Tenía apoyada la cabeza sobre la palma derecha de su mano, el banquete aún no había comenzado, pues antes de que todos tuviesen su última cena en el castillo, dando por finalizado el primer trimestre, el profesor Dumbledore estaba haciendo recuento de los puntos acumulados por cada casa para después dar paso a su discurso.
Escuchaba la voz del anciano a lo lejos, pero realmente no le estaba prestando atención, no podía quitarse de la cabeza lo que había sucedido minutos atrás con el mayor de los Winchester, y ahora, sin poder evitarlo, tenía la vista fija en él. Le molestaba haber tenido un momento de debilidad enfrente suya, y no podía dejar de darle vueltas al asunto, se sentía avergonzado, ya no era el mismo niño que lloró al despedirse de Dean y de sus hermanos en el andén nueve y tres cuartos, ahora, él estaba en Hogwarts, y él mismo se había prometido cambiar.
Castiel estaba mirándole, mientras que el muchacho de ojos verdes escuchaba con atención todas y cada una de las palabras que pronunciaba el profesor a la vez que sonreía de vez en cuando y lo hablaba con Gabriel, el cual estaba sentado a su derecha riendo de los comentarios de su compañero. Se le veía emocionado, o eso pensó Cas, pues como estaba diciendo Dumbledore, la casa Gryffindor, igual que el año anterior, iba en cabeza.
─Por ahora está claro quienes van a luchar por la copa de la casa.─Dijo Charlie posando los ojos en su compañero, quien aun seguía demasiado distraído como para prestarle atención.─ ¿Me estás escuchando?
─¿Que?─ El joven de ojos azules despertó de su trance y miró a la pelirroja la cual soltó un largo y profundo suspiro.
─Gryffindor contra Slytherin, menuda novedad.─ Dijo la chica sonriendo. Al darse cuenta de que su amigo aún se encontraba en las nubes, le dio un leve golpe en el hombro para intentar llamar al cien por cien su atención.─ Cas, ¿estas bien?
─Solo estoy cansado, quiero montarme ya en el tren y volver a casa.─ Sonrió de lado intentando dedicarle una de sus mejores sonrisas, y al ver como Charlie le devolvía el gesto se sintió algo aliviado, no quería que la joven se enfadase con él o incluso llegase a pensar que la estaba ignorando a propósito. Simplemente estaba demasiado distraído.
El profesor Dumbledore dio comienzo al banquete, y al juntar sus manos con aire alegre montañas de comida aparecieron delante de sus ojos. La gran mayoría de los alumnos empezó a llenar sus platos con todos los manjares que podían, y aunque Cas aquella noche no tenía apenas hambre, se permitió el lujo de disfrutar con su compañera la última cena que tendrían juntos hasta después de las vacaciones de navidad.
Una vez dejaron los baúles en la parte delantera del tren, se dispusieron a entrar de forma ordenada en el vehículo.
Gabriel Novak encabezaba la búsqueda de un lugar en el que ambos pudiesen sentarse para hacer más amena la vuelta a la estación de King's Cross. Iba a ser un viaje muy largo y la mejor opción era encontrar a tiempo una parte del vagón en la que no hubiese nadie para poder dormir tranquilos.
No podía negarlo, estaba emocionado por volver a casa por navidad, quería estar de nuevo junto a su hermano pequeño y compartir historias vividas los últimos meses, charlas sobre las notas, incluso salir a la calle una mañana que hubiese nevado para hacer juntos un muñeco de nieve... Simplemente quería pasar a su lado todo el tiempo posible, y compensarle de algún modo por no haber estado a su lado los últimos meses en Hogwarts.
Después de lo ocurrido aquel día con Cas se sentía bastante culpable, y aunque el menor de los Novak le había dicho que no estaba enfadado con él, que había sido mejor así, no podía evitarlo, y él mismo, se había propuesto aquellas vacaciones compensar a ambos jóvenes de algún modo.
─Parece que están todos llenos.─ Dijo Gabriel girando la cabeza para observar mejor a su amigo.
