Emma ¡Tu serás mía!

Capítulo 12 (Final)

Al día siguiente...

Emma dejó muy bien en claro que no quería estar en un juego. Si Mauricio becket de verdad la ama como​ él dice hacerlo, el se lo tendrá que demostrar con creces más que con palabras de amor bonita.

Luego de esa conversación que ellos tuvieron la noche anterior durante la cena, el tema no se volvió a tocar. Por más cursi que el rubio quisiera ser, a la castaña no le interesaba eso. Pero por dentro de si misma, ella no se resistía a querer besarlo, pero tenía que aguantar para evitar lo que tanto no quería que pasará.

A la mañana siguiente, la castaña estaba recostada en su gran cama de hotel, estaba despierta, claro está, pero estaba medio pensativa. Pensando en todo lo que le ha pasado estas últimas semanas como cuando conocio a mauricio, los problema que ha enfrentado, tanto con su familia como con todos los hombres con los que la han intentado acosar, y más el repentino amor del rubio. Eso es lo que le preocupa más.

Mientras estaba pensando en todo, el timbre de la habitación comenzó a manifestarse. Luego la chica se para de su  cama y dice la típica frase:

—¡Voy! ¡Voy!

Luego de terminar de vestirse se acerca a la puerta para decir:

—¿Quien es?

—¡Mensaje para Emma bothman! —Dijo una voz de chica al otro lado de la puerta.

Emma sabiendo que esto podría ser obra del rubio, no tuvo más remedio que abrir la puerta:

—¡Si! ¿Que desea?

—Señorita bothman, el señor beckett la está esperando en el balcón de su habitación, ¿que si podría ser tan amable de ir para alla?

Emma se quedó un momento en silencio, y estaba pensando en decir que no iría. Pero conociendo al rubio, ella sabía que algo iba a hacer el para que fuera obligatoriamente para allá. Así que solo se limitó a decir:

—Esta bien, dígale que en unos minutos estaré allí. —Dijo la chica con la sonrisa más falsa que había podido crear.

—Esta bien, me retiro. —Dice la empleada y retiro.

Durante las siguientes horas Mauricio le comento a emma que iría a varios sitios a visitarlo, incluyendo la capital del país "Santo Domingo" donde iría a conocer lugares de interés.

El viaje fue de los más espectacular para emma, ya que su sueño era visitar esa playa del caribe y poderse bañar en sus aguas cristalinas. Una experiencia inolvidable para la castaño.

Ya de regreso a punta cana cuando apenas eran las ocho de la noche, el chico dijo:

—¿Necesitas algo más antes de irme?

—No creo, pero gracias por el paseo. De verdad no sé cómo te lo voy a agradecer.

—De nada, tú sabes que yo te amo Enma, y daría lo que fuera, con tal que tu me creas.

—Mauricio, no es fácil. Es que no confío mucho en los hombres, necesito que me des tiempo para poder asimilarlo.

—Pero, ¿Asimilar que? Emma, nos amamos. Eso ya queda demostrado, ¿Que tanto te cuesta darme una oportunidad?

—¿Se te olvida que tú intentaste conquistarme solo para acostarte conmigo?

—Y no sabes lo arrepido que estoy por eso.

La chica se quedó en silencio y no dijo más nada.

—Esta bien, no te insisto más. ¡Buenas noches! Emma, espero que puedas descansar. —Dijo el hombre cuando se fue, pero luego unas manos le toman por el hombro y cuando él se da la vuelta sus labios están compartiendo con los de la castaña.