Capitulo 8.- final

385 59 17
                                    


         ​Los morenos dedos de Michele recorrieron el rostro del otro, se dedicó a observar los rasgos del hombre a su lado, estaba seguro de que eran pasada de la 4 de la mañana y estaba seguro de que había estado mirando el mismo rostro durante ese tiempo.

La barba de Emil estaba desordenada y parecía descuidada, su rostro continuaba bastante pálido, aunque realmente parecía que solo estaba cansado, las marcas negras bajo sus ojos y el tono morado o el corte en su labio dejaba bastante claro que algo había pasado.

Micky recorrió las mejillas del más alto, recorrió todo eso que formaba el rostro del checo, notando por primera vez lo suave que era su piel y lo cálida que era.

—Micky, ¿no puedes dormir?

—No he pegado los ojos en toda la noche.

—Micky...

—Si cierro los ojos y luego despierto, si cuando abra los ojos no te encuentras aquí a mi lado, la verdad sentiré que el mundo se acabaría, en realidad en ese caso no sabría qué hacer, así que por ahora quiero mirarte, quiero guardar todo eso que eres tú, todo lo que eres aquí a mi lado en este minuto para siempre...—las lágrimas bajaban caudalosas por las mejillas del italiano, mientras Emil abría los ojos con dificultad.

—Micky, no llores...

—No me pidas eso, es que tuve tanto miedo Emil, sentí que el mundo, que mi mundo se había destruido. —Micky se apretó contra el pecho del más alto, ocultando su rostro en el hueco de su cuello, mientras respiraba profundamente. —Nunca he sido honesto, ni contigo, ni con nadie, creo que ni conmigo mismo, pero sabes ya estoy cansado, no puedo mentirme el resto de mi vida.

—¿A qué te refieres?

—Quiero estar contigo el resto de mi vida, quiero caminar de la mano por la playa y llevarte a Italia, quiero conocer a tú madre y que tú padre me intimide, quiero jugar con tu hermano y que vayamos de vacaciones juntos.

—Michele, ¿esto es en serio?

—Sí. —El moreno sabía que sus mejillas debían estar sonrojadas y probablemente su cara podría hervir en cualquier momento. — quiero estar contigo para siempre Emil, puede sonar egoísta, pero no me importa si quieres irte, no me importa lo que quieras hacer ahora, por lo menos yo me quiero quedar así para siempre.

Emil apretó al más bajo entre sus brazos, sintiendo como la punzada en su costado se hacía un poco más dolorosa, aunque no deseaba separarse del cuerpo del otro.

—Tampoco he sido honesto Micky, la verdad es que en este tiempo la idea de ser tu amigo no es más que una mentira, estoy enamorado de ti Micky, llevo años estándolo, pero solo ahora entendí que debía darme por vencido, eso era lo que estaba haciendo antes del accidente, alejándome de tu lado.

—Ibas a renunciar a mí...

—Es que solo parecías tener ojos para Sara, no podía pelear con algo en lo que realmente no tenía oportunidad, parecía lo más sano, después de escucharte decir que en realidad no me considerabas un amigo, en realidad creo que lo mejor sería dejarlo así.

PerderteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora