Salí del bar de José como alma que lleva al diablo. No quería ni podía estar en el mismo sitio que él. Mi movil no paró de sonar desde que me fui. Estaba en una especie de acantilado con las piernas colgando al vacío. Cualquiera que me viese en esa situación pensaría que me quería suicidar y, la verdad es que esa idea era bastante tentadora pero no podía hacerle eso a Alex. Sabía que mataría a Adrián, que me parecía buena idea y además estaría muy mal. A veces pienso que si Alex no estuviese en mi vida no sería como soy. Él hace que me contenga de hacer muchas cosas que cada día se me pasan por la cabeza. Sin ni siquiera darme cuenta, comencé a llorar desconsoladamente. Nadie pasaba por allí, podía llorar sin que me preguntase o se compadeciese de mí, cosa que odiaba. ¿Por qué tube que oir lo de la puta apuesta? No. ¿Por qué fui tan gilipollas de caer en sus putas redes? ¿No podía seguir todo como siempre? No, fui estúpida y dejé al descubierto algo que llevaba tantos años escondiendo. Deje al descubierto que estaba enamorada de ese gilipollas que acababa de llamarme zorra. El mismo gilipollas que me tiró de la bici cuando solo tenía nueve años pero que al día siguiente cuando yo iba a cruzar la calle, me salvó de que un coche me atropellara. El mismo gilipollas que venía cada día a mi casa y me insultaba pero que lo hacía con una sonrisa encantadora. El mismo que se metía continuamente conmigo pero que pegó a un chico que se metió conmigo diciéndole "con este trol solo me puedo meter yo, ¿te queda claro?". El mismo gilipollas que se había pasado una semana entera en el hospital cuando me operaron de apendicitis y que me decía lo guay que era mi cicatriz..
Seguí llorando más y empezó a llover, ni siquiera me inmuté. Pasaron las horas y estaba completamente empapada y helada. Era de noche. Las luces de un coche me alumbraron y de ese coche bajó un hermano completamente pálido al que abracé nada más ver.
-¿Qué mierda Sara? Estás helada joder. Entra en el coche, vamos a casa.
Yo no respondía solamente lo abrazaba mientras lloraba. Él me montó en el coche y me puso el cinturón. El camino a casa fue sinlencioso. Ninguno habló en todo el trayecto, cosa que aradecí. Cuando llegamos, me bajé del coche y casi no podía andar de lo congeladas que estabn mis piernas. Alex debió darse cuenta de ello ya que, nada más bajarse él, me coió en brazos. Entramos y en el sofá se encontraban mi madre, Sergio y Cris, los cuales se levantaron rápidamente al verme. Alex les hizo unas señas para que no se acercasen excepto a Cris, quien subió con nosotros hasta mi habitación.
-Cris, métela en la bañera con agua caliente durante un rato. Tenía incluso la piel algo morada de la hipotermia cuando la he encontrado
-Está bien
Alex me posó en el suelo y con la ayuda de Cris entramos en el baño. Llenó la bañera mientras me desvestía. Me metí en la bañera y sentí como el calor se adentraba por los poros de mi piel.
-Sara...
-Lo sé... No volverá a pasar.. Necesitaba estar sola.. Mañana te lo explicaré, ahora no me apetece hablar Cris
-Te comprendo, no hables.. Llamaré a Alex para que te traiga algo de comer, debes tener hambre.
Estuve un buen rato en el agua caliente hasta que mi cuerpo se recompuso del frío y volvía a tener el color rosado en la piel. Cris me había ayudado a ponerme el pijama y a acostatme en la cama.
-Tengo que irme a casa Sara, mi madre me ha dejado algo más dada la situación
Alex entró en la habitación.
- Está bien Cris, no te preocupes.Gracias por ayudarme y quedarte conmigo.
-No se dan amiga, mañana hablamos -depositó un bedo en mi mejilla y se fue. Mire a Alex
-Perdoname...
Las ganas de llorar volvian a mi e incluso mis ojos se cristalizaron. Alex, elcual llevaba una bandeja con lo que sería mi cena, dejo dicho objeto en la mesa y se lanzó a abrazarme.
- Shh... no te preocupes enana.. Ya estás en casa.. estoy contigo -me acariciaba el pelo
- No lo volvere a hacer...
- Eso espero..-me miró a los ojos- no sabes el susto que nos has dado cuando no te encontrabamos y no contestabas..
-Solo quería estar sola.
- Lo sé, lo entiendo
- Oye... te has enfadado con él?
- Ppff..-suspiró sonriendo un poco- le he partido la cara nada más irte tú -reí ante su comentario
- No quiero que esto interfiera en vuestra amistad Alex... se lo importante que es para ti.. Vamos.. Sois de toda la vida
- Ya lo sé Sara y no te creas que no me ha jodido pero tú eres mucho más importante enana. Jamás dejaré que te hagan daño. Ni Adri, por mucho hermano que lo considere, ni ningún otro. Eso que te quede claro.-sonreí
- Te quiero hermanito
- Yo si que te quiero enana
Tras volverme a abrazar, salió de la habitación y yo tras cenar lo que Alex había traido, me dormí.
-Quedamos en ligarme a la melliza de Alex no en tirármela..
-Se me hace imposible odiarte..
-Las estrellas no son tan preciosas como tú....
-He ganado la apuesta págame...
-Te quiero...
-Sara..
-Sara...
-¡Sara!
Desperté sobresaltada y empapada en lágrimas. Alex estaba junto a mi cama sujetándome por los hombros.
- ¿Estás bien?
Asentí lentamente y me abrazó.
-Vamos, no ha sido nada. Solo una pesadilla
-Si...solo una pesadilla...
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Te quierodio.
Roman d'amourSara es una chica de 17 años que se relaciona con el resto de una manera peculiar y muy suya. Es una persona única. Su familia es un tanto peculiar también. Vive en un casón con su madre y dos hermanos Alex, mellizo de la chica y Sergio de 18. Es r...