Capítulo 5.

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Me encontraba en Italia, no me quedaba más qué regresar a México. Marqué por celular  una vez más a alguien que sin duda me ayudaría más que nadie
—Hola
— ¿Quién habla?
—Soy Xio
— ¿Xio? Todo está bien, me entere que asesinaron a tus padres fue algo terrible, ¿tu cómo estás? ¿Dónde estás? ¡Nadie sabe nada de ti!
—Necesito tu ayuda, ¿puedo confiar en ti?
—Sabes que te quiero y que eres de lo más importante que hay en mi vida, ¡claro!
Las lágrimas caían de mi rostro muy rápido
—lo sé, por favor ayúdame, perdón... ¡si te hubiera hecho caso!
—Tú dispusiste alejarte de mí, cuando te comprometiste con Bruno, tú y yo dejamos de ser amigos y no por mí, hemos sido mejores amigos desde que usábamos pañales, nuestras madres eran las mejores amigas desde niñas y nosotros crecimos juntos, después simplemente me dejaste de hablar
—Lo sé, yo lo sé, perdóname
—Ahora necesitas de mí, por eso me buscas
— ¡entonces, no me ayudarás!
— ¿y tu novio, donde esta? sabes creí que a ti también te habían matado, nadie sabía dónde estabas pensé que te había pasado algo malo, te busque pero no hubo pista de ti, Incluso vino Bruno peleamos y terminamos en golpes
— ¿por qué sucedió eso?
—él tiene una relación con otra chica,  desde que tú y el estaban juntos los eh visto.  Cuando él te vino a buscar le insulte por mentiroso, me molesto que te mintiera, creó que se me paso la mano y le lastime el brazo, le pegue con un bate.

