Un último adiós - Saúl Ñiguez

8.

Los chicos se disculparon conmigo por haberle seguido el juego a Saúl, aunque no tardaron en bromear sobre la escenita que presenciaron minutos antes.

-Has tardado tres días en caer en las redes de Ñiguez, es todo un récord. -dijo Gabi-

-Tal vez él ha sido quien ha caído en mis redes.

-Touché. Solo no te emociones mucho con la relación o lo que sea que tengáis. No suele durar mucho con la misma chica... Ya me entiendes.

-Vamos, capi, no soy tonta. Solo quiero divertirme. Nos quedan 4 días aquí, hay que aprovecharlos.

Tras una pequeña charla con Gabi, el cual solo se dedicó a advertirme sobre Saúl, decidí ir a buscar a Noah, necesitaba que me explicara qué le pasa.

No tardé en encontrarla, ya que se pasaba la vida con el gabacho. Lo siento, Antoine, te adoro, pero me estás robando a mi mejor amiga.

-Noah, ¿podemos hablar?

-Claro.

-A solas -dije mirando a Griezmann-

Rápidamente pilló la indirecta y se fue diciéndole a Noah que la vería luego.

-¿Se puede saber qué te he hecho?

-Nada, ¿por?

-Me llevas ignorando desde ayer.

-Tengo la oportunidad de pasar tiempo con mi ídolo, lo siento si te he dejado un poco de lado... Además, tampoco has perdido el tiempo, te vi con Saúl...

-Se suponía que íbamos a venir a disfrutar de esto juntas, no a liarnos con los futbolistas...

-¿Cómo sabes que Antoine y yo...?

-Espera, ¿qué?

-Eh... nada.

-¿Te has liado con el francés? Por eso no os separabais... -reí-

-Cállate, tu incluso dormiste con Saúl.

-Eso no fue voluntario, él se metió en mi cama.

-Ahora si que lo dejarás entrar voluntariamente -sonrió pícaramente-

-Cuéntame qué paso con Antoine, anda. -dije cambiando de tema-

Se pasó más de una hora contándome cómo parecía que su historia estaba sacada de uno de los cientos de fanfics que ella había escrito.

Aún seguía molesta porque no me lo haya contado antes y por haberme ignorado, pero fue por una buena causa.

Pasamos el día juntas olvidándonos de los chicos y la noche no tardó mucho en llegar. Yo me fui a mi 'habitación' y Saúl ya se encontraba allí.

-Desapareciste todo el día -habló desde mi colchón-

-Día de chicas, sorry -me senté a su lado-

Nos quedamos en silencio bastante tiempo y justo antes de que se empezara a volver incómodo, Ñiguez habló.

-Oye, lo de esta mañana...

-Estuvo bien -contesté antes de que terminara la frase-

-¿En serio?

-Sí, pero te devolveré la broma.

-Yo no hablaba de... -lo interrumpí-

-Sé de lo que hablabas, idiota.

-Así que te gustó, ¿eh? -asentí mirándolo- pues hay otra cosa que igual te gusta más.

Sin esperarlo, empezó a besarme y terminamos recostados en el colchón. Los besos cada vez subían más de tono y el calor ya se podía palpar en el ambiente. Su boca pasó hacia mi mentón y seguidamente hacia mi cuello, donde se quedó un buen rato, seguramente dejando marca.

Su mano se deslizó lentamente por mi cuerpo y fue levantando mi camiseta hasta llegar a quitármela. Me observó unos segundo mordiéndose el labio inferior y volvió a besarme.

Pronto la ropa de ambos desapareció entre beso y beso.

-Dime que tienes condón.

-Cariño, yo siempre vengo preparado -dijo con una voz ronca debido al panorama-

No tardó ni cinco segundos en colocárselo y antes de introducirse en mí, unió sus labios con los míos una vez más.

-Mierda, Lyss, casémonos. -habló entrecortadamente cuando acabamos-

-Lo siento, me casaré con Dybala.

-Yo soy mucho mejor que él.

-En tus sueños.

-En mis sueños solo estás tú.

-Eso te ha quedado muy cursi.

Nos quedamos mirando y me perdí en sus ojos por un momento. Este chico era demasiado bonito para ser real.

-¿Por qué eres tan guapa? -preguntó acariciándome la mejilla con suavidad-.

-Mis padres me hicieron con amor -reímos- en realidad existo gracias a un condón roto, pero bueno.

-¿Te imaginas que se rompió nuestro condón?

-No seas gafe, Ñiguez. No quiero tener un hijo contigo.

-Me rompes el corazón -dramatizó-

-¿Dormimos?

-¿Juntos?

-Claro, aunque si quieres irte...

-¡No! Es que creí que no te gustaba dormir con nadie.

-Haré una excepción contigo.

Sonrió como un niño pequeño y me abrazó para minutos después dormirse. Mientras yo me quedé pensando en lo genial que sería tener a alguien como Saúl en mi vida y no solo de paso.

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Intenté hacer una escena subida de tono pero no me gustó cómo quedó. Era demasiado explícita y al final lo dejé así. Lo siento, pero es lo más difícil de escribir del mundo. O te queda muy porno o muy mojigata, no hay un punto medio. Mis dieces a quien sepa escribir este tipo de escenas con facilidad. No sé cómo lo hace la señora de 50 sombras de Grey. Tampoco quiero saberlo, sería un poco traumático... En fin, espero que hayáis disfrutado del capítulo. Gracias por leer.