Mi corazón de piedra esta perdido en los almendrios
de tus labios.
Y mis noches interminables
dime quien me
las quita si cada
caricia es una
agonia, en mis
lagrimas flotan
sin rumbo barcos
en busca de un
lugar tranquilo.
Si el aire sopla
en mi contra
mis palabras
buscan llegar al
lugar en el que
nadie me pueda
encontrar.
Si ella se niega a
volver yo la
encontrare alguna
vez un mundo
donde puedas
pedir sin temer.
Volar, volar, volar, volar,
hacia el batallón
de mi interior,
dentro de mi hay
un paisaje lleno de bestias
salvajes donde
andan al
acecho, las noches siempre
negras los días grises donde
todo se tiñe de rojo.
Las rasposas madrugadas sentado
frente al ordenador escribiendo
vivencias del
corazón, mis ojos
rojos cansados de
tantos llantos,
mueren cada
vez que te ven.
Ya nadie me salva de esta jaula de cristal,
ni la soledad que
se manifiesta bajo el cielo tomando
mentiras sin
argumento
en este panorama.
