Entre paredes de piedra. [Destiel AU]

3·

Habían pasado varias semanas de la selección de casas, y desde aquel entonces, Castiel, no había vuelto a hablar ni con su hermano mayor ni con el resto de sus amigos. Se cruzaban miradas en el banquete, incluso llegó a notar que Dean y Gabriel se sentaban de forma que podían observar a sus dos hermanos pequeños desde la distancia, y, de vez en cuando, dedicarles una dulce sonrisa para después volver a hablar con la gente que tenían alrededor.

El joven de ojos azules añoraba su compañía más que nunca, pues aunque había conseguido hablar con alguno de sus compañeros no podía compararlo ni por asomo, con pasar el tiempo con Sam y con los mayores de ambas familias. Todo era completamente nuevo para él, y era la primera vez que podía decir de verdad que se encontraba solo.

Estaba en el Gran Comedor terminando de cenar, había sido una día agotador, y lo único que deseaba en aquellos instantes era poder llegar a la Sala común de Hufflepuff, tirarse de lleno en la cama y dormir.

─Castiel Novak, ¿verdad?─Preguntó una voz a su derecha llamando de inmediato su atención y obligándole a dirigir su mirada en esa dirección.

El muchacho, un poco confundido, asintió y observó a la joven pelirroja que tenía al lado esperando a que ella se presentase.

─Charlie Bradbury. ─Dijo emocionada a la vez que extendía su mano derecha con una alegre sonrisa.─ También soy de primer año.

El joven Novak aun algo asombrado por la repentina presentación le devolvió el gesto estrechando su mano mientras intentaba sonreírle de la misma forma.

─Un placer.─ Contestó Castiel en un tono leve y tranquilo, a diferencia del que utilizaba la pelirroja.

─Te parecerá raro, pero... Vamos a clase juntos, y me ha dado la impresión de que no tenías a nadie, y...

─Tengo amigos, pero no en Hufflepuff.─ Dijo el joven de ojos azules interrumpiendo el discurso de Charlie, su intención no era ser tajante o hiriente, pero le molesto que le recordasen que el sombrero seleccionador no le había posicionado en Gryffindor, que era donde él más deseaba estar, junto a Dean y a su hermano mayor.

La sonrisa que minutos antes mostraba la pelirroja se había desvanecido con lentitud, pues lo que menos se esperaba era aquella respuesta por parte del contrario, ella solo quería tener un amigo, que era algo que en aquellos momentos no tenía, y al haber visto al muchacho igual de solo que ella pensó que sería una buena idea intentar hablarle.

Cuando Castiel se dio cuenta de la expresión que había adoptado la joven intento solucionar y corregir de alguna manera lo que había dicho.

─Quiero decir... Por esa razón no tengo a nadie con quien hablar.─ Dijo sonriendo levemente a la vez que esperaba que sus palabras hubiesen sido suficientes como para no espantar a la joven y volver a quedarse solo.

Charlie observo directamente a los profundos e intensos ojos azules del contrario y le devolvió tímidamente la sonrisa, ambos jóvenes empezaron a hablar, y a compartir hobbies y anécdotas divertidas, y al final resultó que tenían varias cosas en común que les animo a seguir hablando entre ellos hasta que Dumbledore dio por finalizada la cena y los dos pudieron ir juntos a la Sala común.

─Mañana a primera hora...─ La joven pelirroja hizo memoria y después le observo con atención para pronunciar en alto su conclusión.─ Encantamientos.

─Al menos no tendremos Pociones.─ Señaló el muchacho con una sonrisa divertida.

─Cierto, podría haber sido peor.─Respondió Charlie con la misma sonrisa.

Una vez entraron en la Sala común, subieron las escaleras y después de darse las buenas noches ambos se despidieron para entrar en sus respectivas habitaciones.

Era extraño, pero agradeció internamente a Charlie por haber tenido el valor de hablarle, pues, aunque él no quisiera admitirlo al cien por cien, si que necesitaba a alguien con quien poder hablar dentro de Hufflepuff, no podía seguir lamentándose de sí mismo por no poder estar con Dean en Gryffindor. 

Se le había presentado la oportunidad de tener una amiga, y no tenia intención de dejarla pasar.