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La mano de Chris fue a dar encima de la de Pepper y presiono su palma contra su bulto. Guiando esa obligada caricia, un gruñido ahogado vibró en su garganta. Ella abrió los ojos por un segundo y lo observo. Se estremeció al enfrentar su deseo. Se enderezó y se acerco al rubio,  estirando una de sus manos rodeándolo por detrás de su cuello y lo beso intensa. sujetándose de el. 

Steve volvió a restregarse contra el trasero de la chica, descubrió que ella ondulo las caderas para el.  

Entonces la castaña volvió a saltar de forma involuntaria, a causa de sus dedos entre sus piernas... separo sus muslos uno a cada lado de las piernas de Steve, elevo su cadera buscándolo dejándose acariciar.

Pero no fue suficiente. Ya no bastaba.  Para ninguno de los tres.

-Nena... estas tan mojada...- Lo escucho a su oído. Poniendo sobre aviso de lo que pretendía. La pantaleta de  Pepper estaba empapada. Nunca había estado tan excitada en su vida. Ni imagino que llegaría a algo como eso.

-¿Mojada?- Chris se detuvo a verla, vio a Steve apegado a su oído y cuello -¿Que tan mojada?- Pregunto con lascivia.

La mirada de Pepper títilo. No sabia si le estaba preguntando a ella o a Steve. Intento respirar. Las manos de ambos chicos cambiaron de dirección. 

-¿Por que no pruebas?- Le sugirió su amigo de toda la vida. Steve levanto a su amiga poniéndola de pie, ambas manos arrastraron el jean de la chica empujándolo hacia abajo.

La respiración de la morena se volvió a alterar, como si fuera posible aun mas. Mientras sentía la frente de Steve apoyada sobre su coxis y sus manos desabrochando sus zapatos para terminar de quitarle el pantalón. Chris estaba haciendo lo suyo quitándole la camiseta, hizo saltar los broches del brasier. 

Ambos la observaron desde esos diferentes ángulos... con detenimiento.

Algo de vergüenza se apodero de sus mejillas, mantuvo sus ojos cerrados intentando respirar serena. Hasta que sintió esa adorable caricia en su rostro.

-Pepper eres perfecta...- lo escucho luego de volver a ver esos alegres encantadores ojos verdes. 

La mirada de la chica de ojos de chocolate, se humedeció, intento contener esa emoción encontrada, había un revoltijo de ideas ahí dentro. Aun torturándola sin control.

-Y hueles deliciosa...- escucho de golpe tras ella seguido de un mordisco en su nalga derecha.

Al estimulo de Steve reacciono con un pequeño salto, pero no se espero lo siguiente. Teddy decidió palpar su humedad... con extrema delicadeza empujo su índice en su hendidura...y un gruñido vibró en el rubio que fijo esa mirada en sus ojos con un brillo depredador. Los labios de Chris se separaron un poco, tomo aire y el dedo se movió, lento, calculado.  

Steve sabia perfecto lo que estaba pasando por su mente. Ella al parecer, de verdad, no había sido tocada... Desde atrás, escucho ese débil quejido de Pepper, algo había hecho, ni se imaginaba que su amigo estaba moviendo ese dedo muy lento y suave en círculos. Tampoco alcanzaba a ver el placer que le estaba provocando con esa desesperante sutileza. 

La morena ni idea tenía como lo había puesto. Chris sentía su sangre punzante empujando su sexo, en dirección a la hembra que permanecía como una diosa impúdica frente a el.

Pero a la Diosa se le estaban debilitando las piernas y sus costillas comenzaban a marcarse al respirar cada ves mas profundo. Ella sentía el palpitar acelerado en su vientre, arrebatándola lento. Sin contar que las manos de Steve subirían a su pecho y comenzarían a hacer delicias.

Chris empujo un segundo dedo, ella se estremeció. Steve respirando sobre su cuello con malicia apretó su pezón. Pepper se retorció. Ya no lograba estar de pie. Necesitaba algún apoyo y su espalda se apego al entrenador.

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