─Sigue un poco más, el último siempre suele estar vacío.─ Comentó Dean soltando un leve suspiro.
Anduvieron varios vagones más hasta que comenzó a cansarse y a buscar cualquier lugar donde pudiese sentarse y dormir. Giró la cabeza a su izquierda para comprobar quienes se encontraban allí, si era algún amigo suyo o simplemente un conocido. Sonrió levemente, preparándose mentalmente para mantener una conversación corta e incómoda mientras decidían si quedarse allí o no.
Aquellos intensos ojos azules que tanto conocía le estaban observando con asombro, tenía la vista clavada en él, y Dean en aquel momento pudo jurar que por primera vez en su vida, le veía nervioso.
El joven Winchester abrió la puerta de cristal que les separaba llamando la atención de Gabriel, quien, inmediatamente, cesó su búsqueda y se acercó a su amigo con curiosidad, queriendo saber qué o más bien quien, le había hecho pararse, y al descubrir que se trataba de su hermano pequeño una gran sonrisa se formo en sus labios.
─Hermanito, cuanto tiempo, ¿os importa que nos sentemos con vosotros? Es que todos los demás están llenos.─ Dijo Gabriel con un tono alegre y animado.
Dean separó la vista del chico cuando escuchó a su compañero hablar en plural, por un momento, había estado tan concentrado en Castiel que había obviado por completo la existencia de la pelirroja, la cual no tardó ni dos segundos en darse cuenta de ello. Charlie esbozó casi de inmediato una sonrisa burlona y asintió, dando a entender que estaba de acuerdo con la pregunta que había formulado Gabriel.
─Charlie Bradbury, un placer.─Dijo la joven alzando la mano en dirección al mayor de los Novak.
─Gabriel Novak, lo mismo digo. ─ El muchacho estrecho su mano con amabilidad y se dispuso a sentarse al lado de su hermano.
Una vez dentro, Dean imitó el gesto de su amigo y se sentó al lado de la pelirroja mientras observaba con curiosidad al menor de los Novak, el cual, con cierta incomodidad en su rostro buscaba algo lo suficientemente interesante como para mantener alejada la vista.
─¿Pasa algo?─Pregunto curioso Gabriel a la vez que les dedicaba a los dos jóvenes una mirada llena de confusión.
─Nada.─ Dijeron Dean y Castiel a la vez provocando que la joven pelirroja no pudiese evitar reírse ante aquella extraña situación.
El mayor de los Novak al final terminó ignorando el extraño comportamiento de los contrarios y comenzó a mantener una conversación con Charlie sobre encantamientos, hechizos y pociones que él mismo había creado con intención de gastar bromas tanto a alumnos como a profesores. La joven había encontrado aquel tema muy interesante, pues al ser de primer año todas aquellas cosas le parecían fascinantes, y no solo por el uso de la magia, si no también por saltarse varias reglas que al parecer eran bastante estrictas en el colegio.
Dean no se podía creer como Gabriel había conseguido captar la atención de la chica tan rápido, y cuando comprobó que Castiel estaba igual de atento que su amiga no pudo evitar sonreír con cierta ternura.
─Entonces después de recitar aquellas palabras el contenido del vaso se volvió pis, y él, sin darse cuenta se lo bebió de un trago.─ Relató orgulloso el final de la historia mientras Charlie frunció el ceño y sacaba la lengua, dando a entender que aquello le había parecido asqueroso.
─No era pis, sabía a piña colada. ─ Aclaró Dean provocando que los más pequeños empezasen a reírse mientras las mejillas de Gabriel tomaban un tono más carmesí.
Hablaron de muchas cosas antes de que el tren emprendiese su rumbo a Londres, pero después los cuatro jóvenes continuaron charlando hasta que el sueño provoco que se quedasen dormidos apoyados entre sí, mostrando lo que varios alumnos que viajaban en el expreso calificaron como, una escena muy conmovedora.
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Entre paredes de piedra. [Destiel AU]
Fanfiction''Mi única preocupación ha sido siempre protegerte.'' [Destiel AU en Hogwarts.]