Capítulo 6.1

1.4K 208 138
                                    

Viktor:

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Viktor:

No puedo explicar la sensación que se asentaba en mi estómago al ver a Yuuri patinar de aquella manera. Antes de que su alumno nuevo llegara, pude observar que le ayudaba en ciertos movimientos a quien supuse, era su mejor amigo. Tenía razón, no podía dar saltos demasiado elaborados debido a su lesión, pero sí daba algunos sencillos, no tan complejos. Incluso el simple hecho de deslizarse por el hielo con la gracia y ligereza de una pluma me hacía no querer apartar la mirada ni por un segundo. Y no voy a mentir, la ropa deportiva que vestía se ceñía sobre su cuerpo de forma que su atlético cuerpo se marcaba por debajo de la tela, sensualmente.

En algún momento de la preparatoria recuerdo haber estudiado algo sobre la mitología griega, y de lo poco que de verdad me interesó fueron dos términos diferentes para el amor: Eros, el dios de la atracción sexual, el sexo y la fertilidad; y Agapē, término que los griegos utilizaban para describir al amor incondicional y reflexivo. En esa época, no entendía muy bien el significado de cada uno, pero ahora, viendo y conociendo poco a poco a Yuuri, podía asegurar que el hermoso japonés que se movía frente a mí tenía ambas partes. La sensualidad que derrochaba podía dejar embarazada a cualquier mujer que lo observara e incluso a uno que otro afortunado hombre.

Sin embargo, en el instante en que el pequeño niño rubio de ojos esmeralda cruza palabra con Yuuri, su faceta cambia totalmente. Del Eros que mostraba tan sólo con entrenar a su amigo, al Agapē que cargaba casi siempre. La sonrisa del pequeño era tan brillante al escuchar las instrucciones de su entrenador, que me preguntaba si Yuuri lo hacía a propósito sólo para hacer que mi corazón se detuviera al ver tan adorable escena. El japonés mostraba una paciencia increíble y un carisma que parecía de un ángel.

Me acerco a ellos cuando la clase del niño termina y espero un momento mientras el nipón termina de hablar con el señor que venía por el rubio. Alcanzo a escuchar un poco de su conversación, percibiendo lo feliz que Yurio realmente estaba.

Se me ocurre hacerlo ruborizar un poco al mencionar el buen padre que sería. No se me escapa el pequeño brillo que aparece en sus ojos cuando me mira de nuevo.

Hasta me doy el gusto de conocer a su mejor amigo, Phichit, un chico moreno y entusiasta que de inmediato toma confianza conmigo, bromeando con que nuestra salida iba a ser una "cita".

Aunque, ¿realmente era una broma?

Es decir, a mi me encantaría que fuera una cita, pero ¿qué hay de Yuuri?

De todos modos, espero otros minutos en la banca mientras Yuuri toma un baño y cambia su ropa sudada, y me dedico a observar a las personas que patinan. Me doy cuenta de que Phichit se acerca hacia el borde de la pista y me hace señas para que me acercara. Obedezco.

—Viktor, ¿cierto? —me dice, un poco más serio de lo que estaba cuando nos presentamos.

—Así es, Phichit —confirmo, con una pequeña sonrisa.

Drunk Angel [#VkusnoAwards]Where stories live. Discover now