Sensuales lamentos 14

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Cap. 14 El Perdón

Era un día como cualquier otro en Forks.
Nubes, un poco de viento. Una leve neblina. El paraíso en la tierra.

No esperé mucho tiempo.
Su padre estaba indeciso, se bajó en dos ocasiones del coche patrulla. Caminaba unos pasos hacia la casa y volvía nuevamente al coche, apretando sus manos una y otra vez.
No quería dejar sola a Bella.
Sin embargo su deber fue más grande que su aprehension.

Busqué en el lugar algún indicio, alguna señal de algún posible testigo y me adelante al no escuchar nada.
Rápido como una sombra trepé por su ventana y rogué no estuviera cerrada.

“—Corazón vuelve a mi pecho—”

Dije al entrar en su pequeña habitación.
Ahora era un ser completo nuevamente.
Ya nunca más sería la sombra que fui estos últimos meses.
Jamás caminaría solo nuevamente los caminos de la vida. Bella, mi compañera, mi amiga.
Mi vida y también mi muerte cuando llegara su partida.
Sin embargo nos esperaban años de felicidad por delante, todos los años de su vida humana.

Caminé lentamente, sin prestar atención en nada más. Ella dormía profundamente, dormía el sueño del agotamiento, aquel que no permite movimientos ni sueños.
Su cuerpo y su mente se repondrían de todo lo vivido la últimas horas.

A cada paso, cada vez que me acercaba un poco mas, sentia pequeñas descargas electricas y el calor que emitía su cuerpo bañaba el mio completamente como olas invisibles.
Me arrodille juntó a su cama. Contemplándola.
Durante estos meses había soñado un millón de vez con aquella visión.
Estiré mi mano hacia ella, solo para comprobar que aquello no era un espejismo, que era real.

Nada había cambiado aparentemente, su dormitorio permanecía en las mismas condiciones.
¿Pero que pasaría con ella, en su interior.
¿Cuanto puede cambiar un humano en seis meses?

Desee que no lo hubiera hecho. Desee que el tiempo se hubiera congelado en su vida, en su mente. ¿Y que pasaría si no? Sin duda había sufrido, Alice me previno de ello. ¿Qué pasaría si no podía perdonarme? Estaría en su derecho. ¿Y que sería de mi vida si Bella ya no me quisiera en la suya?
Ya había vivido en el infierno. Estaba completamente seguro que no podría volver a el. ¿Podría vivir a su sombra, siguiendola como un fantasma nuevamente? Tal vez podría, tal vez no.

—Por favor Bella, ámame, ámame aun—. Dije en un susurro acariciando su cabello. —Ámame como si los días y las distancias no nos hubieran separado—.

Aun tendría me esperaban horas de tortura hasta que se despertara. Afortunada mente el tiempo ya no era mi enemigo y contemplando su rostro pasó el tiempo.

Durmió todo el día.
Cuando su padre volvió a casa me escondí en su armario, como en aquellos tiempos, como en los buenos tiempos.
Tan silencioso, como le fue posible, entreabrió la puerta. Dio una rápida mirada para luego cerrar nuevamente la puerta.

—Maldito chico—. Dijo mientras bajaba las escaleras. —Pero nunca más, nunca mas lo quiero en casa. Ya vera Bella cuando despierte….. Tendremos una buena plática…. de padre…. a hija—. Y se fue directo a la cocina.

Pobre Charly… es decir… pobre Jefe Swan.

La noche llega pronto en Forks, no importa la estación del año.
El reloj de su velador daba las diez en punto cuando pude escuchar el llamado de mi hermana.

—¡Baja ya!—. Me decía Alice mientras permanecía apoyada en un gran árbol.
Di medía vuelta hacia la cama nuevamente.

—Me quedaré aquí todo la noche si no bajas—. Me dijo molesta en mi mente . —Además ella dormirá por lo menos unas cuantas horas más y debemos hablar. Así que si no bajas tendré que ir por ti—.
Maldición, ¿Por que mi hermana tenía que ser tan molesta alguna veces?
A regañadientes baje hasta el bosque.

Noche eterna (Luna nueva por Edward Cullen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora