Capítulo 1: Bodi, el casanova

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Notas iniciales:

¡Hola a todos y bienvenidos a mi fanfic! En esta ocasión les presento una historia corta de una película que vi hace un par de meses: Zootopia 3, que diga, Rock Dog. Sí, probablemente la mayoría no tenga idea o no la recuerde, sé que no fue la mejor película, pero tuvo un no sé que que me gustó, así que decidí aunque sea escribirle una pequeña historia.

Lo acontecido aquí es sobre lo que imagino sucede después de la película y se enfoca en un personaje que tiene poco tiempo en pantalla: la bajista zorruna de la banda, Darma. Está historia es principalmente de comedia y una pizca de romance, con clasificación T, es decir, recomendada para adolescentes debido a un par de chistes y humor subido de tonos .

Créditos: La portada del fanfic es fanart hecho por elranno.  Imagen de este capítulo por ciderward.

Sin interrumpirlo más, los dejo con el primer capítulo de este short-fic de Rock Dog: Declaración. Que lo disfruten.


***


Capítulo 1: Bodi, el casanova

Habían pasado más de tres meses y aún no podía creerlo, ¡era increíble! No hubiera imaginado que mi vida hubiera cambiado tan rápido en tan poco tiempo. De pasar años tocando el bajo eléctrico junto a mi amigo Germur y el idiota de Trey en el Parque de Rock como aficionados esperando a alcanzar la fama, hasta volvernos una nueva banda bajo la tutela de una leyenda del Rock: el único y original, Angus Scattergood. Prácticamente de la noche a la mañana nos convertimos en una banda de Rock, de hecho una parte de mi siente que es algo tramposo e injusto, pero no puedo quejarme del resultado de hacer poco a poco realidad mi sueño de tocar en una gran banda y empezar a transmitir nuestra música a más animales. Y nada de esto hubiera sido posible sin la ayuda de Bodi, definitivamente ese perro cambió mi mundo.

   Es curioso cómo cambiaron las cosas tan rápido desde que Bodi entró a mi vida. La primera vez que lo vi con esas extrañas ropas tibetanas y su gorro estúpido pensé que era algún especie de monje shaolin o un loquito (cosa no tan alejada de la realidad) que me vio esa vez con ojos suplicantes, no para pedirme dinero, comida o invitarme a una secta misteriosa, sino para unirse a nuestra banda y hacer realidad su sueño de ser un roquero de la misma forma que el sr. Scattergood se hizo famoso. El pobre decía cosas sin sentido y contaba ridículas historias que me hacía difícil tomarlo en serio, pero él creía ciega y firmemente en esa descabellada fantasía. Admito que lo subestimé al principio pero el entusiasmo y la pasión con la que hablaba de aquello eran muy contagiosos, me hacían admirarlo y hasta sentir ternura por él; aunque pareciera un bobo ingenuo, me recordaba a mi misma unos años atrás.

   Y al final de todo, la perseverancia, determinación y el talento natural de Bodi logró acercarlo más a su sueño y yo a los míos. Inconscientemente, ese zonzo pero noble mastín renovó mis ganas y motivación para tocar música y ahora, junto a Germur y Angus, empezamos una nueva vida para hacer lo que más nos apasiona.

   Con ese gran entusiasmo me desperté y me vestí rápidamente, me puse un grueso hoodie color gris que contrastaba con mi pelaje anaranjado pero combinaba muy bien con los mechones blancos de mi cara, ya que era un zorrita de pecho pequeño me daba igual usar ropa tan holgada (no era como si me importara llamar la atención de algún macho) o poco femenina, aunque tampoco quería volver a ser confundida por un chico, así que también me puse una minifalda verde a cuadros encima de unos mallones gris oscuro para cubrir mis delgadas piernas, como dije, no quería llamar más atención de la necesaria pero dejando en claro que era una hembra; por último unas botas negras para darme un look de bajista y un poco de altura.

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