Náufrago de cristal

Así afuera como aquí adentro.

Y es verdad que estoy cansado de estar triste (mejor dicho golpeado), duele los actos más sencillos de amor, duele, duele la vida; y estar solo, a lo mejor sea una utopía, pero lo cierto es que se siente real, tan real como el viento y el tiempo que aunque no es perceptible, es notorio; disimular o ignorar ya no funciona, ya son técnicas desfasadas que me tiran en cara que perecieron por mí, que replican con fuerza que no hay valentía ni una pizca en mí, me incriminan con fuerza que no hay batalla que ganar, que no hay orgullo para salvaguardar, que mis provisiones cayeron una por una y quedaron a kilómetros, me resigno y acepto que la mejor opción es el retorno; pero es una opción que no está habilitada.