la luz en la oscuridad

Siente

fui directo al cementerio, las calles se hacían largas y sombrías, todo se mantenía en una perfecta tranquilidad, se sentía un falso sentimiento de seguridad que era abrumador

al llegar a la puerta del cementerio Lafaye dude en entrar, no sabia a donde ir, no sabia donde buscar, pensé en mama y me dirigí a su tumba; camino a su tumba me tope con una lapida de forma muy extraña, un exagono perfecto formaba la tapa de la lapida, me detuve y la detalle por un tiempo hasta que note algo mas extraño que la forma, el nombre escrito en la lapida.

la lapida estaba escrita a mano, con grabados en una tinta negra muy fina y elegante casi perfecta, ese nombre escrito era Ogba Isler, la primera suprema linea sanguínea directa de Hecate, esto tendría algo que ver con todo esto?

puse mis manos sobre la lapida, cerré los ojos y en un segundo esta se abrió dejando ver hacia abajo una escalera de madera muy delgada; comencé a bajarla y al llegar abajo lo que vi me petrifico, eran alrededor de 200 cuerpos con runas grabadas en sus frentes, no podía creerlo, ella estaba robando el poder de todas las brujas Isler.

intente tocar los cuerpos pero al acercarme algo me arrojaba con fuerza lejos de ellos, era como una clase de hechizo protector, como un campo de fuerza que los protegía, estaba frustrado, no sabia que hacer, pase un largo tiempo pensando, rebuscando en mi mente un hechizo que me sirviera de algo, y recordé, vinieron a mi los hechizos de protección que ponían en el aquelarre cuando nací, casi pude oír el sonido de las voces de cientos de brujas recitando un viejo hechizo al unisono:

-Haram Tempestus Obscuron vastus moveo protecto.

si ese era el hechizo de protección de las brujas Isler, ya que mi aquelarre heredaron parte de sus hechizos del aquelarre Isler, entonces, al recitar el hechizo al revés se romperá, cerré los ojos, sentí como la magia se movía por mi cuerpo como un incesante e inestable mar, de pronto, las palabras salieron de mi casi sin poder controlarlas:

-protecto moveo vastus obscuron tempestus haram - dije con firmeza y poder-

cuando recite el hechizo al revés algo estallo, sentí que la fuerza que protegía los cuerpos ya no estaba, intente tocar nuevamente los cuerpos y el resultado fue positivo, los pude tocar, al tocar uno de ellos sentí su dolor, sentí su pesar y su tristeza, lo raro era que sentía su energía, estaban vivos!

ahora lo entiendo, ella resucito y puso en un descanso profundo a todas las brujas Isler para poder absorber su poder, pero si quito los sellos que los mantienen dormidos despertaran o morirán? no puedo arriesgarme, recordé un hechizo muy extraño de necromancia, en el, quitabas y traspasabas la vitalidad de una persona a un animal muerto dejando así el cuerpo de la persona sin vida; era un hechizo bastante complicado pero no era imposible, solo que para hacerlo debía estar anclado a algo que me mantuviera con vida, de lo contrario el hechizo podría crecer y afectarme a mi.

 pensé detenidamente y recordé que la tumba de mis padres esta a unos cuantos metros de aquí, subí las escaleras y salí al cementerio, corrí en búsqueda de las tumbas de mis padres, me detuve al encontrarlas, hice un sencillo hechizo de anclaje para estar anclado a ellos por 24 horas, esto aumentaría mis poderes y me ayudaría a estar en este mundo y no en el de los muertos si algo sale mal

regrese enseguida y cuando llegue me puse a trabajar en ese hechizo, busque un animal por cada persona, fue una tarea tortuosa ya que habían alrededor de 150 personas, ese era una gran aquelarre es sus tiempos, cuando conseguí todos los animales el sitio parecía una granja de animales muertos, había perros, gatos, gallinas, gallos, ardillas, conejos, gaviotas, y todos los animales habidos y por haber. 

y empece con el hechizo, era hora...