Capitulo 4

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Ahogada en  pensamientos, queriendome morir.
Ya no podía seguir en casa,  por un segundo olvide el daño que todos me causaban en la secundaria y decidí ir otra vez.
El sol estaba extremadamente fuerte,  pero igual caminaba con mi sueter negro puesto; Cuando llegue no había nadie en la entrada,  ni tampoco en los pasillos. ¡Que extraño!  *—donde estan todos?. * me pregunte.
Ningún profesor, ni el director.
Como no había nadie fui hasta la casetilla del guarda de seguridad.

—Disculpe?  Donde están todos?
— Se fueron de excursión, señorita.
—¡¡Genial!! — murmure. — Gracias señor!.

Me retire y camine hasta la salida otra vez,  fuí al parque un pequeño rato,  estaba contemplando el día mas tranquilo que tuve en mi vida.
Un chico se sentó a mi lado,  era serio pero vestía genial!!.

—Hola. — me habló.

Yo ignore al chico,  tratando de mostras cero interés por el.
El me ofrecio su mano.

—No quieres hablar?

Continúe con mi profundo silencio,  seguía sin entender por que alguien como el estaba interesado en hablarle a alguien como yo.
Me retire sin quiera preguntarle su nombre.
Llegue a casa y mamá no estaba,  me encerré en mi cuarto como siempre, me sente en la orilla de mi cama y mire fijamente al espejo..

—No eres nadie en este mundo.

Esa voz volvió aturdirme,  de donde diablos salía?

— Estas gorda.

Parecían susurros, como si la voz estuviera escondiendose de alguien.
Una luz verde ilumino mi habitación,  volví a ver al espejo,  no se de que trataba eso,  pero me acerque a el por la gran atracción que esa luz causo en mi.

—Si,  acércate. — continuó,  su susurró era cada vez mas irritante pero atractivo.

—¡¡¡BASTA!!! — grite.

Me separé al darme cuenta de que tenía un cuchillo en mano, asombrada observe nuevamente el espejo con una expresión de susto,  temía volverme loca con una voz que tenía mi imaginación,  pero...  No sabía cual de ambas estaba acertando.
Lo cierto era que un espejo me hablaba y me hacía realizar cosas terribles,  mi miedo era que algún día me llevara al suicidio.

Espejito, Espejito. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora