Âme soeur || Seelenverwandte || Jerrie +18✔

Capitulo 1

Perrie POV

Los días pasaron, y aquella misteriosa voz seguía en mi mente. La pensaba antes de ir a dormir y en la mañana era la primera cosa en mi cabeza. De algún modo los eventos de aquella noche no me asustaban más, ahora eran nuevos vientos emocionantes en mi aburrida vida. Pienso mucho acerca de aquella chica, preguntandome ¿quién será, cómo lucirá, la conozco? Hay muchas preguntas sin respuestas. Pero desafortunadamente, pasaban semanas sin ninguna señal de la chica misteriosa, la empecé a olvidar. Ya no era más la primera cosa en mi cabeza cuando despertaba. Regresé a mi tediosa vida, haciendo lo que se supone que debía hacer y soñando con diferentes países y vidas.

Tal vez al bajar la guardia ella estaría de vuelta.

Ha sido un día malo. Otro baile donde me sentía como pez fuera del agua. Mi madre había tratado otra vez que coqueteara con cada hombre en movimiento y respirando, que tuviera suficiente dinero por supuesto. Ella se esta volviendo más y más desesperada cuando yo seguía sin mostrar algún interés de encontrar marido. Honestamente, yo casándome no era la mejor imagen mental, ni siquiera sería una buena esposa, si por alguna razón encontrará al marido adecuado. No, no, no, además, hay un mundo esperándome.. Sólo necesito encontrar una forma escapar de esta vida.

Estaba acostada en mi cama, jugando con el encaje de mi camisón. El cuarto estaba oscuro y llovía afuera, el clima esta como mi cabeza en ese momento, nublado y pesado.

"Querida, luces muy pensativa, ¿qué pasa en esa cabecita tuya?" Salté fuera de mi cama cuando escuché su voz. El sonido era realmente hermoso, era la voz más perfecta que alguna vez escuché. Lentamente, miré a las sombras en la esquina de mi cuarto, y ahí estaba ella. Mi respiración paró y me sentí mareada cuando vi su cara.

Tenía el cabello café, largo y ligeramente ondulado. Cuando dejé que mis ojos la recorrieran capté la señal de los ojos más maravillosos que hubiera visto. Brillaban con la débil luz del cuarto y vi que eran color miel avellana, del tipo café que no había visto jamás. Sentí como me hundía en su mirada, no podía escapar. Finalmente escapé de sus hechizantes ojos y jadeé en busca de aire. ¡Oh Dios mío! Hay una chica extraña en mi casa, en mi cuarto, a solas conmigo y todo lo que hago es mirarla fijamente y preguntarme que color de ojos serían aquellos.

"¿Quién eres y qué haces aquí?" Debí haber sonado horrible cuando grité eso donde se encontraba ella, pero oigan, estaba empezando a realmente asustarme. La chica no dijo nada, ella sólo permaneció allí, viéndose realmente relajada, como si perteneciera a mi cuarto. Me estaba poniendo más y más enfadada, ella únicamente me sonreía, paseando sus ojos por todo mi cuerpo. De pronto, empecé a ser consciente de mi misma y me dí cuenta que lo único que llevaba puesto era mi camisón hecho de seda y encaje, y podías ver casi a través de él. Con un horrible fruncimiento del ceño, empecé a tropezar a través de la habitación, tan lejos de ella como fuera posible.

Así que, esto no fue particularmente tan divertido como había imaginado conocer a la chica de la misteriosa voz...  Repentinamente noté que accidentalmente puse mi espalda contra el muro. Es cuando ella finalmente se movió y empezó a caminar hacia mi. Sonriendo hermosamente ella paró sólo centímetros lejos de mi cuerpo y se inclinó aún más hacia delante para que su cara estuviera exactamente enfrente de mi.

"Cariño, ciertamente siento si estas asustada de mi. Pero carece sentido. Después de un tiempo te darás cuenta que nunca debes tener miedo de mí..." Su fría respiración acarició mi cara mientras dejaba que sus palabras se sumergieran en mi cerebro. Debí haber lucido como una viviente señal de pregunta, porque sin dudarlo sus labios estaban en mi cuello  y mi piel estaba como de gallina por donde ella me tocaba. Moviéndose a la parte superior de mi oreja, ella suspiró.

"Tú no te das cuenta cuan adorable eres mi amor. Lamento si me tomó mucho tiempo finalmente venir, pero desde ahora, serás mía..." Ella gentilmente acarició mis brazos con su frías pero suaves manos, y colocó un beso en mi conmocionados labios, fue tan sólo un toque pero fue suficiente para acelerar mi corazón. Y con eso, ella se fue.

¡Oh, oh! ¿Qué acaba de pasar? Respirando con dificultad regresé a mi cama y caí sobre ella. ¿A dónde demonios se fue?... ¿Cómo llegó hasta aquí? Mi cuarto esta en el tercer piso, así que ella no pudo haber escalado hasta aquí... ¿Y qué quería decir cuando dijo que desde ahora sería suya? Y el beso... Oh, aquel beso... Antes de que lo notara estaba a la deriva de quedarme dormida con todas esa preguntas estallando en mi cabeza.

En la mañana desperté de un extraño sueño, lleno de hermosas palabras y un par de ojos cafés... Hasta que recordé los hecho de anoche. Perpleja, decidí no contarle a nadie, porque en serio, ¿cómo sonaría si digo que había estado una extraña y muy MUY hermosa chica en mi cuarto, hablándome y besándome? Bueno, para mis oídos sonaba como... ejem, ¿un sueño? Y todos sabemos, las chicas como yo no sueñan así.

Después de un tiempo la siempre alegre Stephanie apreció en mi cuarto trayendo con ella mi desayuno. Ella estaba entusiasta y murmuraba sobre el clima de hoy, tan emocionada estaba platicando del baile de esta tarde y como peinaría mi cabello. No podía ser descuidada, por su seguridad hice una falsa sonrisa y pretendí que estaba feliz por mi como ella. Dejándome a solas, Stephanie dejó mi cuarto y yo me hundí en mis pensamientos acerca de la misteriosa chica. ¡Por el amor de Dios, ni siquiera sabía su nombre! Pero ella sabe como besar.... y ahí estaba otra vez, pensando en su beso, y que tan fríos pero perfectos se sentían sus labios contra los míos. Enfadandome conmigo misma, salí de la cama y me vestí antes de dirigirme para ver a mi madre para tomar el té. 

El día pasó lentamente; primero el té con mi mamá, después estuve con mi prima, que estuvo hablando sobre sus materias favoritas en el mundo. Como mi mamá, ella estaba ansiosa de encontrarme un marido y nunca se cansó de jugarla de cupido. Únicamente porque ella se había casado el verano pasado, ella estaba convencida que no iba ser realmente feliz hasta encontrar a mi alma gemela  o como a ella le gustaba decir mi "âme soeur". Poco sabían ellas dos, que todos sus esfuerzos de nada servirían, ellas hacían que despreciara la idea del matrimonio cada vez más.Finalmente fui a mi cuarto así Stephanie podría empezar con mi cabello y mi vestido, me sentí aliviada. El baile no va a ser nada comparado a mi madre y a mi prima, será como una pieza de pastel.

Espero que estén disfrutando la historia, dejen sus comentarios y con gusto los leeré. XO