¡¿USTEDES QUÉ?!

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La siguiente obra NO es de mi autoría, es una adaptadción que fue realizada durante 2017, por lo que no cuenta con la mayoría de personajes que actualmente han aparecido en la serie y encontrarán personajes no canónicos que fueron creados con el fin de cubrir un papel importante en la historia, sin embargo, también aparecerán personajes de Ladybug PV.

Recuerda que a continuación, lo que leerás queda bajo tu responsabilidad y todo es una ficción.



Al bajarnos del avión, sostuve con fuerza la mano de Marinette. Estábamos de vuelta en Francia, desde ese momento comenzaría nuestra vida juntos.

Cuando salimos, un grupo de personas con carteles coloridos nos esperaban, allí vimos a Luka, Sass, "Nathaniel", Félix, las chicas, mi madre, mis suegros y Angeline. Corrimos juntos a abrazarlos, sin soltarnos de las manos.

—¡Ya están aquí! —nos gritó Angeline—. ¡Van a amar la sorpresa!

—¡Angeline! —gritaron todos al mismo tiempo.

Marinette y yo nos miramos y reímos, estábamos de vuelta en casa.

Tuvimos que irnos en dos autos separados porque eran demasiadas personas. Sin embargo, cuando entrábamos a los límites de Francia, Angeline comenzó a desesperarse y a verse muy ansiosa. Dan la regañaba y le decía que no servía para guardar secretos.

Estaban todos muy raros, ocultando algo. Y recordé que Luka había mencionado en la luna de miel que nos tenían algo preparado.

—Esperen, la casa queda por la otra calle —dijo Marinette de pronto. Miré por la ventana y le di la razón, habíamos tomado la otra calle en la intersección, que nos dirigía al centro de la ciudad.

Nos detuvimos frente a un edificio, al frente había un parque y los edificios vecinos eran una tienda y una pizzería. Aunque este parecía sin habitantes, pero con un jardín muy bien cuidado.

—¿Qué es esto? —les pregunté.

—¡Sorpresa! —exclamaron todos a coro. Marinette me apretó el brazo y me miró profundamente, estaba pensando lo mismo que yo.

—¿Nos... regalan una casa? —pregunté aturdido.

—Solo para ustedes, para que hagan todas sus perversiones con intimidad...

—¡Luka, no quería saber eso! ¡Podía vivir sin esa imagen en mi gente! —le reprendió Angeline.

Le dediqué una mirada amenazadora a Luka, para que se callara y no metiera la pata. Pero terminamos riéndonos.

Entramos y tenían todo preparado. Había muebles, las paredes pintadas, decoración, de todo. Incluso ya habían mudado a Tikki y a Plagg, que Adrien se rehusaba a usar ese nombre sustituyendolo por Cataclismo o Asesino, que se miraban celosamente cada uno desde un ángulo de la casa.

—Gracias, está... no sé cómo describirlo... —suspiró Marinette. Seguíamos sin soltarnos de las manos.

De a poco se fueron despidiendo, para que nos adaptáramos a nuestro nuevo hogar. Sass prometió venir a visitarnos mañana, James vendría en la noche a dejarnos unas cosas que nos compró y Nathaniel tenía una cita con Lila.

Todos se marcharon, menos Luka y Kagami.

—¿Qué sucede? —le preguntó Marinette a Luka, lo conocía mejor que yo, a pesar de que bromeáramos todo el tiempo. Se veía distraído y pensador, al igual que en las islas. Algo bueno, no podía ser, se veía muy asustado.

—Les quiero anunciar algo —nos dijo.

—¡Oh, mira que hora es! Hora de irnos —le espetó Kagami. Marinette los miró con detenimiento, analizando cada movimiento y gesto de sus amigos.

Al final, Kagami arrastró a Luka y se lo llevó. Marinette me miró y negó con la cabeza, en señal de que no quería hablar del tema.

Revisamos la casa de arriba abajo, era de dos pisos y muy espaciosa, tenía cinco cuartos cuando nosotros solo utilizaríamos uno.

