Has caído en el
Reflejó del espejo, abriendo
Tus alas ante el hacha
De mis consejos.No fue el vendaval
El que rompió el
Tronco fui yo al
Quedarme ronco,
Ni fue el hachazo
Grave del leñador,
Que sabe volver
Cuando el niño
Acaba de nacer.Fue tu espíritu fuerte
El que acabó con mi
Muerte, al hallarse
Sin nidos, olvidados
Los pájaros infantes
De Prado.Fue que estaba sediento
De sentimientos, y tu
Enorme corazón
Centenario, solitario,
Escuchaba a lo lejos
El canto de mi hermano.En tu cuerpo guardaban
La lava junto a tus
Palabras, la pasión, de
Tu corazón, el semen
Sin futuro del Pegaso.La terrible mente de
Un amor inocente
Por el sol del ocaso.
¡Qué amargura para
El paisaje, el héroe
Que rema sin remaje!Ya no serás la Luna
De mi cuna, ni la
Magia de mis días,
Ni el escudero de
Este caballero.No tornarás mis
Primaveras con
Tu vida, ni verás
La rosa florecida.
Serás nidal de
Ranas y de hormigas.Tendrás por lagrimas
Mil sonrisas, y un día
La corriente sonriente
Se llevará tu tristeza.
