Cuando estábamos a punto de llegar a nuestro destino pude observar de lejos la belleza del mar, y las costas que decoraban la clara y brillante arena en donde nos íbamos a instalar, estaba más que desesperado por llegar, ya que el viaje duro más o menos 2 horas sin parar, cuando llegamos bajamos las cosas del carro maletas, utensilios, casas de campaña etc... las desparramamos y nos sentamos en ellas para comer unos suculentos sándwiches, que por cierto le quite el aguacate, ya que no me gusta.
Duramos por lo menos 2 horas en instalarnos totalmente, eso sin contar cuando Damián y yo armamos nuestra casita, ¡NO SABÍAMOS CÓMO LEVANTARLA! Fue muy desesperante, solo veía como la familia de Damián se reía sin parar de nosotros ya que rechazamos su ayuda para hacerlo, así que total, a pesar de que tardamos mucho la terminamos armando juntos, que fue lo que más me conmovió.
Pasamos la tarde ahí solamente, cuando terminamos Damian me dijo:
"Anda Evans, vamos al agua un rato"
A decir verdad, no le había dicho aún que no sabía nadar, porque obviamente me daba mucha pena, así que le dije que mejor sería en otra ocasión, aunque no le tomó mucha importancia porque me llevo casi arrastrando, y de verdad que pena, ahí me veían pataleando y manoteando el agua, y eso que apenas me cubría el pecho, en ese momento el llego por mi espalda y me abrazo, y me llevó lentamente más al fondo del mar, no sentí miedo, ya que en sus brazos me sentía muy seguro.
Al llegar la tarde comimos pescado empapelado en ese momento ese platillo ¡ERA LO PEOR QUE PODRÍA HABER EXISTIDO! Y al momento de decirme solo agarre una tortilla y me serví puro queso y verdura, Damián se dio cuenta y agarro carne del pescado y me hecho eso en el taco, sin contar el ojo del pez ¡QUE ASCO! Pero total, me lo termine comiendo.
Se obscureció y antes de que obscureciera más, teníamos que enjuagarnos con agua dulce para poder dormir, para enjuagarnos teníamos que ir a un rincón muy escondido y ahí quitarnos las prendas que nos cubrían hasta desnudarnos, cuando Damián se iba a empezar a enjuagar solo veía la parte de su pecho y hombros descubiertos, y a decir verdad no se porque me entró la idea de querer ver un poco más, pero me contuve a más no poder, y trataba de ver otras cosas, pero era inevitable dejar de verlo como lavaba su cuerpo, me sentí muy sucio después de haberme imaginado todo eso, pero en fin, fue algo muy intenso.
Cuando nos íbamos a dormir, y nos tapamos con las cobijas que había en nuestra casita de campaña, nos deseamos las buenas noches, y cuando nos quedamos callados, el entrelazo sus piernas con las mías, creando una linda y hermosa sensación en mi, hasta quedarme dormido.
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Una Lucha Inesperada
Teen FictionEl amor nos llena de muchas sorpresas, y se representa de muchas maneras, casi el 50% de todo el mundo sabe que el amor no conoce raza ni genero, y el otro 50% se encierra en un mundo donde no hay respeto ni tolerancia, alguna vez no se han pregunta...