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El frio había abordado el castillo de Hogwarts, y las vacaciones de invierno estaban a punto de llegar, lo que significaba regresar a casa por navidad con la familia y disfrutar del festejo rodeado de los seres queridos.

Castiel acababa de terminar de empaquetar su baúl, había dejado todo preparado para poder tener la tarde libre sin las preocupaciones que había tenido los días anteriores al enfrentarse a sus primeros exámenes en Hogwarts.

El joven de ojos azules estaba muy feliz, había conseguido aprobar todas las asignaturas con sobresalientes, se sentía muy orgulloso de sí mismo, pues no todo el mundo había logrado adaptarse al nuevo curso.

Bajo las escaleras de su habitación hasta llegar a la Sala común de Hufflepuff, había quedado con Charlie cuando ambos terminasen de preparar sus respectivos baúles para volver a casa. Pero ella aun no estaba allí.

La sala estaba bastante vacía como de costumbre. A diferencia de su compañera pelirroja a él le gustaba muy poco estar en aquella habitación llena de colores amarillos, el cuarto era bastante acogedor, pero el muchacho aun no lograba encontrarlo de esa forma.

Aun le costaba hacerse a la idea de estar en Hufflepuff, y aunque gracias a Charlie se estaba acostumbrando poco a poco, había ciertos momentos en los que pensaba que la profesora McGonagall iba a irrumpir en la ''afable'' Sala común e iba a decirle que el sombrero seleccionador se había equivocado y podría irse con su hermano y con Dean.

Y al pensar en todas aquellas cosas no podía negarlo, estaba deseando volver a casa para reunirse con todos ellos por navidad como todos los años hacían, pues desde la llegada al castillo, no había tenido tiempo de hablar con ninguno.

Se sentó en uno de los sofás, se acomodo y empezó a observar cada rincón de la sala para hacer tiempo hasta que Charlie bajase de su habitación.

─Te veo muy cómodo, si quieres nos quedamos aquí un rato.─ Dijo la pelirroja apareciendo en su campo de visión a la vez que ponía una sonrisa burlona. Ella sabía lo poco que le gustaba estar allí.

Castiel se levantó de inmediato y negó repetidas veces con la cabeza, arrastró a Charlie fuera de la Sala común mientras ella ponía alguna que otra queja, pero tras varios minutos de paseo desistió y siguió a su amigo por los pasillos.

─Me gustaría pasar por la biblioteca antes de ir a cenar, si no después no voy a tener tiempo.─Comentó la joven alegremente mientras le observaba.

Castiel suspiro pesadamente ante las palabras de su amiga, ella viendo su reacción le dio un leve empujón en el hombro provocando que una pequeña sonrisa se escapase de los labios del muchacho.

─¡Por las barbas de Merlín! Cas, ¡estas sonriendo!─Pronunció Charlie en alto mientras se ponía delante del joven.

─En realidad es bastante risueño.─ Dijo alegremente una voz masculina a su espalda. Se giró de inmediato al reconocer la voz y le observo durante unos leves segundos mientras sus mejillas poco a poco iban tomando un tono carmesí.- Soy Dean, encantado.

Le extendió amablemente la mano a la joven y esta del mismo modo la estrecho.─ Charlie, un placer.─ Dijo a la vez que mostraba su mejor sonrisa.

Los ojos azules de Castiel estaban fijos en el mayor de los Winchester, quien después de presentarse formalmente volvió de nuevo su mirada al muchacho.

─Bueno, creo que yo voy a ir ya a la biblioteca... ¿Nos vemos luego?─Dijo Charlie a la vez que observaba a su amigo.

─Claro.─Pronuncio saliendo de su trance y dedicándole una leve sonrisa.

Dean se despidió de la pelirroja alzando la mano y después volvió a centrarse en el menor de los Novak, quien aun seguía mirándole algo confundido.

─Cas, ¿vamos a dar una vuelta?─Dijo el joven Winchester mientras sonreía dulcemente.

Una vez el contrario asintió, ambos se pusieron en camino.

Entre paredes de piedra. [Destiel AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora