Capitulo 39:

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Era una mañana de sábado como cualquier otra, eran entres las 8:30 y las 9:00, no había mucho que hacer en casa ya que todo estaba limpio, así que tal vez salgamos un rato o nos quedemos haciendo algo. El teléfono empezó a sonar repetidas veces, y con cada llamada se hacía más alto el sonido, lo tome en mis manos y con mi amable voz conteste:

-¿Hola?
-Hola cariño.

Estaba feliz de volverla a escuchar después de un mes sin saber de ella, quería preguntarle muchas cosas, y también quería contarle algunas a ella.

-Mamá, ¿como haz estado?
-Mejor cielo, todo esta bien, y perdón mi reacción por la última vez que llamé, no... Podía evitarlo.
-No tienes que pedir disculpas, fue un momento duro, lo se.
-Como entiendes cariño... Bueno, todo salió bien hasta ahora.

A través del teléfono su voz sonaba ya alegre como siempre, tan dulce, tan amable... Y llena de dulzura.

-¿Como está Jessabelle?

Fue lo único que se me ocurrió preguntar, al recordarlo, me duele de tan sólo pensar en ella llorando, siendo tan pequeña sufriendo por dos personas, que por un tiempo sustituyeron la presencia de sus padres.

-Creo que está un poco mejor, no podía dejar de llorar la primera semana, y ahora sólo está más callada, supongo que necesita más tiempo.
-Es una niña, aún lo necesita.
-Y... Me temo que...
-¿Qué?.
-...Tendremos que enviarla a un orfanato.
-¿Un orfanato? ¿Porque?

Jonathan apareció de la nada, como si hubiera estado escuchando la conversación desde hace minutos, y realmente podía escuchar nuestras conversación aunque estuviera al teléfono, claro, si estaba cerca ya que a través de el, se podía escuchar claramente cualquier ruido. Pero eso no importaba ahora, ¡como que la enviaran a un orfanato!

-No puedo cuidarla yo sola y tus otros tíos casi nunca pasan tiempo en casa y ya tiene una vida echa que atender, estaría sola todo el tiempo aquí. La única opción es un orfanato.
-Pero... Ella no...

Antes de que me diera cuando Jonathan me había arrebatado el teléfono de las manos, ¿que piensa hacer?

-David y yo podemos cuidarla.

Me le quede mirando con los ojos abiertos como platos y a la vez el ceño fruncido, le acaba de hablar a mi madre, y encima pidió a Jessabelle para cuidarla... Esto parece irreal.

-¿Jonathan? Porque debería de dejarte cuidar a una niña, lo entendería si fuera David, ¿pero porque eres tu quien asume la responsabilidad?
-Escuche, a usted no le agrado y usted a mi tampoco, pero sólo le estoy sugiriendo una y creo que única opción, realmente, quiero que venga a vivir con nosotros porque no quiero que este sola en un orfanato, podría intentar criar a una niña.
-...¿Como piensas cuidarla? Porqué realmente mi confianza en ti es bastante pobre.
-No creo que sea tan difícil, una habitación, muñecas, vestidos, y creo que hay una escuela aquí cerca.

Escuché silencio por un largo tiempo, aún estaba en total asombro, de que dijera todo eso, y mucho más a la mujer que más le desagrada.

-...La llevare el jueves a su casa.

Después de eso, creo, que está es la primera vez que Jonathan sonríe por unas palabras de mi madre, él colgó y me miro extrañado.

-¿Qué?
-¿Como que "qué"? Si querías niños hubieras esperado y adoptado un bebé. Del cuál estaría en total contra si te soy sincero.
-No me gustan los bebés.
-¿Entonces?
-Jessabelle tiene 9, no tengo que estarle cambiando el pañal cada 30 minutos.

Odio cuando se pone pesimista. Pero igual, la idea de que Jessabelle viva con nosotros no es que me desagrade, todo lo contrario, me gustaría tenerla cerca, es sólo que temo a que ella sé de cuenta de algunas cosas, no es algo de lo que se tenga que avergonzar, es... Su reacción. Ella aún no sabe nada de esto, y aún es una niña para entenderlo, y creo que es lo más lejos que puede esperar de su primo y su mejor amigo. Y si lo llegara a descubrir... ¿Aún querrá vivir con nosotros?

Los opuestos realmente se atraenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora