Q u i n t o C a p í t u l o—Bésame.
— ¿Qué? —Rubí volteó alarmada hacia el hombre con la máscara blanca. Todos sus sentidos se activaron.
—Quiero saber si los rumores son ciertos —apoyó su mano sobre el pomo de la puerta y tiró de ella lentamente. —Nuestros informes te describen como alguien... —tanteó con la voz, tal como un gato juega con su ratón antes de ser devorado — fuerte —, cerró la puerta —, valiente y confiable.
La tenue luz de la habitación, le impidieron a Rubí ver con claridad el rostro del hombre. Ella estaba indefensa, sin saber cual seria el reflejo de las acciones de aquel desconocido.
— ¿Y puedes descubrir todo eso con un beso? —Contraatacó Rubí, sin perder de vista la distancia entre ella y la puerta —. Que simple y banal. —El enmascarado perdió sus sentidos por un segundos, Rubí lo había dejado enmudecido. Bingo — ¿Debería mostrarme sorprendida entonces? —Rápidamente el hombre recobró la compostura.
— ¿Está tratando de jugar al cazador cazado, señorita? —Volvió a su lugar de jugador como gato.
— ¿Por qué? ¿Está funcionando? —A cada paso que él daba, ella retrocedía uno.
—No intente cazar al gato, Rubí, no conviene hacer enfadar a este felino.
—Me he topado con gatos más grandes, no se preocupe. Usted no es nada comparado con ellos. Podré lidiar con este gato de casa. —Aquello le arrancó una sonrisa al hombre.
— ¿Me está sugiriendo que no contenga mi fuerza?
—Le estoy sugiriendo que muestre sus reales intenciones y me diga quién es.
—Rubí, ya sabes quién soy. Me sorprende tu pregunta a esta fecha —Se llevó una mano al cabello y con sus dedos lo peinó —. Sabes bien para qué te contacté, sabes mi nombre, mis intenciones y lo que necesito de ti. Eso me recuerda —alzó un dedo con arrogancia —que tu participación en la cancelación de la nueva trata de Gemas fue increíble, para ser menos que una novata sinceramente no esperaba nada de ti más que desastres.
Click.
—Le agradezco sus... Palabras, pero las declino, de usted la admiración no podría valer menos. —El rostro del hombre se contrajo detrás de la máscara, como si le hubieran dado una fuerte bofetada y lentamente bajó su mano. —Repito, ¿quién es usted y qué quiere de mí?
—Erh... —Intentó recobrar su compostura —, ya le dije que...
— ¡Suficiente! —Le cortó, y alzó una mano a una prudente distancia —. Primero, mi pregunta no debería ser una sorpresa, ya que siempre estoy tratando de descubrir quién es él. —Bajó el meñique —. Segundo, si lo hago es por la falta de su nombre en mi cabeza —el hombre de blanco abrió los ojos con sorpresa. Rubí bajó el dedo anular —, tercero, él jamás se peinaría con sus propias manos, es menos vanidoso que eso. —Bajó el dedo medio y dio un paso hacia él, con fuerza, con arrogancia. Como quien lleva el tango*—. Cuarto, él y yo ya hablamos de mi servicio, y de lo lamentable que fue.
—Detente.
Rubí le ignoró por completo, y bajó su dedo índice.
—Quinto —dio otro paso al frente —, él no es de los que te hagan cumplidos o alagos, ese era mi trabajo. Además, por más engreído que suene él no es sarcástico y no lo usaría para humillarme. Lo que me recuerda, él jamás me ha humillado.
— ¿Qué quie...?
Bajó su pulgar y su mano se convirtió en un puño.
—Y sexto —dio un paso más acortando la distancia entre ambos, a lo que el hombre dio un paso hacia atrás —, él jamás, jamás daría un paso hacia atrás. Jamás le cedería campo de batalla al enemigo, y jamás se dejaría llevar por mí. Antes de eso él ya hubiera cambiado el rumbo de las cosas hacia su favor.
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Amar en Rojo [#MareaDAwards2017] [#PGolden2017]
RomanceCada día, poderosos hombres asisten a la trata de prostitución más cara y fina que se realiza en la mansión del Joyero, pagando grandes sumas de dinero por pasar una sola hora con las Gemas. Ellas, tomadas a la fuerza, arrancadas de sus hogares y ob...