Cuando uno nace con un ala rota, sea cual sea la izquierda o derecha, por mucho que intentes, de formas diferentes alzar el vuelo, no puedes.
Llegas a sentir que es inútil, que ya no hay manera.
Comienzas a buscar distintos arboles, incluso en ocasiones te regodeas, pero al momento de saltar, un factor u otro te desalienta.
Y por tanto, te resguardas en el nido, donde el tiempo se vuelve relativo, pasando días, meses e incluso años. Antes de darte cuenta, que no pasa por el ala rota que llevas, sino por el coraje que tu mente y corazón alimentan;
Es entonces cuando se alinean los planetas, amarras tu ala como puedas y comienzas a sentir que vuelas contra todo ello que te amedrenta.
Mirando desde otra perspectiva a todas las personas que te rodean, resguardas y atesoras a quienes te alientan a seguir cumpliendo tus sueños aunque locos parezcan.
A.R.
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Mundo Interior (Microcuentos)
Short StoryNo es sólo caminar, es sentir tu entorno y plasmarlo en tu interior, luego respirar profundo y que fluya la imaginación...