CAPÍTULO 4

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Bastian

Voy algo incómodo con Zenda en el ascensor, prácticamente me obligo a salir con ella porque esto es como una cita ¿no? La verdad no lo sé, pero aprovechare esta oportunidad para saber que carajos es lo que me pasa con ella y necesito empezar por preguntarle que paso esta mañana en su oficina porque se veía tan decidida que me cohibió, pero lo deseaba tanto como ella

- Señorita Gastrell – le digo haciendo que ella gruña, muy común en ella
- Dime por esta noche Zenda, además ya me has llamado así – le resta importancia

Salimos del ascensor y su guarda espaldas la espera. Nos mira y parece sorprendido al vernos los dos, si yo también lo estoy

- Brown me voy de copas con Bastian , lleva su equipaje al ático, ya que se quedara con nosotros esta noche, dile a Mariah que le arregle una habitación y llevamos a donde sea a beber –parece estar más sorprendido que yo
- Zenda, yo puedo irme a un hotel – vuelve a gruñir, se ve adorable a decir verdad
- Es una orden para ambos – dice con voz de mando haciendo que nosotros solo asintamos
- Quiero preguntarte tantas cosas – ella suspira
- Lo sé, pero para muchas ni yo tengo la respuesta, no sé qué estoy haciendo y solo quiero averiguarlo esperando que las cosas pasen – dice con tranquilidad mientras mira por la ventana
- Está bien – le concedo mientras miro que hemos llegado a Tentation

Bajamos y entramos con total normalidad mientras veía como la gente se reía y disfrutaba como personas normales, bueno yo que sepa no soy un marciano o algo así pero quizás Zenda tenga razón, debemos disfrutar el momento y ya ver que pasara mañana

- Buenas noches – saluda una joven mientras me mira más de la cuenta y se sonroja -- ¿Qué les apetece? – pregunta con sus mejillas sonrojadas
- Un wiski doble – dice Zenda aniquilándola con la mirada
- Yo quiero lo mismo – le digo mientras ella sale corriendo de nuestra mesa – eres intimidante – el digo haciendo que sonría, es hermosa
- Gracias – dice haciéndome reír – de no ser así, no hubiera logrado muchas cosas – asiento -- sé que quieres preguntarme muchas cosas, así que pregunta – me sorprendo
- ¿Qué paso exactamente esta mañana, porque me acorralaste? – ella suspira
- La verdad no sé, simplemente quería saber a qué sabían tus labios – me dice con tranquilidad
- Ya veo
- Pero no vi que te opusieras mucho – sonríe con malicia, llegan las bebidas y ella se toma el suyo de un solo trago al igual que yo – otros dos – pide mientras me mira – Bastian , yo siempre consigo lo que quiero y en este momento lo que quiero es probar tus labios y saber exactamente qué es lo que pasa conmigo y contigo – declara
- Ya somos dos – le digo sorprendido mientras llegan nuestros tragos y me lo tomo de un solo trago – traes la botella gracias – el digo a la joven y ella asiente
- ¿Te coloco nervioso? – me pregunta y yo asiento
- Sí, no sé qué me pasa contigo – digo con seriedad mientras la miro directamente a sus bellos ojos
- Pues salud – dice mientras choca nuestras copas y comenzamos a beber

***
Después de dos botellas me siento muy feliz y tranquilo mientras rio de estupideces con Zen, ella está bailando conmigo. Tomo su cintura y la pego más a mí, ella está de espaldas, así que recuesta su espalda a mi pecho y su trasero rosa mi entrepierna, mierda. Se mueve mucho más despacio y siento que tendré una erección en cualquier momento. Hago que gire haciendo que sus brazos se posen en mi cuello y yo la apreté a mi

- Eres hermosa – el alcohol está haciendo caos con nosotros
- Y tu muy guapo – ríe
- Estamos muy tomados –bufa
- Me vale, hace mucho tiempo no me sentía libre, feliz sin responsabilidades – dice y le sonrió
- Pues sigamos bebiendo – le digo mientras reímos – pero antes – digo y me acerco a centímetros de sus labios, ella sonríe y se acerca más haciendo que nuestros labios se rocen
- Lo deseas tanto como yo – une por fin nuestros labios en un beso apasionado y lleno de deseo