—Tal vez para las visitas —le dije.

—Tal vez para nuestros hijos, idiota. Mamá quiere nietos de inmediato —bufó. Me reí de ella y le contagié la risa, era absurdo. Yo amaba a Marinette, pero no estábamos preparados todavía—. Por favor, dime que nos reímos de lo mismo, porque no quiero tener hijos aún.

—No te preocupes, estamos en la misma sintonía —me besó y acarició mi cabello, últimamente le gustaba mucho hacer eso.

La cama era cómoda, pero no hicimos "nada". El viaje nos tenía agotados y además, tenía ganas de dormir abrazado a Mari, como antes de casarnos, solo por el simple hecho de sentirla a mi lado, de saber que era mía durante esa noche y que nadie más en el mundo la podía tener de esa manera.

Al día siguiente, no teníamos nada que hacer. Nuestros padres se habían encargado de mudar todas nuestras cosas a la casa nueva, todo estaba ordenado y lo único en que gastamos tiempo fue en desempacar. Marinette estaba de vacaciones y a mí ya me habían aceptado en la Universidad.

Hasta que llegó Luka de nuevo. Debían ser las once de la mañana, Marinette no sabía cocinar, pero trataba de hacer algo decente para el desayuno mientras yo colocaba la mesa cuando el timbre sonó.

Otra vez lo acompañaba Alex, y tenía las mejillas enrojecidas y el ceño fruncido. Luka lo obligó a entrar.

— ¡¿Quién es?! —gritó Marinette desde la cocina. Salió de allí, no se sorprendió de ver a Luka y a Kagami.

—Pitufina, Adrien, les queremos decir algo... —comenzó a decir Luka.

—Por favor, dime que tus impulsos no te dominaron —Marinette parecía saber lo que iba a decir Luka, en cambio yo, no tenía la más mínima idea.

—Demasiado tarde para advertirnos —nos dijo Alex, mostrando su mano y un anillo.

Un anillo.

¡Era un anillo de compromiso!

— ¡Luka! ¿Qué hiciste? —le grité, estaba pasmado, de todas las locuras que Luka había hecho, esta era la peor.

—Lo mismo que ustedes —me respondió de mala gana. Marinette no decía nada, pero parecía pensar mucho la situación.

—¿Cuándo ocurrió? —preguntó al fin.

—Antes de que se fueran de luna de miel —le contestó Kagami.

— ¡Tres semanas, Luka, no puedes casarte con alguien que conoces desde hace tres semanas! —volví a exclamar. No podía creerlo, era absurdo, él no podía casarse.

—Tiempo suficiente para enamorarse, ¿no? Acaso Marinette no se enamoró de ti en tres meses —me recriminó. Iba a decirle algo, un millón de insultos, pero Marinette me detuvo a tiempo.

—Primero, conozco a Adrien desde los ocho años, segundo, me gusta desde los 14 —eso no lo sabía, ¿Le gustaba a Marinette desde los 14? —. Y tercero ¿No será que alguien solo se sentía abandonado o celoso?

Luka se mordió el labio y bajó la mirada.

—No me importa lo que digan, me casaré en un mes con Kagami, les guste o no. Solo se los quise decir primero por qué son mis mejores amigos, y tú mi amante —me apuntó con el dedo—, y también para pedirles si Marinette quería ser la dama de honor, pero si están así, mejor se lo pediré a Chloe.

Se fue dando un portazo, pero se devolvió y tomó de la mano a Kagami, a quien había olvidado en su momento de rabia.

Ya solos, Marinette y yo nos quedamos en silencio, sin saber qué decir.

Marinette conocía a Luka, y sabía que cuando una idea se le metía en la cabeza, no había persona en este mundo que lo convenciera de lo contrario, así que nos gustara o no, asistiríamos a una boda muy pronto.

Cásate conmigo / Adaptación Miraculous LadybugDonde viven las historias. Descúbrelo ahora