No me juzgues si te espero aún sabiendo que no volverás.
No me juzgues si te pienso mientras te sueño aún sabiendo que voy a despertar.
No me juzgues por amarte más allá de la vida y más allá de la muerte aún sabiendo que el tiempo no se detendrá.
No me juzgues si vivo encontrando tus sueños para alcanzarlos por ti aún sabiendo que ya no sueñas más.
No me juzgues por dedicarte mis lágrimas en estas noches en que recuerdo esa alegría que me entregabas aún sabiendo que siempre me la darás.
No me juzgues por preguntarle a la luna donde estarás...
No me juzgues por regalarte mis sueños, por entregarte mi tiempo, por caminar para ti, por sonreír y llorar cada vez que te pienso mientras recuerdo que ya no estás.
No me juzgues por a diario querer quedarme en mis sueños -sólo aquellos donde te tengo-, y no debo ni tengo que vivir de un recuerdo que se aleja constante pero que vuelvo a fabricar.
No me juzgues por no querer arrancarte y continuar una vida en la que tú...no me acompañas más.
No me juzgues por mi deseo latente de vivir de tu imagen; de alzar tu nombre para que prevalezca por encima del cielo, por encima de los amores que se pierden con el olvido; de tantos "adiós"consumados por la cobardía de dejar luchar; no me juzgues por el deseo inquebrantable de no perder lo que me hace respirar.
No me juzgues por pensarte, escribirte y recordarte como si la distancia fuera un hilo que puedo atravesar, como si el tiempo fuera una trampa que con muchos intentos logro sobrepasar.
No me juzgues... ¡Porque aún si lo haces no lograrás que deje de amarte y de buscarte hasta que nuestro encuentro forme parte de mi verdad!
No me juzgues. -Saraí Quijada
