*Todo lo que aquí está escrito es pura ficción.
Cuando despertaba por la mañana la voz de Roxan me alegraba los días hablando de sus locuras. Cada día bajaba a la cafetería para ver su rostro. Cuando me marchaba, ella me enviaba mensajes contándome lo que hacía o cuanto la regañaba su jefa. Cada día Roxan hacía que la imagen de Alice se disipase. Sus besos hacían que me perdiera más en mis pensamientos...pero todo era mentira, no funcionaba.
- ¡Taran!
- ¡¿Qué haces aquí?!
- ¡Unos postres para ti! Cógelos rápido, ¡qué tengo que volver al trabajo! Nos vemos, adiós.
- ¡Gracias Roxi!
-Nos vemos esta tarde, ¿ok?
- ¡Claro!
Ella se despidió con una sonrisa. Mi vida diaria con ella me hacía feliz, una falsa felicidad. Alice no me hablaba desde ese día, solo se limitaba a hablar lo necesario.
Esa noche tenía otra cita con Roxan. Esta vez quedé con ella para dar un paseo por el parque. Después del último beso de la noche. Roxan me toma el brazo y con voz callada y calmada.
- ¿Vienes conmigo? -dijo mientras agachaba su cabeza.
- ¿A dónde?
-A...a mi casa.
-Mi hija me está esperando en casa...Le prometí que llegaría temprano...-acaricié su cabeza-. Te prometo que la próxima vez será.
- ¡Claro!
¡No puedo aguantarlo! Necesitaba hablar con alguien, necesitaba sacar todo lo que sentía dentro. Necesitaba que alguien me ayude, y ese alguien era Arley.
- ¡Arley necesito hablar contigo!
- ¿Qué te pasa?
-Iré esta tarde para allá.
Cuando llegué, Arley y Barrock me estaban esperando en el patio de su casa. Tan pronto como vi a Barrock, le pedí que se marchara. Le dije que solo su padre podría ayudarme.
-Estás más estresado de lo normal.
-Arley, ¿puedo confiaren ti?
-Sí, supongo.
- ¡Necesito que me escuches! Y me des tu opinión-mi corazón estaba agitado y me faltaba la respiración- ¡No puedo soportarlo más! ¡Creo que quiero a mi hija!
- ¿Qué tiene eso de malo? -dijo con cara de inocencia.
- ¡Qué no! ¡Qué la amo, qué estoy enamorado de ella! -grité.
-...Es una broma, ¿verdad?
- ¡No es broma! ¡Realmente la quiero! No puedo evitar pensar en sus labios, en sus caricias, en...
- ¡Para!...-dijo Arley sacándose las gafas.
-Eso es lo que me pasa, ¡por favor ayúdame! -dije llorando.
- ¡Vete de mi casa!
-Arley...
-Vete...
- ¡Dijiste que podía confiar en ti! Arley...amigo...
-Vete antes de que te golpeé.
Lo arruiné. ¡Soy un idiota! ¡Soy un imbécil! Nunca debí contárselo a nadie...nunca debí utilizar a Roxan...nunca debí enamorarme de mi hija. Mi vida, y la de mis allegados...las arruiné. Yo fui el que debería haber muerto en lugar de Ruby. Arley dejó de hablarme, y el único contacto indirecto con él, era Barrock cuando nos tocaba el turno de noche. Alice dejó de hablarme sin ningún motivo. "Solo estoy haciendo lo mismo que tú. ¿Es lo mejor verdad? Yo te quería", eso fue lo último que ella me dijo. Cuando Roxan me invitaba a salir, ella no podía evitar preguntar sobre mi estado. "Me preocupas". Yo siempre le respondía con un "No es nada".
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Me enamoré de mi hija
Storie d'amore*Todo lo escrito aquí es pura ficción. Un padre que acaba de perder a su esposa tiene que encontrar la manera de recuperar el afecto de su hija, perdido por sus años de de dedicación a su trabajo. Poco a poco los recuerdos del pasado, así como sus e...