Capitulo 4 - Desaparecidas.

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Dos meses después...

Belén despertó al llegarle los rayos de sol que provenían desde la ventana que accidentalmente había dejado abierta. 

Nunca había sentido la felicidad tanto como ahora. Todo esta tan bien que tengo miedo de que sea un sueño. Me pregunto que pasara hoy. Siento una sensación, un presentimiento. Me muero por saber. Aunque debería dejar eso de lado, que tanto pensar que podría ocurrirme me lleva a inventar situaciones, a hacerme "toda una película" en mi mente. 

—¡Feliz cumpleaños, Belu! 

Su cara cambio de repente. De una sonrisa a una mueca. Si algo odiaba era que la llamaran "Belu". Pero el solo lo hacia para molestarla.

—Gracias — ironizo.

Israel es como mi mejor amigo. Hemos pasado tanto tiempo juntos y lo único que hacemos es darnos cuenta de todo lo que tenemos en común. Lo quiero. Es una muy buena persona. Aunque Lujan esta empezando a pensar que el no es quien creyó...

—Vamos, no te enojes.

—Esta bien — le sonrió.

—Te tengo un regalo... aunque vas a tener que acompañarme a la escuela para que te lo entregue.

—Ahora bajo.

***

Belén paso por la cocina, cuando noto lo deprimida que estaba su madre.

—¿Que te pasa, mama?

—Es el colmo. ¿Como se atreve?

—No entiendo, ¿de quien estas hablando?

—Agustin te envió algo.

Ella dirigió su mirada hacia la mesada cuando logro ver lo que era. Un ramo de flores y una tarjeta.

"Feliz cumple. Muy pronto nos volveremos a ver. Te quiere, Agustín"

Belén soltó una carcajada. Ella entiende como son las cosas aunque intenta descubrir cual es su interés.

¿Sera obligación? ¿Una forma de quedar bien? ¿Para que envió todo esto? Yo se que no me quiere, yo tampoco lo quiero. El no existe para mi y estoy cansada de que el intente querer apartarme de mi mama por que no quiero hacerlo. 

—Hija, Israel te esta esperando en la puerta.

—Voy — bufo — Mama, no te preocupes. Lo hace para molestarte pero no le des el gusto. No te tiene que importar ni afectar lo que el haga.

—Lo se, mi amor. Chau, mi niña, suerte.

Belén le sonrió y empezó a abrazarla. Ahora ella solía ser mas demostrativa. Le daba a su madre todo el afecto que merece.

—Chau, ma. Te quiero.

***

En la escuela nada había cambiado. Poco a poco, todos iban olvidando lo que había pasado con Belén. A nadie le sorprende. Pueden pasar muchas cosas ahí, un día se habla de algo y al otro día es un tema completamente diferente. A veces algún que otro desubicado la molestaba por eso pero a ella no le afectaba. 

Nina era la única que no conseguía olvidar. Mauricio y Belén no volvieron a hablarse nunca mas. El tenia miedo. La familia de Nina era peligrosa y habían presionado a su familia para que siguiera al lado de su hija. El no tenia otra opción, no quería que todos estuvieran en peligro por su culpa. Aunque nunca lograba apartar de su mente a Belén. El tiempo no cambio sus sentimientos.

En cambio Belen había decidido tratar de olvidarlo. Se le hacia difícil ya que se lo cruzaba todo el tiempo pero sus nuevos amigos la distraían. Lograban hacerla olvidar.

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