Pego su pequeño cuerpo al mío mientras la beso con intensidad, ella jala mi cabello haciéndome gruñir, aprieto su cintura y ella jadea en mis labios, nos separamos por falta de aire mientras junto nuestras frentes

- Te deseo Zatarain – mierda, esas palabras me saben a gloria
- Y yo te deseo Gastrell – le robo un beso
- Nos vamos – me toma de la mano, pasa su tarjeta y pide otra botella – para el camino – me guiña un ojo

Salimos a tropezones de Tentation mientras Brown nos mira divertidos y nos ayuda a montarnos en el auto. La radio está encendida y comenzamos a cantar no sé qué canción, logrando que Brown se uniera, Zen saca su teléfono y comienza a grabarnos mientras parecemos unos locos en el auto. Llegamos a un gran edificio que tiene un enorme, se nota que es una zona residencial exclusiva. Zen me saca del auto riendo para entrar al ascensor

- Llegamos a mi ático – me empuja a una esquina del ascensor mientras me acorrala y comienza a besarme con desesperación

Me encantan sus besos. Aprieto su cintura y la giro quedando ella ahora acorralada. Nos separamos por falta de aire, pero no me detengo, comienzo a besar su cuello mientras apretujo su cuerpo haciendo que ella gima por mis caricias. Las puertas del ascensor se abren y ella me empuja para entrar a su ático

- Maldición, haces que pierda mi juicio – me dice Zen mientras ríe
- Y tú el mío nena – digo mientras la tomo nuevamente de la cintura y la miro directamente a sus preciosos ojos – pero no quiero que esto pase, así estamos muy bebidos – reconozco haciendo que ella asienta
- Lo mejor será dormir – dice mientras se encoje de hombros y se quita sus tacones y baja lentamente la cremallera de su vestido haciendo que este caiga al piso y su magnífico cuerpo quede a la vista – que descanses – me dice de forma sensual mientras me da un casto beso

Pasa por mi lado, pero mi lado cavernícola no la deja ir, la tomo del brazo y la atraigo a mi cuerpo, ella sonríe mientras posa sus manos en mi cuello y me atrae hacia ella mientras besa mis labios con deseo y necesidad. Sé que esto está mal, que quizás mañana ella se arrepienta, pero la deseo tanto que no pienso con cordura

- ¡Zenda! – grita una mujer haciendo que nos separemos – Jesús, yo – dice una rubia que nos mira sorprendidos desde la cocina
- Mierda – dice mientras busca su vestido, pero soy más rápido y me quito mi saco y se lo coloco -- ¿Por qué no avisas que vienes mujer? – le reprocha y la mujer sonríe
- Quería sorprenderte y a tus hermanos, pero la sorprendida fui yo – dice mientras me sonríe y me siento muy incómodo
- Madre – dice exasperada sorprendiéndome
- Yo los dejo – dice la mujer mientras pasa corriendo por nuestro lado – esas maletas que estaban en una habitación, eran tuyas – dice mientras me señala y yo asiento – bueno están en la habitación de mi hija – dice mientras sonríe
- Yo creo que – comienzo a decir pero Zen niega y suspira
- A dormir – me dice mientras toma mi mano y me arrastra por el interior de su ático, creo que el alcohol ya se bajó de mi sistema pero toma una botella de una mesa y el da un largo trago – mi madre está loca – dice y asiento
- Tú también – le digo haciendo que frene y me mire con una sonrisa
- Te dije consigo lo que quiero – dice mientras sigue caminando y me pasa la botella para que tome con ella

Entramos a un gran cuarto, pero no lo puedo ver bien porque la mujer que me trae como un idiota se ha quitado mi chaqueta y está mirándome mientras se muerde su delicioso labio haciendo que mi amigo despierte y solo quiera una cosa

- Me deseas – dice con voz sensual mientras camina hasta donde estoy parado como un idiota
- Si – digo y ella sonríe – tú también me deseas – le digo mientras acaricio su mejilla – pero no quiero que te arrepientas de nada – le digo y ella asiente y sonríe
- No lo are, porque se lo que estoy haciendo – me dice mientras me da un casto beso – necesito olvidar, ayúdame – me pide mientras desabotona mi camisa – solo deseo una cosa y eres tu

Complaciendo Tus DeseosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora