A TÍ

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Se sentó en su cama, con la mirada fija en el suelo. Su cara, de una sonriza agradable y enérgica, llego a ser otra de tristeza y desánimo. No había comido nada en todo el día. Apenas habrá probado una cuantas galletas, medio vaso de jugo y el café de la mañana. Ya estaba de noche y le empezaba a remorder estómago. Pero su mirada seguía fija, fija en lo que veía. En aquel frío suelo.

Necesitaba algún consuelo. Su mejor amiga, a la que amaba, no se encontraba cerca, pues vivía mas lejos que su antigua casa. Su cell se había descompuesto. Y solo contaba con el de su hermana, su hermana menor, que solo vivía haciéndole la vida imposible, la terca y desdichada.

Hacía ya tres días que había roto con su chico. El solo pensar en el le daban mas fuertes la punzadas en el cráneo.

Como saber que la distancia era tan grande que solo se veían unas veces al año, que no podían ser novios por su edad y que lo único que le quedaba era seguir hablando vía Internet, como simples amigos... La conversación mas extraña y mas triste que había tenido.

Su padre no la dejaba tener nada con él. Pues "supuestamente" no podía tener, aún.

Sí, así era mi vida, entre risas y tristeza, entre felicidad y sollozos...

Y lo triste que estaba de la desicion de mi padre, que no me ayudaría a hacer el ultimo trabajo anual de la maestra de electricidad. Yo le dije que me ayudara, y le rogué, pero no quizo. Se dió cuenta de la cara de tristeza que puse, pero no le importó nada.

Esa era la razón principal de mis tristezas, saber que cuando necesitaba ayuda y amor familiar, la familia se hiba lejos de allí.

Desde luego, debo prensentarme antes de seguir, me llamo Taylor Folie.

Vivimos en una pequeña isla latinoamericana, República Dominicana. Mi familia, no es rica, pero tampoco pobre, pues, aunque la nevera siempre vacía, nunca nos falta el sustento.

Mi madre,siempre matada trabajando apesar de su enfermedad que había superado bastante, era la única que me sabia comprender y entender en esa casucha, la única que me apoyaba, y levantaba el ánimo aun sin darse cuenta siempre contaba con ella, en todo.

**********

Veía como mi madre trabajaba en mi trabajo con indulgencia, como sus hermosas y delicadas manos cortaban el alambre blanco en el que habría de colocarse la lámpara. La mire por tantos minutos tan concentradamente, pensando a lo lejos en el pasado, que supuso que pensaba algo en mi interior. Aunque, en realidad, era cierto.

—¿te pasa algo?
—¡no!—respondí rápidamente—sólo veo como lo cortas.

Suspiré.

Hacía tanto tiempo que nadie me hacía esa pregunta.

De pronto, mi cara, que ya estaba en estado mejor empezó a deteriorarse de nuevo, como si me invadiera una oscuridad enorme en mente y corazón, y volví a caer.
Tiré mi cuerpo en la mesa, dándome cuenta que si no saldría de allí, vería a mi madre encima de mi preocupada, preguntándome lo que me pasaba.

Corrí a mi cuarto y me tiré en la cama recordando todas aquellas noches que me dormía llorando, que le daba un buen baño a mi almohada,al saber la situación en la que se encontraba mi madre. No podía siquiera peinarse, ni bañarse, ni cambiarse, ni nada. Como darme cuenta que tan solo con treinta y picos de años, ella no podía parar de llorar al verse postrada, en tan mal estado. Nos estábamos volviendo locos en ese tiempo. Teníamos que trabajar, y haser todo de la casa.

Pero ya eso es tiempo pasado...
Ella lo ha superado excelentemente.

Fue un pasado horripilante no quiero que pase mas por mi mente. En absoluto.

Despues de dejar de llorar, mi cara volvió a lo mismo de varios minutos antes, se invadió una tremenda ola de lágrimas al acordarme de Derek.

Trataba de haser otras cosa para no pensarlo, para no acordarlo, para entretener mi mente, pero me hacía daño a mi misma.

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