"Esa promesa suena tan lejana, pero al fin y al cabo es una promesa. A pesar de esto, nunca la voy a romper. Juro que algún día, nos volveremos a ver, y quizás, todo pueda volver a como era antes".
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• Título alternativo: Querido Renjun.
• Capítulos...
Me pregunto si no estás cansado de siempre recibir estas cartas. "Te extraño", "recuerdo el día que...", "me siento tan triste y solo". Lo mismo de siempre pero en diferentes cartas. Me pregunto si tú pudieras responder, ¿qué me dirías?, "estoy bien", "también de extraño", "quisiera estar junto a ti".
¿Aun pensarás en mí?, ¿o seré simplemente un recuerdo más ahora? Porque para mí, sigues siendo el principal pensamiento en mi mente, y lo único que me importa.
Después de que la abuela se enteró de la verdad, comenzamos a ser un poco más "libres" con respecto a estar juntos. Nos tomábamos de la mano incluso en la casa de la abuela, nos abrazábamos, nos besábamos. Pero algo faltaba.
Contárselo a tu mamá.
Al principio no estábamos seguros si era buena idea hacerlo, ya que no sabíamos si lo aceptaría tan bien como la abuela. Pero aun así decidimos contarle. Al principio, hablamos con los chicos sobre eso, para escuchar qué pensaban. "¿Tu mamá no es homofóbica?", preguntó o más bien dijo Chenle. "¿Por qué piensas eso?", preguntaste. "La última vez que miramos una película en tu casa, Taeyong y Jaehyun, como siempre, estaban muy juntos e incluso se besaron", dijo Jaemin burlándose de ellos, continuó. "Y tu mamá no se veía muy feliz acerca de eso". "¿De verdad?", preguntaste un poco asustado. "Pues, eso fue lo que aparentó. No estoy seguro si eso sea una "prueba" suficiente de que sea homofóbica", contestó Jaemin. "Tal vez solo fue un mal entendido", dijo Mark. "Tal vez", remarcó Chenle. "Como sea, ¿creen que sea buena idea decirle?", pregunté esta vez yo. "Deberíamos hacer un experimento", dijo Donghyuck con emoción en su rostro. "Aquí vamos de nuevo", se quejó Jaemin. "Cállate. Bien, lo que podríamos hacer es volver a ir a su casa, llevar a Taeyong y Jaehyun, hacer que se besen y ver la reacción de tu mamá", dijo Donghyuck. "¿No crees que es algo un poco, no muy claro?, digo. ¿De verdad nos basaremos en su reacción a Taeyong y Jaehyun para saber si es homofóbica?", dijo Mark. "Bien, ¿entonces qué sugieres?", dijo Donghyuck, ofendido porque su propuesta había sido inútil. "¿Por qué no hablas poco a poco con ella Renjun?, puedes preguntarle qué piensa sobre parejas homosexuales, mencionar algún artículo que hayas visto en internet. Ya sabes, cosas pequeñas para saber qué piensa", dijo Mark, dando su gran y buen consejo, como siempre. "Eso fue bueno Mark, ¿cómo se te ocurrió?", preguntó está vez Doyoung. "Pensé que era bastante obvio, pero al ver que ningún tonto de ustedes lo decía, lo dije yo", dijo riendo mientras lo insultaban.
Agradecimos aquél consejo de Mark y planeábamos empezar con él cuanto antes.
El día que las preguntas comenzarían, decidimos ir al parque por un rato. Solo tú y yo mientras pensábamos en qué podrías decir. Tú solo me mirabas y podía notar el nerviosismo en tus ojos y tus movimientos. "¿Estás seguro de que quieres hacerlo?", pregunté. "Sí. Yo solo necesito saber si mamá estará bien con esto. Porque, yo te quiero demasiado y el pensar que ella no está de acuerdo con eso me hace sentir tan mal", dijiste al borde de llorar. "Oye, no pienses eso, quizás ella lo entenderá. Es tu mamá, la felicidad de su hijo debería ser algo importante para ella. Así como lo hizo la abuela, tal vez tu mamá hará lo mismo", dije intentando calmarte. "Espero que tengas razón", dijiste abrazándome. Un rato después, tú te fuiste a casa.
