Capítulo 3: ¡Por fin viernes por la mañana!

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Sonó el despertador, y mi única reacción fue taparme los oídos con la almohada y girarme hacia el otro lado y dejarle el gran trabajo de levantarse a mi amiga.

—Hana, venga, levántate, sabes claramente que no me voy a separar de mi amada —dije todavía media dormida.

—Okay, quédate aquí con tu amada, que yo me largo a Los Ángeles sola —dijo riéndose mientras bajaba las escaleras de la litera.

—¡Hostia! —dije mientras me levantaba rápidamente y me daba con la cama de arriba— ¡Auch! Estúpida amante —le dije a la cama de arriba mientras me agarraba la cabeza, la verdad es que eso había dolido.

—Eso te pasa por bruta —suspiró y se dirigió a su maleta, que anteriormente había dejado en mi habitación por la noche, la abrió y sacó su ropa característica, o sea: negra— Bueno, yo entro ahora al baño a ducharme mientras tu desayunas, después cambiamos los puestos, ¿ok?

Yo: Ok – salí por la puerta y bajé las escaleras, abajo estaban mis padres y mi hermano desayunando.

Louis: Buenos días... ¿Y Hana? – dijo extrañado, ya que yo soy la que más duerme.

Yo: Buenos días, se está duchando mientras yo desayuno, después cambiamos papeles – dije sentándome mientras me servía yo el desayuno.

Louis: Ya decía yo... ¡Hostia, ¿y ese moretón en tu frente?! – dijo al ver mi frente, yo miré para arriba y me lo toqué.

Yo: Seguramente fue cuando me levanté rápidamente y me di con mi amante – dije riendo y le di una mordida a mi bocadillo.

Louis: ¿Tú nunca cambiarás, eh? – dijo en un suspiro y se levantó ya que él empezó a desayunar antes que yo y ya había acabado.

Me acordé de aquel chico, así que encendí la tele y puse Disney Channel, efectivamente, estaba Jessie, me puse a verlo mientras desayunaba. Terminé y lo dejé todo en su sitio, subí a mi habitación y preparé la ropa para la ducha, luego metí las pocas cosas que me faltaban por meter en las maletas, me puse a revisar a ver si quedaba algo y no quedaba nada, si se me olvida algo me vuelvo loca, en ese momento entró Hana.

Hana: Ya acabé, ya puedes entrar – dijo agachándose para meter el pijama, la toalla y los chapuz en la maleta, hecho esto bajó para desayunar, mientras yo me dirigía al baño.

Me duché y me dirigí a mi habitación, metí lo que me faltaba en la maleta, iba a bajar las maletas pero no antes sin mirar si quedaba algo por si acaso, no faltaba nada, así que le pedí ayuda a mi hermano para bajar mis maletas y las de Hana, yo con mi fuerza era imposible sino me caía con ellas... Louis las bajo todas, yo quería ayudar al menos con las menos pesada, pero insistió... No me gusta que me tomen por una chica que no puede hacer nada... Entonces Hana salió por la puerta de la cocina.

Yo: Ya están todas las maletas en el taxi, ¿nos vamos ya? – dije impaciente, quería estar ya en el internado...

Hana: Sí, sí... – dijo con desgana, ya que sabía que estaría mareándola con mis tonterías en todo el viaje.

Yo: ¡Yujuuu! – dije y me subí corriendo al taxi.

En el taxi le dije primero que todo a Hana las normas del internado y después fuimos preguntándonos como sería nuestra vida a partir de ahora entre otras cosas, o sea, tonterías. Llegamos al aeropuerto, mi hermano iba con un gorro y unas gafas de sol para que no lo reconocieran, menos mal que esta vez me dejaron llevar la maleta menos pesada, llegamos al sitio donde miraban los billetes, tocaba la despedida... Odio las despedidas.

Yo: Bueno... Hasta luego, Louis, papá y mamá – intenté simular una sonrisa, pero más bien iban a salir lágrimas...

Louis: Hasta luego, Tany – dijo para luego abrazarme – Te quiero – dijo casi en un sollozo.

Yo: Yo aún más – le dije mientras una lágrima recorría mi rostro.

Louis: Oh, venga, no llores, sonríe – dijo con los ojos rojos, no era la única que lloraba en las despedidas...

Yo: ¿Así? – dije sonriendo, esta vez no era forzada, era una sonrisa de emoción.

Louis: Sí – dijo para volver a abrazarme, ya que puede que pase mucho tiempo para que lo vuelva a hacer...

Yo: Ok, déjame abrazar a papá y mamá, hombre – dije riéndome.

Louis: Ok – dijo riéndose y se aparto para que pudiera pasar.

Yo: Hasta luego, papá y mamá – dije sonriendo de emoción, otra vez empezaron a salir lágrimas.

Nos abrazamos y me despedí de todos ellos. Yo y Hana fuimos hasta el avión, una vez allí:

Hana: ¡Me pido ventanilla! – dijo corriendo para que no le quitara el sitio.

Yo: Ya sabes que no me gusta la ventanilla, me marea – reí ante su acción.

Hana: – Coge su cámara de fotos, es una loca con la cámara, pero no para sacar fotos a personas, más bien a paisajes, animales,... Casi no tenemos fotos nuestras, en primer lugar porque no salimos bien en ni una y en segundo porque no nos gusta sacarnos fotos, pero hay ocasiones que si lo merecen – No quiero volver a perderme un mar de nubes, ya sabes lo que pasó en el viaje de fin de curso – dijo un poco furiosa, no pudo sacarle fotos a un mar de nubes que vimos en el viaje de fin de curso, era hermoso, tenía los colores del atardecer...Gracias a eso Hana lleva su cámara a todos lados, es una de las nuevas y son de las buenas, la cuida como a su vida, mejor no la toquéis si queréis conservar el brazo... – reí, Hana estaba mirando por la ventana con los ojos muy abiertos, hacía gracia. Sin darme cuenta me quedé dormida...

The boarding school (Cameron Boyce) [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora