Stone cold

Vámonos

-Esa es una buena pregunta-
Ambos sonreímos, su cabello seguía igual, rojo, haciéndose resaltar entre la población.
-No espere verte, digo la última vez que te vi fue en el baile de primavera y después no supe nada de ti.-
-Tuve que salir de la ciudad, mi padre tuvo problemas y decidimos salir de la ciudad, yo tampoco espere encontrarte aquí.-
-Si, llegue hace una semana, ellos estaban festejando y me invitaron por mis padres.- me encogí de hombros
-Tu y ella jamás se llevaron ¿verdad?.-
-No, dos líderes jamás se apoyarían, es algo natural.-
-Ya veo, ¿Como has estado? ¿Hay alguien en tu vida?-
Respiré profundo.
-He estado superando algunas cosas, pero ya estoy mejor, y ¿tú?- le sonreí, continúe -Había alguien pero lo perdí- enfoque mi vista en el mar que ahora se veía oscuro, gracias a la noche -Pero estoy bien, se que está bien.
- sabes qué, vámonos, no se darán cuenta que no estamos.- me tomo de la mano y me guío a la salida,
-¿A donde iremos?.-
-Lejos de la sociedad.- mi corazón empezó a latir de una manera impresionante, estaba emocionada.
Me guío a su coche, me ayudó a subir, su coche era negro, por dentro olía ligeramente a perfume.
-Bien señorita, póngase el cinturón de seguridad y disfrute el viaje.-
-¿A donde vamos?- Kilian sonrió, no me dijo nada y arranco el carro.
Escuchábamos la música que pasaba en la radio. Las estrellas alumbraban nuestro camino al igual que la luna, éramos la carretera, el cielo de la noche y nosotros.
-¿Qué pasó con el chico que te dejo?-
Me quede viendo por la ventana y solté un suspiro antes de empezar.
-Lo secuestraron, el era un hombre con mucho dinero, estaba en los grandes negocios y lo mataron, enfrente de mi, lo vi caer  con ese disparo justo en el pecho, Jax y yo estábamos a punto de casarnos cuando esto sucedió.-
Kilian tomó mi mano y le dio un pequeño apretón.
-En verdad lo siento mucho.-
-Gracias-
-Bueno joven dama, hemos llegado a nuestro destino.-
Solté una carcajada al ver el lugar al que habíamos llegado.
-De todos los lugares de la ciudad y ¿Llegamos a esta plaza?- lo mire divertida.
-Tal vez consiga más mangos- se encogió de brazos y me sonrió de la misma manera que yo.
-El que tenga más mangos gana.- salí corriendo del auto, claro antes de esto ma había quitado los zapatos.
-¡Eres una tramposa Maya!- Kilian gritó saliendo del carro lo más rápido posible, yo estaba muriendo de risa.
Entramos corriendo, miradas de sorpresa callejón sobre nosotros, me sentía libre, corrí más rápido y llegue al supermercado, cuando estaba llegando a los mangos, unos brazos me impidieron llegar a ellos, Kilian no me dejaba llegar a los mangos.
-Eres un tramposo que no sabe perder.-
-Nos están siguiendo.- Kilian miro atrás de mí.