No dije nada, me quede callada unos  segundos solo pensé en que no deje qué Bruno explicará lo de su brazo en el aeropuerto y que desconfíe de él, quizá sólo fue una confusión.
—mira, eso ya no importa, estoy bien necesito de ti ¡por favor!
—Sabes que te amo con el corazón en la mano haría lo que fuera por ti, entiendo que tú a mí no Xio.
Respondí a sus palabras cortante
—Estoy en Europa voy a México, recuerdas nuestro escondite secreto junto al lago de tu casa —le dije—.
—Te veo ahí mañana en la noche
—Sí, ahí te espero
—Si prefieres, voy por ti y venimos juntos
—¡No! Será como te dije,  por favor
—Está bien, Tranquila
No pretendí quedarme en Europa más tiempo regrese a el aeropuerto para comprar de una vez el boleto e ir de regreso.
Por fin a casa ―pensé, después de a ver pasado muchas cosas.
Llegando a México tome un taxi para ir a nuestro lugar citado dónde nos veíamos Daniel y yo ahí jugábamos de niños es un pequeño parque ecológico antiguo y abandonado con casitas de madera pequeñas para los niños, había mucha sombra porque está muy poblado de enormes árboles, todo era igual; casi igual, sólo que ya viejo y la gente ya no iba ya estaba muy descuidado había una casita donde nos subíamos, le llamábamos cuartelillo. Había llegado antes que él, así que me subí al viejo cuartelillo antes de que él viniera, para recordar viejos tiempos además de que me tranquilizaba mucho subir, era un lugar que me daba seguridad y me ponía feliz. Me asomé para ver que no viniera para poder bajar, vi que venía, me avergonzaba que me viera ahí arriba así qué me quedé callada hasta que creyera necesario bajar, lo miré embobada, era tan distinto a cuando éramos amigos, se había cambiado el look se veía cool, el cabello lucía distinto muy arreglado, tenía nuevo peinado no tenía lentes ni frenillos, se habría quitado la ortodoncia se veía más alto y ya no tenía  esos asquerosos  barros en la cara.
Jamás me fijé cuando cambió tanto, él tenía razón, me olvidé de él. Mi corazón pálpito velozmente creo que me gustaba y mucho que vergüenza bajar de la casa del árbol, será embarazoso que me encuentre en la casa del árbol como si fuera una niña tonta jugueteando, lo miré un tiempo, observaba lo atractivo que se veía, él se sentó en una piedra gigante y saco su celular, supuse que me marcaría, me sorprenderá aquí arriba y no lo iba a permitir. Saqué los celulares y los apagué no sucedió nada, se acostó sobre el piso de piedra, la playera se le subió un poco se veía su abdomen todo firme y musculoso, mi respiración se aceleró y me comencé a ruborizar, vergüenza es lo que sentía por mí misma.
—que estúpida con tantos problemas y yo pensando en tonterías, serré los ojos y respire escuche que hablaba por el celular me asome para ver más de cerca sin que lo notara
—mira ella no debe saber nada al fin estoy aquí por ella, no quería que siguiera con ese imbécil ¿a ti más que a nadie, te interesaba todo esto no?
Quería que no se refiriera a mí, que él no tuviera nada que ver conmigo, él comenzaba a importarme, qué es lo que no quería qué supiera -pensé-. guarde silencio y deje que se cansara de esperar y qué se fuera. Paso casi una hora hasta que por fin miro su celular y se fue impaciente, baje de inmediato de la casita y prendí los teléfonos para no sospechar nada, salí corriendo de ahí fui a casa de Lucy para ver que ayudará a averiguar lo que sucedía, yo tenía siempre la costumbre de entrar por detrás de su casa había una forma de abrir sin usar llave y solamente lo sabíamos ella y yo.  Cuando llegué, entré al patio y fui hacía la puerta  de atrás, estaba sucio con muchas cosas tiradas trate de no caer o patear nada, entre a la casa, ella hablaba por celular.
—... y...qué quieres que haga, ¡ella no debe saber!
No hice ningún ruido para que no me notara, al parecer no había nadie más en casa, me quede atrás de ella, a un no se percataba
— ¿con quién hablas? Le pregunté muy curiosa, de saber sí de nuevo era yo el tema
Me miró  impresionada sin decir ni una palabra
El celular se cayó al piso, me acerque para levantarlo y vi en la pantalla el número de Daniel,  era clarito que era su número, cuando me levante la mire  al rostro
— ¿qué es lo que no quieres qué sepa? ¿Te referías a mí? ¿no?
— ¿cuánto tiempo llevas aquí?
— ¡Lo  suficiente para ver que hablabas de mí!
La mire confundida, vi algo extraño en ella; se tapó el vientre
No podía creer lo que veía, tenía  el abdomen muy grande
— ¡estas embarazada! No podía creerlo
— ¿quién es el papá? ¡Contesta!
— ¿mejor tu dime, que es lo que pasó?
— ¿de quién es ese bebé? por qué no me habías dicho, porque no me lo dijiste antes
Quería saber, era extraño que mi mejor amiga me ocultara algo tan importante  como un embarazo. ¿Por qué ella no me lo habría  dicho antes?
—mi bebé es...
Lo pensó bastante tiempo, como para  hacerme sospechar que ella quería ocultarme algo
—…de Daniel ―me dijo inmediata
Para mi buena suerte estaba entrando Daniel  a casa de Lucy
— ¡ah qué bien! no sabía que tenían un relación
Él nos miró extrañado, parecía que no sabía de qué hablábamos, guardo silencio unos minutos y después de mirarnos a ambas y de notar que yo no dejaba de ver el vientre de Lucy, por fin intervino
—Claro, eso fue hace tiempo, ahora sólo somos amigos
— ¿amigos? Y como está esperando un bebé tuyo
No sabía por qué me ponía alterada si él y yo apenas si éramos amigos, con qué derecho podía reclamarle
—Dile la verdad Lucy, —dijo él
—mira es mejor que lo sepas de una vez, Bruno y yo estamos saliendo, me da pena que lo sepas pero... él es el papá de mi bebé.
La miré decepcionada y con mucho coraje yo era quien me casaría con él.
— ¡tú eres mi mejor amiga, como es posible! -dije decepcionada
—ya no éramos mejores amigas, dejaste de hablarle a todos por él, tu tema era Bruno tu tiempo y tus palabras eran sólo de él.
—Ya entiendo de que se trata, ¡está bien! tú y Bruno...
— ¿Daniel y que haces aquí? ¿Ahora ella es tu mejor amiga?
—Perdón Xio, pero si, algo así
—A esta bien, yo sobro aquí
— ¡No espera!
Se acercó lo más que pudo  bloqueando mi camino, me tomo de los hombros y se puso muy cerquita
—Yo quiero ser... más que tu amigo -me miró  a los ojos, se acercó  lentamente y trato de besarme, por una parte quería  desahogarme en sus labios, pero no frente a Lucy  y menos  en esas condiciones.
Di la vuelta rápido ignorándolos y salí de ahí,  ¿qué pasaba? ¿Por qué tantas mentiras? todo era una confusión necesitaba hablar con Bruno tenía que hacerlo ¡ya! Corrí hacia su casa que no quedaba lejos. Llegue muy rápido, toque la puerta agobiada pero al parecer no había nadie  y quería saber la verdad, así que me metí por la puerta de atrás sin que nadie me viera, no lo sabrían, me dirigí hacia su cuarto,  su casa era muy elegante Y grande pues sus papás son muy adinerados, sin en cambio yo no gozaba de lo mismo, en su recámara no había nada más que una prueba de embarazo en la cajonera junto a una foto  mía, supuse que la prueba era de Lucy, quería que me aclara lo del engaño pero desafortunadamente no estaba, mientras me iba de ahí note que las puertas principal estaba cerrado con llave y no quería que sonara la alarma, justo antes de salir, la familia venía entrando ellos no  podían verme dentro de la casa, tenía que salir por atrás. Fui a esconderme a un pequeño cuarto que está debajo de la escalera para mi buena suerte no tenía llave, entre sin hacer ruido estando adentro escuche que habían ido al velorio de mis padres, con tantos problemas no me había dado el tiempo de ir a casa, no percibí ruido, abrí para asomarme a ver si estaba sola y en efecto ya no había nadie, habían subido a sus habitaciones, salí del pequeño cuarto quería subir a ver a Bruno pero me dirigí a la puerta
— ¡hasta que por fin salí!
Nadie se había dado cuenta que estuve ahí...

 Fui a esconderme a un pequeño cuarto que está debajo de la escalera para mi buena suerte no tenía llave, entre sin hacer ruido estando adentro escuche que habían ido al velorio de mis padres, con tantos problemas no me había dado el tiempo de ir ...

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(Modelo de personaje de Daniel)

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