Prólogo: Asier

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Despertó exactamente cinco minutos antes de su alarma. No era algo fuera de lo común, le era fácil despertar ya que su sueño era ligero.

La gente lo envidiaba por eso, él a veces odiaba esa cualidad, despertar por el menor ruido no era agradable cuando te habías acostado tarde.

Se sentó, intentando que su mente despertará completamente, mientras sus dedos se deslizaban por la pantalla de su celular desactivando la alarma antes de que sonará.

Inclinó su cabeza, intentando orientarse y descubrir qué ruido era el que le había quitado cinco valiosos minutos de descanso, no tardó mucho en descubrirlo, y cuando lo hizo una mueca se formó en su rostro.

Maldita bendición del vecino y su llanto imparable.

Refregó su cara con las manos, casi sentía el dolor de cabeza formándose tras sus ojos. Despertaba fácilmente, pero por esa misma razón él necesitaba sus 7-8 horas de sueño ¡Sin excepción! su mente simplemente no funcionaba correctamente sin las horas suficientes.

Comenzó su día con el ligero dolor de cabeza dando punzadas tras sus ojos, con el alarido del hijo del vecino amenazando transformar su dolor de cabeza en una fuerte jaqueca. Reprimió sus ganas de golpear la pared que compartían para callarlo, una vez lo hizo y la bendición solo había aumentado su llanto, y por supuesto, su relación con el vecino cayó en picado, porque claro ¿Qué persona en sus cinco sentidos aborrece un bebé? peor aún ¿Que Omega en su sano juicio odia los niños?

Sorpresa, él lo hacía, y no sería un hipócrita intentando demostrar lo contrario.

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Llegó a su trabajo con los quince minutos de anticipación de siempre, la puntualidad estaba impregnada en su ser.

― De nuevo temprano ― Su compañero de trabajo dijo con una sonrisa. No era un halagado, el tono burlón era obvio en sus palabras ―. Asier, en serio, no te sobreesfuerces, tu cuerpo no está hecho para esta responsabilidad ― Se alejó con una risita mientras Asier rodaba los ojos.

Se sentó en su puesto, viendo el montón de papeles esperando su revisión, tenía muchos textos que leer y revisar, muchos posibles autores dependían de él para surgir.

Ignoró la risa de su compañero, y el cómo hablaban a sus espaldas creyendo que era sordo.

Era el único Omega en este trabajo, porque por supuesto, para llegar a este lugar necesitabas experiencia y trayectoria, cosa que los Omegas dejaban de lado para dedicarse a su casa e hijos.

Él nunca haría eso, amaba su trabajo y era malditamente bueno en eso, por algo seguía aquí y ganaba un buen sueldo, que los demás estuvieran esperando su retiro le daba igual.

― Bueno, es de esperar de él ― La voz femenina se escuchó a su derecha, el tono un poco bajo, pero no lo suficiente como para no escucharla. Asier apretó sus labios, acomodando las cosas que necesitaba en su escritorio ―, me dijeron que la semana pasada rechazó al hijo del jefe ¿Qué tipo de idiota hace eso? algo debe estar mal con él.

Un murmullo sorprendido se escuchó en los demás, que comenzaron a murmurar como si hubieran olvidado que él estaba presente.

Asier intento seguir apretando sus labios, pero una pequeña risa escapó de él.

Había rechazado a ese hijo de puta porque solo hablaba de cuantos cachorros quería tener y de cómo iba a lograrlo. En serio, hablar de dejarte embarazado no debería ser una táctica de seducción. Y en realidad, no había sido un rechazo realmente, él solo le dijo que eso nunca lo conseguiría, al menos no con él.

Porque era infértil.

El maldito no pudo irse lo suficientemente rápido, pero eso daba igual, a él no le interesaba alguien que lo veía solo como un saco andante para tener hijos, él era más que eso, él lo sabía, y eso era suficiente.

El rumor de su infertilidad aún no había llegado a sus compañeros, pero era cosa de tiempo. No era realmente un secreto, pero nunca nadie le había preguntado realmente, así que nunca lo había dicho.

Comenzó a preguntarse qué clase de cosas dirían sobre él cuando se enterarán que nunca tendría hijos, en la mente de esas personas tal vez sería una lamentable noticia, tal vez intentarán consolarlo o animarlo, tal vez tratarán a hablarle de adopciones como sus padres.

Sonrió, porque daba igual lo que ellos pensaran, su condición de infértil había sido la única buena noticia que obtuvo de nacer Omega.

Decían que cada persona tenía un rol en el mundo. Decían que cada uno sabía que sería de ellos desde que les entregaban los resultados de sus exámenes. Decían que el destino estaba escrito desde que nacían.

La noticia de ser Omega lo había devastado, y había luchado contra su destino, él había estudiado y trabajado duro mientras los demás omegas comenzaban a flojear y soñar con la pareja que los mantendría al crecer, él se había apartado de esa gente pensando en ser independiente y estable; él no iba a ser solo la pareja de alguien; él no iba a quedarse en su casa a criar y tener niños que ni siquiera quería parir; él no iba a dejar sus sueños, por cumplir lo que la sociedad quería de él.

Y cuando le dijeron que era infértil, él había llorado, pero de alivio, porque al final tal vez era verdad lo que decían, él había nacido para no tener hijos, incluso siendo Omega, él había sido feliz y seguido esforzándose, que los demás no le creyeran era cosa de ellos.

Era feliz siendo infértil, ahora...solo esperaba encontrar una pareja que entendiera su pensamiento.

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¡Gracias por leer este pequeño prólogo!

Espero no haberlos aburrido. ¿Les interesa este tipo de historias?

Estoy hace un tiempo pensando escribir omegaverse, pero quería algo distinto, no el cliché de siempre, y comencé a pensar en ese título.

Espero que no odien a Asier, no es odioso con los niños ni nada, me estoy basando en mis propias experiencias y las de conocidas childfree, personas y sobre todo mujeres que no tenemos ese instinto maternal ni el sueño de ser madres, espero poder ir entregándoles un poco de nuestros pensamientos para que lo entiendan, porque como mujer he vivido de primera mano lo difícil que es decirle a alguien que no quieres hijos. porque claro ¿Que mujer no quería ser madre?

La mayoría de las mujeres podemos ser madres, pero poder no es querer y menos un deber.

¡Saludos!

Omega infértil [Terminada] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora