Nada más entrar tocó la campanita que había en el mueble de la entrada para avisar de que ya había llegado.
Su hermano no tardó en aparecer bajando las escaleras mientras los miraba sonriente.
-- ¿Qué tal el día?
En respuesta el moreno sonrió indicando que todo había ido bien.
-- Me alegro. Vamos a comer, te hice tu plato favorito. ¡Carne asada con arroz blanco y mucha salsa!
El chico sonrió más amplio y dio un brinco entusiasmado para correr a poner la mesa. Se moría de hambre.
En cuanto estuvo todo listo sirvieron la comida y se sentaron para comer en silencio, como siempre. Eso era lo que más reinaba en esa casa, el silencio.
-- ¿No hay ninguna novedad?
Al principio negó con la cabeza, pero frenó en seco al recordar al nuevo chico que ya le había desagradado nada más interactuar con él. Soltó el tenedor para hacer gestos con las manos contándole la anécdota.
-- Valla con el nuevo. Bueno, mientras no se meta contigo ni te cause problemas. -- Sonrió al ver como el más joven negaba sonriente indicando que no había problema. -- Oe Luffy, ¿te importa quedarte solo esta tarde? Es que Koala me a insistido mucho en que salga hoy con ella y...
Fue interrumpido por la mano del moreno quien le sonrió amplio asintiendo con la cabeza. Acto seguido le dirigió una mirada pícara acompañada de una sonrisa socarrona.
-- ¡No me mires así! ¡Solo vamos a dar una vuelta!
Riendo con ganas se levantó de la mesa para dejar el plato ya vacío en el fregadero y corrió escaleras arriba a por su móvil. Le diría a los chicos de quedar para no aburrirse por la tarde.
*~*~*~*~*~*~*~*~*Caminó con pasó rítmico moviendo la cabeza mientras escuchaba la música desde sus auriculares. Había quedado con sus amigos en la Cafetería/Restaurant El Baratie, donde trabajaba el padre de Sanji.
Iba tan distraído con la música que al cruzar la carretera, tan despistado como siempre, se olvidó de mirar que no vinieran vehículos hasta que ya estaba en medio de la calzada y escuchó el fuerte pitido del coche.
Se giró bruscamente para ver como este viraba bruscamente chocando contra una señal de tráfico, todo por no atropellar al chico que cruzaba distraído.
La parte delantera del coche quedó bastante abollada, pero eso era lo que menos le preocupó. Se sacó los cascos y echó a correr preocupado porque el conductor hubiera salido herido.
Sin embargo para cuando alcanzó el vehículo este, junto con un muchacho que reconoció al instante, salió apresurado y lo miró cabreado.
-- ¿Pero tú estás bien de la cabeza mocoso? ¡Casi morimos por tu culpa!
El chico abrió y cerró la boca sin emitir sonido alguno. Asustado y angustiado por lo sucedido, sin saber que hacer para pedir disculpas y dar una explicación coherente.
-- ¿Es que no vas a decir nada? ¡Mira mi coche! -- El hombre se sobó la sien con los dedos suspirando agotado. -- ¿Puedes llamar a tus padres? Hay que arreglar esto.
El chico buscó en su móvil el contacto de Sabo para escribirle insistentemente, pero no le llegaban los mensajes. Probablemente se le habría quedado sin batería. Se paró a pensar a quien más podía acudir, pero la única alternativa era su abuelo y no le parecía una buena idea sacarlo del trabajo para eso. ¡Lo mataría si se enteraba del accidente que acababa de provocar!
Empezó a ponerse nervioso. No tenía ningún familiar más al que acudir.
-- ¿Quieres dejar de Whattsappear y llamar de una vez a tus padres?
-- Papá tranquilizate, estás llamando la atención de la gente. -- Law trató de calmarlo, aunque en realidad se sentía tan molesto como su progenitor.
De pronto al girarse por pura inercia el moreno reconoció una cara amiga y sonrió ampliamente, aliviado de ver a la mujer que lo había cuidado de pequeño. Hacía tiempo que no veía a su niñera de la infancia. Ahora solo interactuaban de vez en cuando en el bar donde ella trabajaba.
Corrió apresurado a su encuentro llamando su atención.
-- ¡Luffy! ¡Cuanto tiempo!
En lugar de responder señaló el accidente donde el hombre ya se encontraba gritándole que volviera antes de que llamara a la policía. Realmente no se enteraban de nada.
La mujer suspiró agotada poniendo los ojos en blanco.
-- ¿Ya te has vuelto a meter en problemas?
Revolvió su pelo mientras caminaba hasta el coche y se cruzó de brazos sonriendo amablemente con el muchacho a su lado retorciéndose las manos nervioso.
-- A ver explíqueme que a pasado. Yo se lo comentaré a sus tutores.
-- ¡Este mocoso cruzó la carretera sin ver y por su culpa nos hemos estampado contra una maldita señal! ¡Y para colmo se burla de nosotros ignorándonos y poniéndose a jugar con el móvil!
-- En primer lugar os pido disculpas de su parte y os aseguro que esto no quedará así, pagaremos lo que cueste la reparación si es necesario. En segundo lugar, dudo que Luffy se esté burlando de vosotros, él es un chico muy bueno y educado.
-- Ya claro, por eso ni siquiera no profirió un Lo siento. -- Argumentó el ojeroso cruzándose de brazos.
-- Por si no te diste cuenta es mudo, va a ser difícil que os diga nada.
Fue entonces cuando al joven se le abrieron los ojos como platos dejándolo expectante. Miró al muchacho que seguía con su inquieto movimiento de manos y un remalazo de culpa y remordimiento lo inundó. Estaba seguro de que ese mocoso era un idiota maleducado, sin embargo las circunstancias decían lo contrario.
Sacudió la cabeza negándose a creer que solo por ser mudo ya no era un idiota. Estaba claro que igualmente no tenía cabeza, desde luego no debía tenerla si cruzaba la calle sin mirar provocando accidentes.
Mientras el muchacho se debatía internamente sobre el chico nervioso de vista gacha, la mujer y su padre ya habían llegado a un acuerdo pasándose los números de teléfono para llamarse más tarde y hablar todo con más calma.
-- Vamos hijo, hay que llamar a la grúa.
El joven llevó la vista por última vez al muchacho que ya no le dirigía la mirada.
-- Venga Luffy, vamos un momento al bar que tengo que hablar seriamente contigo.
Con esas palabras el chico se puso todavía más nervioso, definitivamente de una buena reprimenda no se libraba.
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Palabras sin sonido (En Pausa)
Fanfiction"Enseñame a hablar sin emitir sonido. Enseñame a gritar sin separar los labios. Solo ayudame a entenderte y yo te enseñaré a soñar".