— ¿Y bien señorita Boothman? —Pregunta el joven rubio a la castaña. — ¿Por qué debería darte el empleo?
—Tengo entendido, que aun no se ha cual puesto me estaría usted entrevistando. —Dijo la chica muy tranquila.
—Creí que la chica de recursos humanos le había dicho.
—Claro que sí. Pero, yo no tengo experiencia en eso de secretarias de presidencia o asistente.
—Sí, tienes razón en eso. Según vi en tu hoja de vida, tú apenas hiciste un curso. Pero aun no tienes experiencia laboral en eso.
— ¿Y entonces? ¿Para qué me está entrevistando?
Mauricio se queda mirando de una manera extraña a la chica, lo cual a este le empieza a asustar su mirada. Luego de tanto rato en silencio el joven dice;
— ¡Te quiero proponer algo! —Dijo este con una sonrisa burlona, y la chica lo miraba extraño. —Yo se que tú no tienes experiencia laborar, para ocupar este puesto que necesito. Pero si aceptas lo que te voy a proponer.... —La chica lo interrumpe.
—Vaya al grano y diga lo que tenga que decir. —Dijo la chica un poco mal humorada.
—Te voy a dar el puesto, a cambio de que.... —El joven comienza a manosear sus bellas piernas con sus manos, a lo que la chica se asusta. —Una noche juntos....... —Termina de decir el rubio, la chica de la impresión se para de su silla y dice;
— ¿Qué le pasa carajo? ¿Acaso usted me cree una prostituta de esas con la que se acuesta todo el tiempo? —Dijo la chica con muy mal humor y luego le dio una cachetada al rubio.
—No dije eso amor, solo que se nota en....
—Cállese, usted lo que es un pervertido. Claroooooooo, como soy pobre y humilde, se quiere aprovechar de eso. Pero le voy a decir una cosa, señor Becket. Si usted cree que yo soy como todas esas mujeres con la que usted se acuesta, se equivoco. Porque soy una mujer muy digna.
—Eso dicen todas, pero las tengo en mi cama. Demuestran ser lo contrario. Y yo estoy viendo en tus ojos, como me deseas.
—Cállese, degenerado. Usted puede quedarse con su empresa o poder. Pero a mí no me va a embobar como lo hace con todas. Váyase al infierno. —Dijo la chica y salió de una vez de la oficina de Mauricio.
Al salir Emma de la empresa, ella se metió en un callejón y de pronto se puso a llorar desconsolada. Para ella, esa situación era su historia del día a día. Nadie la respeta como mujer, los hombres ricos y con poder solo quieren tenerla en su cama. En su vida jamás ha aparecido el hombre que la quiera como quisiera, no por su cuerpo. Pero ella seguirá con su posición, no dejaría que ningún hombre la quiera tratar solo como un objeto. Mucho menos Mauricio Becket.
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Mauricio estaba en su oficina como medio ido. La castaña lo había dejado con ganas de hacerle muchas a esa chica, pero lo que el rubio se siente sorprendido; es la actitud de la chica. En su vida había conocido a una mujer que se deje respectar como lo hizo Emma. Y es que para Mauricio no es un secreto que todas las mujeres que se cruzan en su camino, quieran estar con él. ¿Y cómo no? Si él es el hombre que toda mujer soltera quisiera y hasta mataría por tener en su cama. Por el simple hecho de poseer una de las fortunas más grandes de todo el mundo, y claro, por ser el hombre más guapo. en ese momento entra Robert a la oficina y dice;
—Ya tengo a los candidatos que escogeremos para la presidenta regional. —Dijo el menor sentándose frente a su hermano. —Solo tiene que evaluarlo antes de tomar una decisión. —Dijo el joven mirando unos documentos, pero al ver que su hermano no le hacía caso, lo miro extraño. —Mau, ¿Te sucede algo?
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Emma ¡Tu serás mía!
Cerita PendekMauricio es un joven muy rico, soltero, mujeriego, prepotente, y con el único deseo de tener a todas las mujeres en su poder (en su cama). Para el ninguna mujer se le podía resistir a sus encantos y nunca tenía problema para estar una noche con ella...