Humanos

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El tropezó con su gran zombistico pie y termine con un leve sabor metálico en mis labios.

Sangre.

Eso no me aterraba.

Me aterraba los suaves que se sentían esos labios.

Me aleje de un salto.

Y corrí suavemente hasta una tienda de comida para mentir que buscaba provisiones cuando de verdad quería disfrutar de aquello.

Pero no podia.

Y si me volvía uno de ellos y no me pudiera controlar todo sería un fracaso.

Nunca me tome el tiempo de ver detalladamente su rostro.

Ni del resto de los chicos.

Solo el de Kuro. Shiro y el de Matthew tan detallistamente.

Pero el de Shun.

Era todo un Shunter.

Y yo tenía miles de poesías pegadas a mi cara.

Lo había visto cambiarse la camisa una sola vez en todo este viaje.

Y si no fuese zombie sería un Dios griego con tremendo six pack en su tronco.

No se cuanto tiempo estuve pensando. Solo se que sentí una mano en mi hombro.

- ¿Estas bien? -dijo el Rey de mis tormentos.

-si. Debería andar menos distraída. - respondí viendo que aún  tenía sangre

-Creo que debí haberte llamado en vez de acercarme así. No creo que esa sangre te infecte. Era de un cadáver. - respondió tratando de tranquilizarme cosa que casi consigue.

-No creo que las personas que ya murieron y no se mueven puedan volver a ser normales si es que eso se puede. No podemos dejar que este virus llegue a más personas. - dije pensando en mi mamá.

- Lo sé -se rasco la cabeza- sólo faltan dos cruces más y llegamos a esa empresa. Lo siento por embarrarte de sangre. - dijo mirando al suelo.

- Sí hubieses sido normal,  me hubiese desmayado,  tengo suerte de que hayas sido tu , Shunter.  -  dije bromeando aunque la mitad de lo dicho era cierto.

- Eso sí es gracioso - dijo dándose la vuelta para salir.

Si fuera un anime juraría que esta es la parte donde la gente grita ¡Besalo! .
Pero simplemente salgo detrás de él.

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Llegamos al edificio que nos guió Shun.
Aunque no dejaba de mirarle la espalda.

Iba en el medio del grupo y Shun delante de él.

-Chicos debemos estar alertas ahí, de las pocas películas de zombies que vi, edificios y zombies no son nada bueno - pensé en lo más temía además de los zombies. -pueden haber animales convertidos ahí dentro.

Entramos en silencio. Las grandes puertas de vidrio eran corredizas y automáticas.

Al entrar el Airecondicionado estaba encendido. No había zombies.

Bajamos varios pisos.

Y habían sonidos ahí.

Entramos a una sala de puerta de acero con paredes grises. 
Dentro habían repisas con tubos de ensayo morados.

En la mesa tenían un cuaderno de notas que indicaba como crear más de ese color morado. Y en la última página instrucciones de como encendió, preparó y esparció el virus Neta en toda la cuidad.

Los chicos miraban los estantes mientras yo tenía el cuaderno.

Tomé una jeringa y un tubo de ensayo.

Llene la jeringa y en silencio fui hasta Tiago y a la altura de la cintura le enterré la jeringa y rápidamente entró todo su contenido morado.

- ¿ Qué es eso Ángel?  - dijo mirando el estante hasta que lo sintió - ¡ auch!  ¡dueleeeeee! - quite la aguja y vi sus ojos.

Eran chocolates. Su color de piel no era pálida, era bastante bronceadita, le dolía y oía su pulso rápido por el susto.

Era humano de nuevo.

Pero.

Su iris.

Se le agregaron reflejos verdes amarillentos.

Hermoso.

Me lancé a abrazarle.

-¡ Eres humano de nuevo Tiago! - dije emocionada.

- Siento el latir de mi corazón chicos, estoy vivo - Sel se acercó y lo comprobó.

-¿ Cómo lo has hecho franky? - mire raro a Sel - lo trajiste a la vida frankestein - explicando nivel Sel.

Tomé otro tubo de ensayo y llene de nuevo la jeringa hasta el tope como hize anteriormente y lo inyecte a él en el cuello.

También comenzó a cambiar.

Iris negros con reflejos lima limón.

Debe ser por la cantidad que les entró.

Eso creo.

Lo repetí con cada uno de ellos.

Pero a Shun le di menos cantidad.

Hasta la mitad.  Ya que estos eran de inyecciones para vacas. Jeringas de 50ml.

Y volvió a ser humano.

Hermoso.

Riéndose por los nervios tomó un de los lentes hipi que había en la mesa y se los puso. Se veía comible.

Rayos.

Mejor me inyectó que quiero comer gente.

Cuando no me miraban me inyecte la mitad.

Sentí un cosquilleo y nada más.

Salimos al pasillo y ahí estaba un grupo de científicos pero uno comenzó a reírse.

-Shun, que grata sorpresa verte aquí,  aunque igual te esperaba a ti y a tu grupo - se fijo en mí - ella es algo que te encontraste llorando a mitad de camino, que noble de tu parte pero,  ella debe morir por ser extranjera.

Aquel hombre lanzó una bola metálica con puntas verdes hacia mi y Shun se atravesó recibiendo eso en su hombro y mano.

El hombre se asustó y tomó una especie de tubo de vidrio con forma de estrella color morado con intención de ¿protegerse? .

Volvi mi mirada a Shun y lo olí.  Volvía a ser zombie.

El hombre no apartaba la vista de Shun así que corrí y lo patee en las dos joyas colgantes que el poseía con mis zapatos nuevos que tenían punta de hierro.  Adoraba mis botas de constructor a la medida.

El soltó aquella estrella y la atrape.
Golpee a Shun con ella en el cuello rompiéndose en dos partes.  Introduciendo la formula que contenía en mi mano y en su cuello.

Solo sentí mis ojos arder y seguido un dolor de cabeza horrendo.

Voltee a ver a aquel hombre y lo patee.

Salió volando hacia una pared.

Uno de los del grupo sacó un cuchillo de campista dispuesto a apuñalarme.

Shiro iba a intervenir pero yo me lance sobre el y le clave su propio cuchillo.

La gente se echó a correr. Pero no pasó mucho hasta que cada uno de ellos cayó por mis manos.

Sabía que era capaz de hacer daño pero esto había pasado mi récord.

Los chicos rodeaban a Shun quitandole la estrella y lo ayudaban a levantarse.

Si el se veia así.

¿Como me veía yo.?

Un viaje a Japón con mi zombie (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora