¡Atrapados! «30 Días de OTP» ||ErrorInk||

Día 1

Un beso en la pesadilla

Un ruidoso sonido abundaba la habitación donde Ink se encontraba provocando que se despertara. Al sentarse en la cama –que extrañamente no recordaba haberse quedado dormido en ella– lo primero que hizo fue mirar para todas partes observando la habitación. Estaba llena de cosas de colores y una pequeña ventana adornaba la única pared vacía. Se levantó  de su cama y salió de aquel cuarto molestándose por el horroroso chillido de la puerta que solo le producía mas dolor de cabeza. Al salir, la madera por la que caminaba sonaba a cada pequeño paso que daba. A lo último del largo pasillo donde se encontraba, vió una puerta totalmente negra a la que se encaminó con curiosidad. Ya cuando estaba a punto de abrirla sintió una presencia detrás suyo que le hizo ponerse en guardia.

—¿Error? —Preguntó Ink al ver a su enemigo medio dormido parado enfrente suyo,  mirándole confundido.

—¿Dónde estamos, tinta? —Preguntó Error observando todo el lugar y mirando la puerta a espaldas de Ink.

—No lo sé, desperté en una habitación hace un rato.

—¿Y esa puerta? —Error miraba a la puerta a la vez que preguntaba.

—La iba a abrir ahora. —Dijo Ink.  El esqueleto se dio la vuelta quedando de frente a la puerta y giró el pomo, pero la puerta no abrió.

—Oh, ahora da más curiosidad abrir esa puerta. —Dijo Error. Tomando desprevenido a Ink le empujó y comenzó a jalar el pomo intentando abrir la puerta, pero solo consiguió romper el pomo.

—¡Error mira lo que hiciste! —Le gritó Ink enojado. —Si estaba cerrada era por algo.

—¡Pero daba curiosidad! Es normal intentar entrar por la fuerza a algún lugar que te da curiosidad. —Se excusó el glitch.

—¡Podíamos investigar el resto del lugar! Esa puerta no es lo más importante. —Unos fallos comenzaron a aparecer en el glitch, pero aún intimidado el esqueleto blanco siguió hablando. —¡Ahora no podremos entrar porque lo rompiste!

—Escucha, Ink. —Dijo Error mientras más fallas le aparecían. —Tú no eres nada mío, no puedes decirme que hacer o interrumpir mis decisiones. —Su voz sonaba distorsionada, era más que obvio decir que si pudiera ya habría atado a Ink con sus hilos.

—¡Tengo el derecho si tus decisiones me afectan o afectan a algún conocido mío de alguna manera! —Aunque sentía cierto temor no paraba, por más miedo que tuviera no se dejaría rebajar por un idiota como él.

Los dos esqueletos comenzaron a discutir fuertemente involucrando temas que sabían que podían dañar al otro, pues ese era el propósito de ambos "destruir al enemigo". Pero por estar ellos en su mundo de discusiones se les olvidó una cosa, las reglas del juego en que ellos entraron.

Sentimientos negativos traen destrucción y pueden cambiar la ruta a una genocida.

Dejaron de discutir cuando ambos escucharon como se rompían algunos cristales en la otra parte de la casa, sin mirar al otro corrieron por el largo pasillo siendo empujados por el contrario hasta llegar a la habitacion donde se escuchó el cristal. Al abrir la puerta se escuchó el típico chirrido horrible que rompería los tímpanos hasta de una persona sorda. Y al entrar a la habitación se encontraron con algo que desearían no haber visto nunca.

Un monstruo horrible se encontraba en esa habitación, pero eso no era lo peor de todo. Lo peor era que estaba todo lleno de polvo y sangre. Ink se quedó estático al verlo, un miedo terrible le empezó a invadir al sentir la impotencia de no poder defenderse completamente bien. Era posible que logrará escapar, pero por el tamaño de esa cosa se puede deducir que todo intento será en vano. Error vió la cara de terror de Ink así que olvidando su hafefobia por unos segundos agarró de la mano a Ink y lo arrastró fuera de aquella habitación en un intento de salvar a ambos, pero su fobia provocaba fallas en el glitch por lo que su movimiento estaba limitado. Al ver que el guardián aún no reaccionaba y el monstruo ese se acercaba cada vez más, cargó a Ink como recién casados y aceleró el paso en aquel pasillo.