III- El Cosechador

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Andrew: En Xylia:

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Andrew: En Xylia:

La cabeza no para de darme vueltas sin parar. En un intento desesperado por remitir el dolor, me pongo la mano en la frente y aprieto los ojos con fuerza. ¿Qué me ha pasado? Recuerdo que estaba en el internado, seguramente bajé al bosque a cazar pero... ¿Qué hice luego? Mi tripa empieza rugir. ¿Habré bebido más de la cuenta en algún sitio? No, que va. ¿A dónde fui? De pronto alguien tose. Es claramente una tos falsa. De esas que haces cuando quieres que te hagan caso. Súbitamente abro los ojos. Lo primero que veo es un tejado de madera oscura que no reconozco. Con mis manos logro reconocer el suave tacto del colchón sobre el que estoy tumbado. Ladeo mi cabeza hacia el origen de ese horrible sonido. Mis ojos se acostumbran poco a poco a la luz y veo dos siluetas. Una es muy alta comparada con la otra. La primera desaparece. Lo siguiente que siento es un frío hierro en mi cuello.

— ¡¿Quién eres y que haces aquí?!—me espeta una voz femenina.

— ¿Qué?—Todos mis sentidos siguen nublados. Aunque siento que hay alguien encima de mí, aún no puedo verle la cara. Vuelvo a ladear la cabeza. ¿Dónde estoy?

—¡¿Es que tu eres tonto o qué?!—Por un momento siento que el objeto de hierro se hace mucho más fino. No sé cómo no lo había notado antes, tengo un cuchillo en el cuello. Trago saliva y digo lo primero que se me ocurre.

—Em... ¡Pregunta trampa!—Asimilo la estupidez que acabo de decir. Supongo que nunca cambiaré. Fuerzo todo lo que puedo mi vista. El arma en mi cuello deja de hacer tanta presión. Lo primero que veo es una cara de desconcierto. Ella suspira.

—Huolong creo que es uno del Valle del Corlín, ¿tú qué dices?—de pronto recuerdo que había alguien más en esta habitación. Espera... ¿El Valle de Corlín? — ¿tú qué dices?

De pronto siento una ráfaga de aire caliente. Una pata con 4 grandes garras se apoya en la cama, acompaña por la otra que se apoya cerca de mí. Intento alejarme pero la chica encima de mí me lo impide. Comienzo a respirar rápido. ¿En qué sueño estoy metido? De pronto la criatura asoma su cabeza y temiéndome lo peor cierro los ojos. Al ver que sigo vivo abro un ojo para intentar ver algo de Huolong. Lo primero en lo que me fijo son en sus plumas doradas y azules que recubren todo su cuerpo. Lo siguiente que observo es su cabeza esta vez recubierta por plumas mucho mas finas. Su aspecto me recuerda mucho al de un dragón, sino llega a ser por el pico que tiene en vez de boca. Por muy disparatado que suene por todos estos elementos, su rostro tiene cierta sintonía.

—No lo sé, a lo mejor no nos entiende. Déjame probar—Levanta una pata y se aclara la garganta—Hola. ¿Tu entender a mí? ¿De dónde ser tú? Yo ser Huolong—Vuelvo a cerrar los ojos y me pellizco un brazo. Los vuelvo a abrir ¿Como me despierto de esto? ¿Y cómo es posible que en mi escasa imaginación entre un ave parlante?

—Os entiendo perfectamen...—En un segundo la chica vuelve a ponerme el cuchillo en el cuello.

—Entonces dime quien eres y porque estás aquí o esta daga te dejará lentamente una bonita línea en el cuello. —No sé quién es pero prometo no acercarme a esta loca en la vida real. Igual son imaginaciones mías pero siento que la cama empieza a moverse.

El Martillo De Térrakro © |#1|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora