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Koke Resurrección se encontraba en el suelo, sosteniéndose la cabeza, supongo que por el dolor.

No podía simplemente desviarse el balón, no, tenía que impactar en la cabeza de un jugador porque Alissa siempre tiene que destacar. Y siempre para mal, obvio.

-¡Lo siento!

-No pasa nada... -dijo no muy convencido-

Se levantó aún con una mano en su preciosa cabellera. Enhorabuena, ya le caes mal a uno.

-No puedes estar ni un minuto sin liarla, Sia -me intentó regañar Noah, fallando, ya que le entró la risa-

-Buena puntería -habló Simeone-

Para entonces yo ya estaba como un tomate. Odio ser el centro de atención, y ahora mismo todos me miraban.

-Tampoco es que como si me hubiese matado, podemos continuar -gracias Koke-

Seguimos jugando, y para cuando me volvió a tocar a mi, tiré muy suave, con la mirada de todos los presentes sobre mi.

-Hasta yo tiro con más fuerza -comentó un señor mayor-

Hice un intento de sonrisa y volví a ponerme junto al resto. 

La mañana pasó bastante rápida después de aquel pequeño accidente. Ahora mismo nos dirigíamos al restaurante donde comeríamos todos.

No era muy grande y, al ser bastantes, decidieron juntar todas las mesas para estar mejor.

Noah y yo corrimos a coger un buen sitio, y por suerte, nos tocó cerca de algunos jugadores.

Tenía a Koke literalmente enfrente y no podía ni mirarlo de la vergüenza por lo anteriormente ocurrido.

-Oye, fíjate en el camarero -me susurró Noah-

Me sonaba de algo y no sé de qué.  

-¿Qué pasa?

-No sé, es mono.

-Qué rápido te olvidas de Anto.

-Cállate, te van a oir.

-Meh.

Rodó los ojos y yo me dediqué a observar al camarero. Estoy segura de que lo he visto en alguna otra parte.

-Lo vas a desgastar.

Miré a quien había dicho eso y sentí como la sangre subía nuevamente a mis mejillas. Don Koke.

-Oh, mira qué mona, la has hecho sonrojar -añadió en tono burlesco Ñiguez-

Mi querida amiga observaba la situación divertida y no tardó en añadir algo.

-Mira, ahí viene, deberías pedirle una foto, te va a durar más.

En mi mente la maté de 456 formas diferentes.

-Alissa, cuánto tiempo -sonrió el susodicho-

-Sí... -sigo sin recordar quién es-

-¿Ya te has olvidado de mi? -fingió tristeza-

-No, no, claro que no, ¿yo? ¿olvidarme de ti? pf, qué va.

-Vamos, que no tiene ni puta idea de quién eres, amigo -volvió a meterse en la conversación Saúl-

-Soy Javier, fuimos juntos al instituto. -me miró esperando alguna reacción por mi parte, pero ni parpadeé- Salimos juntos. -seguía igual. Él rodó los ojos- Era el mejor amigo de Álvaro.

Álvaro es el hermano de Noah, éramos inseparables hace años.

-¡YA ME ACUERDO!

-¿Te olvidaste de tu ex? Dime tus trucos -nuevamente abrió la boca el ilicitano-

-Han pasado muchos años y soy un poco despistada.

-Bueno, muchos años tampoco...

-Noah, no ayudas.

Había que reconocer que el chico había cambiado demasiado. Y para mejor. Ojalá yo evolucionando de esa forma.

-Bendita pubertad -soltó Noah tras un suspiró cuando Javier se retiró- Por cierto, llevas mucho sin novio, cuando se acabe esto tenemos que salir de fiesta.

-Saliendo de fiesta no se encuentra novio exactamente. -adivinad quién fue-

-Tío, deja a las pobres muchachas conversar tranquilas.

Gracias nuevamente, Jorge.

-En fin, que necesitas novio, te haces vieja.

Mi cara era un poema. Noah era dos años más pequeña que yo, apenas acababa de cumplir los 18 y siempre se metía conmigo por ser mayor. Aunque claro, cuando yo cumplí los 18 bien que se aprovechaba de mi para entrar en los pubs.

-¿Cuántos años tienes? -preguntó el vallecano-

-Tío, deja a las pobres muchachas conversar tranquilas -imitó burlescamente su amigo-

-20 -contesté sin más, ignorando al otro individuo-

-No jodas, si aparentas 15 -aguantó la risa-

-Me estás poniendo de los nervios, Ñiguez.

-Te estoy poniendo, a secas.

Rodé los ojos y decidí no contestar.

-¿Ves? No lo niegas.

-A los tontos hay que darles la razón -habló Koke y asentí ante lo dicho-

Saúl lo miró mal y empezamos a comer, ya que la comida había llegado hacía unos segundos.

Javier pasó poco después a recoger los platos junto a la ayuda de otro camarero.

-Oye, ¿sabes que tu ex está buscando un nuevo novio? 

-Si a me dio con el balón sin haberle hecho nada, imagínate lo que te hará a ti por idiota.

-Es divertido ver cómo se cabrea.

-Como decida vengarse sí que va a ser divertido -comentó Noah-

Mi adorada mente ya estaba maquinando un hermoso plan de cómo vengarme de uno de mis jugadores favoritos, que, por desgracia, no estaba siendo de mis personas favoritas en estos momentos.







Un último adiós - Saúl ÑiguezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora