Te quierodio.

Capítulo 22

SARA

Ha llegado el día de nochebuena. Íbamos a cenar la familia unida y después a darnos los regalos. Con los chicos habíamos quedado en el apartamento que utilizó Alex para su cita con Noe. Se había convertido en nuestro sitio de reunión a parte de la cafetería donde Adrián trabajaba.

Estaba terminando de vestirme para bajar a cenar cuando llamaron a la puerta de mi habitación.

-Adelante -me miré en el espejo y terminé de rizar mi pelo

-Sara, ya es la hora-Alex apareció con una camisa blanca y unos jeans negros- mamá ha terminado de ordenarlo todo y ya está todo listo

-Dame dos segundos-asintió y salió de mi habitación-

Miré mi reflejo y sonreí satisfecha con mi trabajo. Llevaba un vestido azul marino con unos tacones del mismo tono que llevaban como reflejos dorados. Mi pelo rubio con ondas y mi maquillaje había quedado perfecto. Cambié mis tacones y me puse unas zapatillas más cómodas puesto que cenábamos en casa. Cuando terminé bajé al salón y el olor del pollo recién horneado invadió mis fosas nasales. 

-Mamá huele genial-sonreí y me senté en la mesa-

-Estás guapísima hermanita-Sergio me miró sonriendo-

-Tú también estás muy guapo 

Me fijé bien en la mesa y me di cuenta de que habían dos platos de más.

-Esto..mamá. Somos cuatro, ¿por qué hay seis platos?

-Oh porque ..-llamaron al timbre- Ahí están-sonrió- ve a abrir Sara.

Me levanté y abrí la puerta. Tras ella se encontraba Adrián con una sonrisa encantadora, unos jeans y una camisa azul. Sonreí por inercia. A su lado se encontraba Anne.

-Hola -sonreí y Anne me abrazó- Pasa, mi madre ha hecho galletas -ella sonrió y fue corriendo hacia adentro. Miré a Adri- No me has dicho nada..

-¿Sorpresa? -ambos reimos y me abrazó- Estás guapísima -besó mi frente y entramos juntos a mi casa- ahora que...-se acercó a mi oído- esas pantunflas rosas con este vestido...te hacen super sexy -sonrió y fue a saludar mientras yo reía.

Cuando mi madre terminó de hacer la cena, todos nos sentamos.

La cena transcurrió tranquila entre risas por parte de todos. Cuando era ya la hora de irnos, subí a mi habitación a colocarme los tacones ya que después de darnos los regalos saldríamos de fiesta.

Cuando terminé de ponermelos fui hacia el armario a coger mi abrigo cuando de repente sentí unas manos en mi cintura y una respiración en mi cuello. Sonreí al instante.

-¿Te he dicho que estás preciosa esta noche?

-No..-sonreí- no he oído nada de eso..

-Pues lo estás -noté como empezaba a dejar besos por mi cuello y sonreí- Me encantas

-¿Ya te ha afectado el vino?-me giré sonriendo y lo miré a los ojos- Estás muy atrevido...

-Puede ser -sonrió y me sentí desfallecer- Pero solo he dicho la verdad -se acercó a mi y estaba a punto de juntar sus labios con los mios-

-Como se te ocurra besarla, voy a patear tu culo -Adrián suspiró frustrado y miró hacia donde provenía la voz-

-Lo de cortarme los momentos "románticos" con tu hermana se está convirtiendo en costumbre.
-No tengo la culpa de que elijas los momentos en los que estoy cerca -sonrió- nos vamos ya
-Está bien-reí y me puse el abrigo- vamos
Salimos todos de la casa. Íbamos en el coche de Adrián ya que debíamos pasar primero por su casa para dejar a Anne ya que su madre le había avisado de que había salido de trabajar.