti.
- No. Te hará daño.
- No, no me pasará nada. Estoy segura que no. Quiero saber tu pasado.- Eres muy curiosa, respeto eso. Pero a la vez no. Debes quedarte aquí durante un tiempo determinado. No saldrás de aquí. Por comida no te preocupes, que no te faltará. Compañía la tienes. Comodidad ni se diga. Así que no hables, a menos de que yo te lo pida, por favor.
- S-s-s-sí. Le responde Amber, fastidiada de que los hombres la manden tanto. *... Que este bosque solo produce hombres machistas?* Piensa Amber.
Mientras tanto, el hombre extraño. Gana el debate, y decide ir a buscar a su preciada hija. Deja el refugio junto con la carne de venado,(que por cierto ya se estaba pudriendo) y se va. Trata de seguir huellas grandes, pequeñas. Olores, fuertes y dulces. Sonidos, grandes y débiles.- No, con ella si no perderé la esperanza, con ella no.-Se dice así mismo.
Pasaron algunos días, algunas noches, el hombre cansado sigue buscando a Amber queriendo poder hablar animalés, para charlar con los animales respecto a la desaparición de su hija, junto con la preciada bestia.
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Los Monstruos También Se Enamoran (BORRADOR - EDITANDO)
LosoweAmber Lee, una chica extrovertida, y poco sociable. Su vida, no fue la mejor de todas. No fue niña rica, ni nada por el estilo. Tuvo sus traumas, que se ven pocas veces en la infancia. Su vida en la niñez, no fue sólo color de rosas, junto con unico...