Había pasado aproximadamente una semana, tú me contabas todos los días sobre cómo te iba con esas "conversaciones" con tu madre. Al parecer todo iba bien, ella parecía aceptar el hecho de que había personas homosexuales en el mundo. Aunque claro, no sabía que su hijo era una de ellas. Y quizás eso cambiaba su perspectiva, pero esperábamos que no fuera así.
Una noche, yo estaba ayudando a la abuela a cocinar la cena, cuando escuché que tocaron la puerta. Al abrir, eras tú, y te veías tan nervioso y respirabas tan agitadamente que pensé que morirías. "¿Qué pasa?", pregunté. "Yo, creo... Creo que le dije a mamá", dijiste haciendo énfasis en la palabra "creo". "¿Cómo?", no lograba entender exactamente a qué te referías. "Bueno, ella preguntó: "¿Por qué siempre me muestras esas cosas que ves en internet?", pero como el gran tonto que soy, no recordaba qué le había mostrado, pues también la hago que mire algunos videos graciosos. Entonces pregunté: "¿De qué hablas?". Y ella contestó: "Ya sabes, esos artículos sobre matrimonios del mismo sexo, videos de chicos y chicas que revelan que son homosexuales, todo eso". Entonces entré en pánico, no sabía si debía decírselo directamente o si debía intentar hacer que creyera que no significaba nada", dijiste rápidamente. "¿Y qué hiciste?", pregunté preocupado. "Pues vine corriendo a decirte", dijiste. Yo no podía hacer otra cosa excepto reír. "¿¡De qué te ríes!?", preguntaste mientras golpeabas mi brazo. "¿Fue lo mejor que pudiste hacer?, pensé que me dirías que le confesaste que estamos saliendo, ¿pero viniste corriendo hacia acá?", dije aun riendo. "¿Me asusté, de acuerdo?, no sabía si se enojaría o si me echaría de casa. Y correr fue lo primero que se me ocurrió", dijiste rascando tu cabeza. "¿Y no piensas volver?, digo, se va a preocupar por ti. Ya oscureció y si no vuelves, tal vez hasta llame a la policía o algo", dije mientras tomaba tu brazo. "Tengo miedo... ¿qué tal si está molesta?", dijiste. "De cualquier manera va a estar molesta, porque es tarde y tú corriste de tu casa. Lo malo será no saber por qué está molesta", dije acercándote a mí. "¿Crees que pueda dormir aquí?", preguntaste tímidamente. "¿Acaso quieres que tu madre se vuelva loca?, corriste de casa y no volverás hasta mañana", dije intentando hacerte entrar en razón. "Pero tengo miedo de volver... ¡Tengo una idea!, ¿qué tal si la abuela le habla por teléfono, le dice que no se preocupe, que aquí estoy y le pregunta si puedo quedarme esta noche?", dijiste con una sonrisa en el rostro. "¿De verdad harás que la abuela se encargue de algo que tú mismo hiciste?", dije mirándote a los ojos. Pero entonces la abuela llegó a mi lado. "No te preocupes, Renjun. Calmaré a tu madre y haré que te deje quedarte", dijo con un guiño. "¡Gracias, abuela!", dijiste en un grito.
Yo solo reí por todo lo que había pasado en menos de una hora.
Ahora que lo pienso, la abuela siempre nos salvó de todo, siempre estaba a nuestro lado y nos ayudaba. Desearía poder regresar a esos tiempos.
Te Amo.
- Lee Jeno".
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"Te tomé por asegurado, Pero solo pensar en que no estés ahí. No quiero pasar por eso, Mi mundo se derrumbaría".
