Capitulo 5 - Una nueva realidad.

217 15 0
                                    

Intento recordar. 

No logro hacerlo.

¿Que fue lo que me paso? ¿Que me hizo ese idiota? Nunca debí dejarme llevar por Israel. Tuve razón al pensar lo peor de el en un principio. 

—Esta despertando...

Todo me da vueltas.

De repente, Belén noto la mirada fija de varias chicas. Ella estaba rodeada.

—¿Como te llamas?

—Belen — murmuro ella.

Las chicas se apartaron al ver llegar a una mujer. Belén noto algo en ella. Traía algo para ella.

—Toma — se lo lanzo. Era algo de comida pero al parecer estaba en mal estado.

—No quiero.

—Yo que vos pensaría dos veces antes de decir "no quiero" — le sugirió Laura — ¡Mira que esta puede ser la ultima vez en la que logres comer algo!

Ella seguía mareada. No lograba entender lo que estaba pasando. Todas las chicas no apartaban su mirada de la recién llegada mientras la señora solo se preocupaba por ella misma. Se observaba al espejo tantas veces que hasta empezaba a darle miedo.

—A quien voy a elegir de estas estúpidas... — exclamo, señalando al azar — Gabina, sos la elegida. Sera mejor que la ubiques... a esta.

La mujer agarro la comida y se la llevo. A lo lejos todavía se lograba escuchar sus pasos.

—¿En donde estoy? — pregunto, asustada — ¿Quien sos? ¿Que esta pasando?

—Tranquila...

Gabina le sonrió. El resto de las chicas la siguieron.

—Mi nombre es Gabina y yo soy sola una mas de "las maltratadas", como solemos llamarnos.

—¿Pero por que?

—Por es lo que hacen con nosotras. Nos maltratan, nos humillan, tenemos que hacer las cosas mas desagradables y todo para hacerlos felices a ellos.

—¿Y quienes son "ellos"?

—Son las personas que nos trajeron. Hacen lo mismo con todas. A algunas las enamoran, a otras las engañan o las secuestran.

—Espera, me estas queriendo decir que esto es...

—Un prostíbulo — suspiro — Si, eso es.

—¡Yo tengo que salir de este lugar! ¡Ahora!

—¿Que? ¿Estas loca? De este lugar no vas a poder salir a menos que... te compren o te mueras.

De repente, Belén sintió unos ruidos que provenían del otro cuarto. Era alguien tosiendo. Empezó a recordar. 

—¡Lujan!

***

—¿Donde esta mi hija?

—Saquen a esta mujer de mi oficina — le ordeno Agustín a unos de los guardias.

—¡Decime donde la tenes o te juro que voy y te denuncio!

—No entiendo de que estas hablando, querida.

Aranza lloraba de la desesperación. Ella creía que Agustín la tenia.

—Mi hija desapareció, ¿que no podes entender?

—Si desapareció debe ser por que no te soportaba mas — exclamo. El disfrutaba verla sufrir de esta manera — ¿No te parece? Ahora, andate que estoy trabajando.

—Te juro que me las vas a pagar... 

Agustín empezó a reírse al ver como los guardias la echaban del edificio cuando dejo de hacerlo y volvió a mantener la seriedad que lo caracterizaba. El decidió que lo mejor que podía hacer era llamar a su abogado.

—Tengo la estrategia perfecta para sacarle la custodia a Aranza — aseguro.

***

—¿Que estamos haciendo aquí, amiga?

—No lo se, pero tenemos que encontrar la forma de escapar. No podemos estar aquí ni un minuto mas.

Belén de repente dejo de hablar y observo a Lujan. Fue cuando empezó a entender lo peligrosa que era la situación.

—¿Como fue que te trajeron? 

—Lo único que recuerdo es que Alessio me dijo que alguien me buscaba. Cuando fui a ver vi a una chica...

—¿Como era esa chica? — pregunto Belén, intrigada.

—No se, no me acuerdo. ¿Y a vos como te trajeron?

—La verdad es que...

No sabia que hacer. Israel seguía siendo importante para Lujan.

Sin embargo, no hizo falta inventar una excusa. Resulta ser bastante irónico pensar que fue la única vez que logre tener suerte al ser interrumpida.

Ven que necesito que veas algo, nueva.

—No me llamo nueva, me llamo Belén. ¿Que quieres que vea?

—Te va a interesar.

Belén agarro a Lujan del brazo y ambas fueron a la habitación. Todas las chicas estaban viendo la televisión. Resultaba ser un privilegio para ellas. Quien diría que algo tan común podría prohibirse. De hecho, ellas solo podían verla una vez por mes. 

—Es tu mama — exclamo Lujan.

Ella estaba asombrada. Su madre estaba dando un testimonio en el noticiero notificando la desaparición de Belén y Lujan. Ambas lloraban al escuchar sus palabras.

—Si alguien las ha visto, por favor intenten contactarse conmigo. Necesito encontrarlas...

Gabina las miro y empezó a llorar también, aunque intento ocultarlo. El resto de las chicas solo las miraban.

—Tienen suerte — dijo una de ellas — A ustedes las están buscando.

***

Belén y Lujan se percataron de que todas las chicas estuvieran dormidas para poder escapar. Todavía no sabían como pero no podían permitir que les hicieran daño.

Caminaron por un pasillo oscuro cuando de repente Belén noto que había una puerta al final de ese pasillo. Esta, estaba entreabierta y a lo lejos se escuchaban algunas carcajadas. Se acerco a ella intentando hacer el menor ruido posible.

En ese momento no lograba salir de mi asombro al ver lo que estaba pasando. Era un grupo de personas reunidas y lo peor es que lograba reconocerlos a casi todos. La mujer que me lanzo la comida estaba ahí junto a Alina. 

¡Alina! ¿Ella es parte de todo esto? Siempre pensé que era una mala persona pero nunca me imagine que llegara a ese extremo. Al igual que Israel. No debí dejarme engañar por sus buenas actitudes y por lo que Lujan me decía sobre el. Tendría que haberle hecho caso a mi instinto que me decía que había algo malo con respecto a el.

—Laura, ¿que pensas de mi querida hermanita?

—Nada, es linda, nos va a servir de mucho. Me parece que a los clientes le va a gustar mucho aunque no se, es muy fina. 

—Igual no te preocupes — bufo Israel — Ya se le va a pasar. Un tiempo mas trabajando para nosotros y se le va a quitar todo lo fino.

Lujan se dirigió a Belén cuando noto lo que estaba haciendo.

—Silencio, no hagas ruido — murmuro — Quiero saber que es lo que piensan hacernos...

No debí ser tan curiosa pero necesitaba saber que estaban tramando. Estuve muy cerca de saberlo si no hubiera sido por...

¿Se puede saber que están haciendo? — pregunto Tomas, uno de los guardaespaldas.

Ellas no sabían que hacer. Estaban shockeadas.

***

Espero que les haya gustado...

MaltratadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora