PRELUDE

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La noche habia llegado, Yoon Bum no habia parado de tocar desde que la escuela había terminado .

Se habia colado en el auditorio después de las clases aun cuando estaba prohibido usarlo sin el permiso adecuado.
Pero él lo necesitaba, era el ultimo día de examenes y gracias a el estudio exhaustivo tenia fé en elevar sus notas esta vez.

Nocturne No.2 de Chopin resonaba desde las puntas de sus dedos hasta lo más profundo de su cerebro.

Al terminar la pieza desvio su vista momentaneamente al reloj en su muñeca y su corazón dio un vuelco al ver la hora.

-¡9:30! -Exclamó apesumbrado, su tío llegaba a las 10:00 a casa y si el no estaba ahí, se quedaría durmiendo fuera de casa.

Metio sus partituras en la mochila y corrio escaleras arriba, paso los dedos entre los encendedores para apagar la luz. Llego a la ventana por donde habia entrado, la noche habia caido y la luz de luna era opacada por densas nubes de tormenta. Salio por la ventana, no sin antes acomodar el seguro para cerrarla.

Se deslizo como spaghetti entre el orificio y corrio hasta la salida de la escuela, al llegar al portón lo escalo hasta saltar desde lo alto y seguir su camino.

Los faros iluminaban la calle por la cual corría, sus pulmones querían colapsar por el esfuerzo, el cielo se iluminó y el sonido del trueno le advirtió que la lluvia de aproximaba.

Se detuvo de golpe, o más bien se detuvo dandose un golpe.

Calló bruscamente arriba de alguien dando golpe sordo en el suelo.

Abrio los ojos para toparse con un chico, de cabello bicolor extremadamente guapo, Yoon se sonrojo al caer en la posicion en la que estaban al ver la mirada sorprendida del joven, quien después frunció el ceño, algunas de las partituras que llevaba en la mochila se habian salido y quedado en el suelo.

Bum no pensó dos veces antes de levantarse, recogerlas rápidamente, musitar un "Lo siento mucho" y seguir corriendo.

-Oh no... -Murmuro cuando doblo la esquiña y la luz de la casa estaba encendida. Su tío ya estaba en casa. Y por nada en el mundo iba a abrirle.
Verifico la hora en el reloj "10:02".

Camino hasta la puerta y se dejo caer rendido, por experiencia sabia que no debia molestar a aquel hombre.

Otro relámpago surco el cielo y para su mala suerte, la lluvia se dejo caer.

-¡Aaah! -Gruñó, mientras se preguntaba si dormir en la casa de un perro sería comodo.

Love Symphony Where stories live. Discover now