Capítulo 11.

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°Sara°

Ha pasado una semana desde la fiesta y aún no había ido al instituto. La simple idea de encontrarme en la misma clase que ese mal nacido era superior a mí.

Cris me había contado que Alex y Adrián habían ido a denunciarlo. También me contó que él y Noe estaban muy juntos y que, a pesar de estar dolida, no lo mostraba ya que no podía guardarle rencor porque ella no sabía los sentimientos de Cris hacia Alex. Además me dijo que Dani la distraía bastante de esa relación.

Cuando mamá se enteró de lo ocurrido en la fiesta cayó en una mini-depresión de unos cuatro días hasta que Alex la reprendió diciéndole que debíamos ser más fuertes que esto y que no podía hacerme sentir peor de como ya estaba, los escuché desde la escalera cuando bajaba a cenar. En cuanto a Sergio, cuando se enteró, salió a toda hostia de casa, cogió su moto y no volvió hasta la tarde del día siguiente. Por lo que Noe me contó, Lucas había aparecido en el instituto al día siguiente con la cara hecha un cristo. Con respecto a Adrián, al principio no se separaba ni un minuto de mi pero poco fue volviendo a su vida, también a petición mía. Después del beso que nos dimos, hubieron algunos más y yo cada vez me enamoraba más si eso era posible. Quizá estubiese jugando de nuevo comigo pero en estos omentos me daba todo igual, lo necesitaba a mi lado.

Me desperté el Lunes bastante tempano. Había decidido que era hora de enfrentarme a la realidad e ir al instituto. Me levanté de la cama y me dirigí al baño en el cual me di una buena ducha. A la salida envolví minpelo en una toalla y fui hacia el armario donde cogí unos vaqueros, un jersey azul y mis vans a juego. Me vestí y volví hacia el baño. Sequé y planché mi melena rubia y me apliqué un poco de maquillaje. Bajé a desayunar y en la mesa estaban mis hermanos peleándose, como siempre, por el último mini-croissant que había en el plato hasta que me vieron y no apartaron la mirada de mí.

-¿Qué? ¿Tengo algo en la cara? -suspiré rodando los ojos y entré en la cocina en la cual estaba mi madre prepárandose una taza de café.

-Cariño...-se acercó y me abrazó

-Buenos días mamá -sonreí e intenté que ella lo hiciese. Sabía que aún estaba algo deprimida -¿me haces un café a mí?

-Claro -sonrió y yo fui a sentarme con mis dos hermanos.

-Sara, ¿estás segura? -Sergio, el cual se situaba a mi lado me miró-

- Sí. -cogí una galleta y la mordí

-La madre de Lucas vino ayer mientras tú estabas con Cris.-Alex me miró con tristeza

-Y...¿qué dijo?

-Se mudan. Está avergonzada de lo que su hijo hizo y está de acuerdo en que sea denunciado. Dijo que esta misma mañana empezarían a empaquetar las cosas y mañana se irían. Ya no tendrás que verle la cara a ese hijo de puta nunca más.

- Quitad la denuncia -mi madre entró donde estábamos y casi se le cae la taza de café cuando me oyó pero logró ajustar su pulso y la puso delante de mi- gracias mamá.

-¿Qué estás diciendo Sara?

- Lo que has oído Segio. Quitad la denuncia, ya se va a mudar no? ¿Para qué más historias? quiero que esto pase y quiero volver a mi vida. Sin que todo el mundo se eche la culpa a sí mismo por lo que ocurrió, sin que mamá tenga que llorar cada noche encerrada en su baño pensabdo que así no la oigo, quiero volver a salir con mis amigos sin que me miren como a la "pobrecita" ¿lo entiendes?

-Sara..-lo interrumpí-

-Nada. Sara nada. -cogí mis cosas y bebí el café, por suerte estaba templado- os veo en el instituto.

Te quierodio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora