Confunfida (Parte 2)

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La siguiente obra NO es de mi autoría, es una adaptadción que fue realizada durante 2017, por lo que no cuenta con la mayoría de personajes que actualmente han aparecido en la serie y encontrarán personajes no canónicos que fueron creados con el fin de cubrir un papel importante en la historia, sin embargo, también aparecerán personajes de Ladybug PV.

Recuerda que a continuación, lo que leerás queda bajo tu responsabilidad y todo es una ficción.




Estaba llorando, no lo había soportado más. Nunca antes le había dicho a alguien lo que pensaba o lo que sentía, pero necesitaba desahogarme. Mi voz fue casi inaudible, y supe que no fue por el llanto, me había enfermado. Era patética.

—No vuelvas a decir algo semejante nunca más en tu vida, ¿me oíste? —dijo Adrien de repente. Aparte mi rostro de su cuello y lo miré a los ojos.

Esto no era lo que quería, solo había logrado encantarme más con Adrien. Era el chico más espléndido que haya conocido en mi vida. Pero yo no era para él.

—Es la verdad... —le dije suspirando—. Tú tienes todo lo que deseas, todo lo que te propones lo consigues... en cambio, yo ¿Qué soy? ¿Marinette Descerebrada?

—La chica que amo desde los ocho años —me interrumpió.

Sonreí, nació con naturalidad esa sonrisa. Al igual que el beso que le di. Sentí ese fuego otra vez, ese que no sentía desde hace un mes, desde la última vez que junté mis labios con los de Adrien. Pude sentir como si todo estuviera en cámara lenta mientras acariciaba la boca de Adrien.

Cuando nos separamos, hice una lista mental de todos los besos que él me había dado y de los que le robé: me faltaban muchos para alcanzarlo.

—No sabes cuánto extrañé eso —me dijo.

—¿Y por qué no lo hiciste antes, idiota? —le pregunté tan bajo y ronco, que mi voz apenas fue perceptible.

—Porque si no todo esto no hubiera resultado —no entendí a que se refería, así que me lo explicó—: Mi plan para enamorarte. Los celos con Jessica, que te sintieras dejada de lado, que comenzaras a necesitarme. De verdad lo siento mucho si te hice sufrir, pero lo hice para saber si tú me querías o si solo perdía mi tiempo.

Si la situación no fuera tan delicada, y no me sintiera tan mareada, lo habría botado de la cama. Pero las ganas de seguir escuchándolo y sentir un abrazo suyo otra vez le ganaban al enojo.

—¿Y cuál es tu veredicto?

—Que seguiré luchando porque al parecer algo sucede aquí —me dijo, tocando mi pecho con su mano. Mi corazón latía deprisa, de emoción y algo más que no supe definir.

—Me alegro... —y lo volví a besar.

No sabía que hora era, pero seguro la hermana de Luka estaría por llegar. Sin embargo, cada minuto nuevo que marcaba el reloj parecía una tortura para mi cuerpo, me sentía enferma y cansada. Aunque el calor de Adrien ayudaba bastante.

De pronto, y sin previo aviso, la voz de Adrien inundó mis oídos. Al principio creí que cantaba, su voz era armoniosa y suave, pero luego me di cuenta de que en realidad estaba recitando.

—"¿A un día de verano compararte? Más hermosura y suavidad posees" —empezó a recitar, haciéndome cosquillas en el cuello con sus susurros.

—... Toda belleza alguna vez declina, ajada por la suerte o el tiempo. Pero eterno será el verano tuyo. No perderás la gracia, ni la Muerte se jactará de ensombrecer tus pasos...

Entonces reconocí el poema.

"A un día de verano compararte". El poema que la maestra leyó cuando tenía nueve años.

—Es el poema de cuando me ayudaste —le dije.

—Sí, bueno... en realidad, no lo hice. Ese día solo te miré y pensé en amor, y al perecer lo dije en vez de pensarlo.

—Ya sabía yo que no eras el niño genio que todos creían.

—Tomaré eso como un cumplido, aunque no se le parezca en nada —nos pusimos de pie para ir a esperar a la hermana de Luka. Mientras bajábamos las escaleras, Adrien me reveló otra cosa más—: Y cuando nos encontramos en el bosque de la escuela, en realidad me había peleado con Jessica y sus hermanos por defenderte, no por una tarea. Nadie te dice "Descerebrada".

Y esa fue la gota que rebalsó el vaso. El Adrien de siempre había vuelto y eso me convertía en la chica más feliz del universo. Y esta vez no lo estropearía, cuidaría de nuestra relación para no volver a sufrir nunca más.

—Ya siento que te amo... —le dije finalmente tomándole la mano cuando bajamos el último escalón. No vi su rostro, pero por su mano temblorosa supe que le gustó escuchar eso.

Me detuve en seco cuando nos dirigimos al living. Nuestras sonrisas se apagaron por una expresión de asombro. Una chica alta, de cabello negro con mechas moradas, con un abrigo nergo y unos enormes y bellos ojos rojizos, nos esperaba acompañada de Luka.

—No me digas que tú eres... —farfullé, pero la chica me interrumpió.

—¡Soy Juleka Couffaine, mucho gusto! Organizaré su boda ¿No les parece genial?

—¡Genial, nos casaremos en el País de Nunca Jamás! —exclamó Adrien entre risas. Le di un codazo para que no la molestara por su aspecto alocado y su impresionante ánimo.

Organizaríamos la boda... no había retorno, esto era oficial.

Cásate conmigo / Adaptación Miraculous LadybugDonde viven las historias. Descúbrelo ahora