Heredero de Hogwarts

Capítulo 12

Después del acontecimiento de la animagia por parte de nuestra protagonista, todo ese curso pasó volando. Las clases pasaron, los profesores iban preparándose para el final de curso, cerrando sus cofres, guardando sus frascos y cambiando sus túnicas de profesor de magia por las de magos.

Se notaba que ya se acercaba el verano, el calor, los pájaros cantando en el patio, los árboles, las flores y la alegría de casi todos los alumnos impregnaba el aire. Como he dicho, casi todos.

Lily tendría que volver a su casa, a su vecindario, con su familia; lo que significaba, nada de magia. Aunque Lily era una de esas personas que no dejaba ver sus debilidades a nadie, Olivia ya sabía varias de ellas. En el momento que supo que podría hacer magia, en el momento que supo que era especial, no quiso salir de esa burbuja. Y por el simple hecho de volver a un sitio donde su burbuja se explotase, le ahogaba el pánico.

Por otro lado, los demás del grupo volverían también a sus despectivas casas. Peter volvería a su casa, cuya sangre era mestiza, les contaría a sus padres las aventuras que había realizado con sus amigos y lo estupendo que era tener a alguien que no le menospreciara por ser cobarde.

Remus volvería con su madre y su padre, los cuales se sentía plenamente orgullosos por que su hijo fuese todo un mago, sin tener en cuenta su lincantropía. Para él, tener a alguien que no hubiera huido de su lado al saber sobre su condición lo llenaba de una manera extraordinaria el corazón.

James,iría a su casa, con sus padres magos, pero con una sorpresa bajo la manga. Ese verano Sirius lo pasaría con él. Debido a como él decía: "contrastes de hipótesis". La verdad es que si era por él se quedaría a vivir allí por siempre.

Severus volvería con su madre, y no habría un solo día de todo ese verano en el cual no extrañara la sensación que alguien lo tratase como una persona de verdad.

Y por último, Olivia volvería con sus queridos padres, los amaba más que a nada en este mundo. Volvería a su cuarto, de color cielo, lleno de peluches de animales fantásticos, y dormiría en su cama, olería las flores que le regalaba todos los sábados su padre a su madres, tulipanes. Siempre tulipanes, de color naranja y blanco.

Después del viaje de regreso a casa, Olivia iba pensando sobre lo último que había dicho Sirius cuando se despidió de ella: "Estoy deseando empezar el curso para ir a ese lago". Que raro era este chico.

Llego a la puerta de su casa, la cual tenía un patio enorme alrededor de ella. Se quedó contemplándola y decidió entrar. Pero, algo le llamo la atención. Era algo brillante. Algo dorado. Cuando lo cogió, sabía lo que era y significaba. Corrió lo más que pudo en dirección a su habitación y cerró la puerta para que sus padres no se enteraran. Y, como ella ya sabía, lo que se encontraba es su habitación era verdad.

-¿Dónde te habías metido todo este curso?- dijo Olivia con gran énfasis en su voz- Te he buscado desde que entré este curso a la escuela. Me has tenido preocupada.

Entonces Olivia vio como el ser señalaba lo que llevaba ella aún en la mano.

-Es mi broche- ese era el objeto reluciente- lo perdí este curso.  ¿Cómo lo has encontrado? Si la última vez que lo tenía fuer cuando...

De repente se acordó, la última vez que lo tuvo fue cuando se transformó sin control en león. Y volvió a aparecer en su mente una figura que le ayudó a llegar a esa sala.

-¿Fuiste tú quien me ayudó?-dijo la chica con lágrimas en los ojos-Gracias, Mistu.

El ser lo abrazo y se sintió en casa de nuevo. Ya que ser un animal fantástico sin hogar, y más siendo uno en vías de extinción, un demiguise, lo ponía en peligro.

Pasaron los meses de verano, Olivia estaba más feliz que nunca junto con su querido viejo amigo. Era estupendo volverlo a tener de su lado.

Cuando llego el día de volver a Hogwarts, Olivia se llevo en secreto a Mistu; ahora que lo había encontrado, no lo separaría de su lado. Eso era amistad.

En la estación volvió a ver a Lily, la cual estaba eufórica por volver a ver a su inseparable amiga. Durante el viaje de ida, en el cual estuvieron completamente solas, contando a Mistu, ambas se contaron por enésima vez todo lo que habían hecho ese verano; ya que ya lo sabía por las cartas. 

Pero, Olivia no podía contarle de esa manera que tenía a un animal fantástico en su poder y menos que se lo llevaría a su colegio.

-Olivia, te echarán del colegio si se enteran- dijo Lily gritando a su amiga.

Mistu se escondió debajo del brazo de Olivia por el repentino grito de Evans, y se volvió invisible cuando escucho un ruido procedente del pasillo.

-Como tú bien has dicho: si se enteran.

Ya dentro del colegio, se volvía a sentir como en casa. Lily avisó a Olivia que había visto a lo lejos a los chicos.

-JAMES- dijo Lily, con un peculiar entusiasmo que le sorprendió a su amiga, la cual empezó a reír históricamente.

Cada vez que se iban acercando, la cara de los chicos iba cambiando de una inmensa sonrisa a cara de asombro. Ya que, se estaban dando cuenta que Olivia había cambiado mucho ese verano. Las demás chicas de su edad ya habían cambiado su físico el año anterior, incluyendo a Lily. Por otro lado, Olivia era delgada, más parecía un chico que una chica, también por su comportamiento.

Todos se quedaron impresionados, pero el que aún no estaba allí era Sirius.

-Hey chicos, os había perdido en mitad de la multitud, me pensaba que tendría que volver solo a la habitación. Menos mal que os he encontrado...

Sirius miró a sus amigos y luego dirijo la mirada hacia donde ellos estaba mirando: Olivia. Pasó un lento recorrido con sus ojos al nuevo cuerpo de Olivia, se le notaba disimuladamente las caderas. Se quedo con la boca abierta.

De esto, no se percató Olivia. Por lo cual siguió su recorrido a su casa. Se dio la vuelta y dijo:

-Venga chicos, vamos a llegar tarde al comienzo de una nueva aventura.