Capitulo 5. Eloy

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Al echarme en la cama no me cuesta conciliar el sueño, pero al cabo de una media hora me despiertan unos gritos. Provienen del piso de abajo, y creo que pertenecen a Emilio. Salgo de la cama y pego la cabeza a la puerta, no la voy a abrir no sea que piensen que soy cotilla. Continuan los gritos, y ahora me queda muy claro que es Emilio. Esta diciendo no se que de la policia. Al principio no me entero de nada, pero al final me doy cuenta de que va el tema: el botellon. Habran pillado a Anais, y ahora le estan echando la bronca. Decido abrir la puerta: la culpa no es solo de Anais, yo tambien he ido. Me acerco a las escaleras, mientras tanto es mi tía la que habla, pero cuando estoy a punto de bajar las escaleras oigo una voz nueva:

-¡No es justo! Anais tambien estaba, pero claro como ella es la niña bonita de la familia pues no se le dice nada- es una voz de chico.

-Si claro- dice Emilio- la niña bonita que es mayor de edad y ya es mayorcita para decidir que quiere hacer con su vida.

-¡Esto es increible!- vuelve a decir ''el chico''- En todas las familias a la chica, aunque sea la mayor, se le prohibe beber, salir, tener novio... Pero no, en esta casa es al chico al que se le prohibe todo, aunque ya sea mayorcito.

-¡PUES ASI SON LAS COSAS NIÑ...!- es Emilio y parece enfadado.

-¡Emilio!- es mi tía, supongo que intenta calmarlo.

-Ni Emilio ni nada. No puede ser siempre lo que el quiera. Ademas, ¿tu lo has visto?

-Esta en edad Emilio- es Anais, creo que intenta defender al chico- tanto Eloy como todos sus amigos han estado en el poli esta noche, no sera el unico al que le han puesto la multa...

Eloy.  Claro, el hijo de Emilio, me había olvidado de el. Ahora creo que entiendo de que va el tema: Eloy ha ido a la fiesta, cuando ha llegado la policia lo han pillado de botellon, y siendo menor le han puesto una multa. Todo encaja.

Oigo como se abre la puerta del salon.

-Mira sabeis que os digo: ¡QUE ME VOY A DORMIR!

Es Eloy, decido regresar a mi habitacion, cierro la puerta y me echo en la cama. Oigo como se abre la puerta de su habitación y un portazo al cerrarse.

Los demas siguen en el salon hablando, pero no alcanzo a entender claramente lo que dicen.

Estoy cansada, asique decido echarme de nuevo a dormir, y esta vez hasta que sean como poco las doce de la mañana.

SARONSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora